Yeray Saiz, Brian Uriarte y Marcos Uriarte rodarán en 2024 por el asfalto que cubre el último peldaño antes de cruzar al coto privado del Mundial absoluto. Los tres quieren derribar la puerta que les separa de la élite
Yeray Saiz, Marcos Uriarte y Brian Uriarte son el presente y el futuro del motociclismo cántabro. En un mundo tan especial y difícil de abrirse camino, los tres jóvenes talentos están en la antesala del último peldaño. Sin edad para poder sacar el carné -dos ... de ellos- ya llaman a la puerta del Campeonato Mundial, ese coto privado de los pilotos oficiales. Los tres enfilan este año una temporada clave en sus precoces trayectorias. Disputarán los Campeonatos del Mundo Júnior y el Campeonato de Europa, o lo que es lo mismo, parte del salvoconducto hacia la élite en este deporte. Los tres están en el sitio donde solo unos pocos llegan.
Brian Uriarte Diego (Santander, 2008) es el benjamín del grupo. A sus quince años suma ya once subido en toda clase de motos y aunque su especialidad es la velocidad, se ha convertido en un consumado experto del motocross, Dirt Track y Supermotard a base de utilizar esta disciplina para ir más rápido sobre el asfalto. Brian acumula dos Campeonatos de España de MiniGP y Moto4, tres subcampeonatos de España de MiniGP, Supermotard y Moto4. Además fue dos veces ganador del Superprestigio Dirt Track y su talento prematuro le ha permitido formar parte de uno de los mejores equipos a nivel nacional, Monlau Competición, del que salieron nombres tan importantes como Marc Márquez, Álex Márquez, Jorge Lorenzo, Fabio Quartararo, Alex Rins, Peco Bagnaia... «Mi deseo es seguir aprendiendo y estar lo más arriba posible. Ganar confianza e ir superando retos», confiesa este joven, que vive a caballo entre Cataluña y Alicante, donde entrena, y Santander, donde reside su familia. Sobre todo en las fechas de pretemporada, donde tiene que poner el cuerpo, la moto y la mente a punto. Una vez que arranca la competición sus salidas de casa son ya para subirse a la moto oficial y quemar goma de circuito en circuito.
En 2023 participó en el Campeonato del Mundo Júnior en la categoría de ETC, y sus dotes le permitieron colarse en el podio (tercero), pese a que una lesión le obligó a perderse dos carreras cuando lideraba el campeonato. En este 2024 Brian disputará el Mundial Júnior de Moto3.
Por edad, el otro alevín del grupo es Yeray Saiz (Santander, 2006), quien este año afronta el salto de calidad más grande desde que decidió, 'envenenado' por la pasión transmitida por su padre, apostar fuerte por el motociclismo. El año pasado asomó la cabeza, con los recursos justos, en el Campeonato Mundial Supersport 400, donde además de ser el piloto más joven de la parrilla, con apenas 16 años, pudo disfrutar de subirse a lo más alto del podio en el mítico circuito de Assen (la catedral del motociclismo) para recoger un premio al ser el piloto que marcó la vuelta rápida. «Quiero aprender y quiero competir al máximo. Estoy muy agradecido a la gente que ha confiado en mí y voy a aprovechar esta oportunidad», explica Yeray, para quien 2024 será difícil de olvidar. Acaba de firmar por la escuadra Laglisse, una potente entidad que le dotará del material y la infraestructura suficiente para competir en igualdad de condiciones con sus rivales de parrilla.
La oportunidad esperada
Este año la exigencia va más allá. En apenas un par de meses comenzará su participación en el Campeonato de Europa Grupo FINCEV Stock 600 y ya le espera una Honda CBR 600 personalizada y preparada para abrir gas. Desde hace un mes, su vida ha cambiado por completo. La apuesta por el progreso y el crecimiento le ha obligado a hacer la maleta e instalarse en Murcia, donde podrá encontrar las condiciones y los recursos para poder entrenar y prepararse a conciencia. «Es la primera vez que me separo de la familia, pero es algo necesario. Ahora la exigencia ya es máxima y quiero hacerlo bien», admite con esa madurez que da el deporte de alto nivel. Ahora podrá estar junto a los mejores, trabajar con ellos, compartir jornadas y probar todo lo que da resultado a los que ganan.
