Con la meta más cerca

En la primera de las etapas dobles -la disputada el 4 de enero-, los hermanos cántabros Rafa y Chisco Benavente sufrían un problema de motor que en un principio parecía mucho más grave. «Creímos que el Dakar se había acabado para nosotros. Después de una primera revisión parados en mitad del desierto, no teníamos muy claro cuál era el problema, pero el coche había perdido potencia y apenas podíamos rodar con él. Decidimos salir de la arena, hasta la carretera más cercana y desde allí buscar una grúa que nos llevase el coche hasta la asistencia», apunta Chisco Benavente después del susto inicial. Por suerte, la avería no era tan grave como en un principio creían. «Gracias a nuestro equipo, se pudo reparar y al día siguiente ya estábamos de nuevo en la carrera, aunque este abandono nos ha costado una fuerte penalización que nos ha dejado muy retrasados en la clasificación».

Rafa Benavente, que ejerce las funciones de copiloto en el equipo, está satisfecho de cómo está discurriendo el Dakar hasta la jornada de descanso. «Las cosas no empezaron bien, pero una vez que tenemos el coche funcionando a la perfección, estamos disfrutando y consiguiendo unos buenos registros en las etapas, lo que nos está permitiendo ascender puestos en la clasificación general. Todavía queda mucho para llegar a meta, pero hay que recordar que estamos en el Dakar y aquí las cosas pueden cambiar en cualquier momento, por lo que tenemos que ir etapa a etapa, intentando ascender en la clasificación todo lo que podamos, y sobre todo alcanzar la meta, ya que no solo vamos nosotros dos, si no que también está con nosotros gran parte de los alumnos del Centro Integrado de Formación Profesional Nº 1 de Santander, que son quienes han trabajado mucho para que nosotros estemos aquí».

Ampliar

Ayer todos los participantes en el Dakar reposaban en el campamento de Hail, aunque los Benavente tenían que ajustar varias cosas en su Nissan GR. «Tenemos que aprovechar para reajustar todo el coche, ya que en alguna 'volada' que hemos dado por las dunas, se han movido cosas que ahora hay que volver a su sitio. La verdad es que quitando el fallo de la segunda etapa, en el resto el coche se ha comportado de maravilla», añade Chisco.

En la etapa del jueves los Benavente terminaban décimos, clasificación que les ha subido la moral para lo que queda de Dakar. «Muy contentos con quedar décimos en una etapa que, como las anteriores, están resultando las más duras de todas las que hemos realizado en las cinco participaciones que llevamos en el Dakar. Una pena la penalización de la segunda etapa. Sin ella estaríamos mucho más arriba en la general, en la que ahora ocupamos el puesto 39», concluye Rafa.