La cara y la cruz de Sachsenring
El doblete de Jorge Martín le permite soñar con el título de MotoGP, mientras Marc Márquez tocó fondo en Alemania y su relación con Honda se resquebraja
Jesús Gutiérrez
Sachsenring
Lunes, 19 de junio 2023, 17:59
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Lunes, 19 de junio 2023, 17:59
Durante más una década el GP de Alemania era una carrera en la que se alineaba una veintena de pilotos en la parrilla y siempre ganaba Marc Márquez. En el circuito de Sachsenring el piloto español manifestó como en ninguna otro su dominio del motociclismo ... mundial. Aquí ganó consecutivamente todas las carreras de la categoría de MotoGP entre 2013 y 2021, y las tres temporadas anteriores también había ganado las que había disputado en las cilindradas menores, cuando era piloto de 125 cc y de Moto2. Eran los tiempos en que al trazado, traducido literalmente como 'el anillo de Sajonia', se le conocía como 'Márquezring'. Eran otros tiempos…
La racha se rompía en 2022, cuando el francés Fabio Quartararo triunfaba en esta pista situada en la antigua Alemania Oriental. Pero entonces Márquez estaba aún convaleciente de su cuarta y última operación en su húmero. Esta temporada llegaba con la intención de recuperar su parcela sajona, pero no tardó en darse cuenta de que este año no iba a ser como los anteriores. Cuando el pasado jueves en la rueda de prensa oficial le preguntaban si el GP de Alemania podría suponer un punto de inflexión en la temporada, el de Cervera lo tenía claro: «Si no vamos bien aquí, apaga y vámonos». Visto en perspectiva, aquella declaración parecía una premonición de la pesadilla en la que acabaría convirtiéndose el gran premio.
Sus expectativas fueron diluyéndose conforme avanzaba el fin de semana. De ser señalado como el principal favorito y tener como objetivo «luchar por estar en el podio», a verse obligado a aflojar el ritmo con tal de acabar el sprint del sábado. «Arriesgando mucho quizás podía quedar octavo. Pero de octavo a undécimo no me cambia la vida, así que cortas gas y llevas la moto al box», dijo. Y entre medias las salvadas, los gestos de frustración (peineta a su moto incluida) y cinco caídas. ¡Cinco! La última de ellas, el domingo por la mañana, le obligó a decir basta. Una volada por encima de su Honda, eso que en el argot motociclista se llama 'salir por orejas', que le dejó aturdido en la grava y le provocó una pequeña fisura en el pulgar de su mano izquierda y una fuerte contusión en el tobillo derecho.
En el centro médico le dieron el alta para correr el domingo, pero Márquez no tenía ni la fuerza física ni la mental para alinearse en la parrilla. «Ha sido una elección propia», decía en la única declaración pública que hizo en DAZN. «No me siento listo para hacer esta carrera, tengo muchos golpes en mi cuerpo. Lo he decidido con calma y en Holanda más».
Un doloroso epílogo que sobre todo hace resquebrajarse su relación con Honda. Un binomio que ha sido exitoso durante muchos años, pero que está más tocado que nunca. Márquez tiene contrato hasta finales de 2024, y aunque siempre ha prometido que cumplirá lo firmado, también ha dejado caer que en el futuro apostará por un proyecto ganador. Y el de Honda, a día de hoy, no lo es.
La otra cara de la moneda en Sachsenring fue Jorge Martín, vencedor del sprint del sábado y de la carrera larga del domingo. Hacía dos años que no ganaba un gran premio, en Austria 2021, su única victoria hasta la fecha en la categoría reina en su año de rookie. Desde entonces, el madrileño había tenido más sinsabores que alegrías.
Tras su fulgurante debut en MotoGP, Ducati le había dado esperanzas para promocionar al equipo de fábrica, pero en 2022 perdió la batalla interna en la pista y en los despachos con Enea Bastianini, el elegido para acompañar al campeón Pecco Bagnaia en la escudería oficial. Reconoció que aquello fue un palo duro, pero al mismo tiempo comprendió que podía hacer historia ganando el título siendo un piloto de una estructura satélite. Algo que nadie consigue desde que un imberbe Valentino Rossi lo lograse en 2001, cuando todavía competían las humeantes motos de 500 cc.
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Lo infrecuente del caso pone en evidencia el reto mayúsculo que supone triunfar en la clase reina del motociclismo dentro de un equipo privado y plantar cara a las megaestructuras de fábrica. A su favor cuenta con una moto que es prácticamente calcada a la de Bagnaia y que Ducati ha demostrado en el pasado que rehúye de las órdenes de equipo, ofrece las mismas armas a sus pilotos sin preferencias, mientras que la moto que gane sea la suya. «Sé que Ducati confía en mí y saben de mi potencial para pelear y ganar el título», reflexionaba después de ganar en Alemania.
El de San Sebastián de los Reyes está en el mejor momento de su carrera. En los últimos tres grandes premios ha ganado dos sprint y una carrera larga; y además ha estado en todos los podios del sábado y domingo. En este tiempo le ha recuperado al líder Bagnaia 23 puntos y ahora está a solo 16, es segundo en la general y la gran amenaza del italiano para revalidar su corona. Queda mucha temporada por delante, pero Jorge Martín ya se ha ganado el derecho a soñar con el cetro del motociclismo mundial.
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