Hasta ahora su esfuerzo personal por desarrollar todo el potencial que aseguran los que entienden tiene este joven le llevó a depender en buena parte del sacrificio familiar. Los fines de semana en furgoneta a buscar circuitos por Castilla León donde poder entrenar eran un habitual... Sus largos y maratonianos días, pero sobre todo escasos para el nivel en el que pilota, pueden ya formar parte de su bagaje personal gracias al apoyo que Laglisse le brindará a partir de ahora. La cantidad de puertas a las que su entorno familiar tuvo que llamar para buscar el apoyo que completase la aportación personal ha sido una constante. Tanto en el caso de Yeray, como en el de sus paisanos y de todos los chavales que empiezan en este enigmático, pero hermético mundo del motociclismo. Algunos de estos mecenas -sin los que este deporte no tendría sentido- siguen en el mismo barco, como es el caso de los propietarios de Hakuba Motor, la firma oficial de Honda en Cantabria y que aporta su granito de arena al proyecto de este dotado jovencito. Como también sintió el respaldo de Motos Lolo el año pasado, cuando encima de una Yamaha R7 disputó la Copa Yamaha entre los mejores.
Brian disputará el Mundial Júnior de Moto3 y Yeray el Campeonato de Europa FINCEV, ambas pruebas reservadas a los mejores
Su vida ahora rueda 'al corte'. Entrenamientos, preparación, mentalización, test de material... Su cabeza solo piensa ya en las siete carreras de un Europeo que arranca en Italia y que le llevará por España y Portugal al límite y a bordo de un sueño con ruedas.
Brian, por su parte, este año también participará en la prestigiosa Copa de Promoción Red Bull Rookies Cup, con una Moto3, la cual se celebra dentro del certamen del Campeonato del Mundo de MotoGP y también en el Campeonato del Mundo Júnior en la categoría de Moto3. Estos dos campeonatos son la antesala del Mundial absoluto de Moto3. A un paso de la gloria.
Con quince y 17 años su vida va tan rápida como sus motos. 2024 tiene la llave para un futuro a corto plazo en sus carreras. Ellos son la excepción que confirma la regla y le dan a Cantabria motivos para poder disfrutar de una disciplina en la que siempre la región ha ido a remolque. Ahora, ellos son la alternativa.
Marcos Uriarte cambia de colores para disputar su tercer Mundial Júnior de Moto3
Marcos Uriarte (Santander, 2004) es el 'mayor' de los tres cántabros. A sus apenas 19 años ya ha sumado más de quince subido a una moto o una minimoto, como manda la lógica en las edades tempranas. De karting en karting fue haciendo camino. Un acelerón por allí y una caída para quitarle el miedo por allá. Pronto vio que esto de las dos ruedas se la daba muy bien y disputó el Campeonato de España de 80 centímetros cúbicos.Compitió en la European Talent Cup, otro peldañito más que va filtrando el talento. Ahora, con 19 años ya está acostumbrado a que su vida va rodando de viaje en viaje. Aún no ha hecho público su salto a uno de los mejores equipos a nivel internacional de su categoría –la presentación oficial será la semana que viene, probablemente– por lo que por motivos de contrato y compromisos con las marcas no puede confirmar algunos de los retos y apoyos que tendrá a partir de ahora. No obstante, será uno de los pilotos de la parrilla del Campeonato del Mundo Júnior de Moto3 y competirá en aquellas pruebas del Mundial de Moto3, dentro de MotoGP que acuda como invitado. Eso será la guinda al reto que le viene. Este será su tercer Campeonato del Mundo de Moto3. Los dos anteriores los corrió bajo los colores del equipo oficial de Husqvarna y este año ha decidido cambiar y apostar fuerte. Su objetivo, por experiencia y motivación es total. Quiere aspirar a lograr el campeonato, algo que le colocaría en la puerta del Mundial absoluto y pasar a ser uno de los privilegiados de esa parrilla tan exclusiva. Sus aspiraciones se sustentan en los resultados de estos últimos años, esos que le han permitido no pasar desapercibido a los ojos de los responsables de los equipos. Estos años ha subido al podio en varias ocasiones y en otras disputó el triunfo hasta el final. La madurez y la experiencia juegan a favor de Marcos, quien en 2024 contará con un plus en material y tecnología que hasta ahora no tenía. También para él, igual que para sus paisanos –Brian y Yeray–, esta temporada puede convertirse en el trampolín que siempre imaginaron entre curva y curva. El mejor escaparate para dejarse ver entre la élite.
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