La primera mitad de la temporada ha dejado ya muchas certezas en MotoGP. El binomio Ducati-Bagnaia es el rival a batir y Jorge Martín es todo un aspirante al título. Las otras dos fábricas europeas (KTM y Aprilia) son a día de hoy la ... alternativa al dominio 'rosso', mientras que Yamaha y Quartararo luchan por recuperar su estatus con una mecánica en inferioridad pero con sus puntos fuertes y débiles claros. ¿Y Honda y Márquez? Esa es la gran incógnita, saber si ya han tocado fondo y se puede reconducir la situación unidos, o si la relación ya ha llegado a un punto de no retorno.
La carrera de Alemania, hace dos semanas, supuso un palo demasiado duro para Marc Márquez. No solo en lo físico, que también, ya que aquellas cinco caídas provocaron varias lesiones de diversa gravedad al español. En el circuito de Sachsenring, el de Cervera había dominado con mano de hierro durante una década, ganando incluso cuando su húmero todavía no estaba rehabilitado. Verse incapaz de luchar por un top 10 sin que su cuerpo le fuera en ello fue algo más que un golpe de realidad.
Márquez podría haber adelantado una semana sus vacaciones y saltarse este último gran premio en Assen. Su parte de lesiones le amparaba, con un esguince en el tobillo, un dedo de la mano rota y una costilla fisurada que le provocaba un tormento cada vez que se subía a su MotoGP. Pero estar en el trazado neerlandés fue una muestra de compromiso con su marca. No iba a buscar un resultado en la Catedral del motociclismo. Iba a rodar, a probar piezas y a dar toda la información posible a Honda de cara a mejorar en la segunda mitad temporada.
Solo forzó la máquina una vuelta en todo el fin de semana. En los últimos minutos del entrenamiento del viernes. Y volvió a irse al suelo. Otra caída más el sábado, esta vez por un despiste propio, fue otro banderillazo a su físico, y el sprint del sábado, donde acabó decimoséptimo, fue la puntilla a otro gran premio para olvidar. El domingo por la mañana, Márquez se levantó tan dolorido que fue al centro médico a decir que no iba a disputar la carrera. Allí le descubrieron que lo que era una fisura ya tenía la categoría de fractura y además estaba desplazada. Fue declarado 'no apto' y con ello se perdía la quinta carrera de las ocho que se han disputado.
«El peor momento de mi carrera»
Salvando la lesión en el húmero que estuvo a punto de retirarle del motociclismo, Marc Márquez habló sin tapujos de su situación actual en lo profesional y lo personal, y también de su relación con la fábrica japonesa. «Este año llegué al inicio del campeonato tras una de mis mejores pretemporadas y físicamente al 100%. Me sentía tan fuerte que obvié la realidad y luché contra un muro. Empecé con muchas ganas, asumí muchos riesgos y ahí han venido las caídas. Y en apenas cuatro meses he tenido muchas lesiones».
No solo ha sido Marc, todos los pilotos de Honda han sufrido esta lacra. Su compañero Joan Mir se ha perdido la mitad de las carreras en esta primera mitad de año por diversas lesiones, mientras que Álex Rins se fracturaba tibia y peroné en el pasado GP de Italia y tiene una convalecencia larga. Esa es la realidad de Honda hoy en día, una moto traicionera y ¿peligrosa? «Subirse en una moto de carreras es peligroso como concepto», trataba de justificarse el jefe del equipo Repsol Honda, Alberto Puig. «Yo diría que la moto está haciendo cosas que no entendemos y que está reaccionando de una manera que los pilotos no esperan. Hay caídas que se han producido que no hemos entendido todavía por qué».
El parón de mes y medio que afronta el campeonato le viene a Márquez «como anillo al dedo», por utilizar la propia expresión que utilizó el piloto. Su peor momento en lo profesional contrasta con un momento dulce en lo personal, con varios proyectos de éxito fuera de las carreras, completamente adaptado a la vida en la capital, donde se mudó hace un año junto a su hermano y su núcleo duro, y con pareja estable. «Es ahí donde se está compensando la balanza y eso me dará fuerza para seguir empujando», explicaba el de Cervera.
A principios de año, Marc Márquez presentaba su propio documental 'All in'. Entonces, una de sus frases más comentadas era un ultimátum que daba a Honda: «Si no vuelvo arriba con vosotros, me buscaré la vida». Una frase que ahora ha vuelto a la actualidad y por la que también se le preguntó en Assen. ¿Qué más tiene que pasar para romper con Honda? «Tiene que pasar el tiempo. Una de las cosas más importantes que me enseñaron es a no tomar decisiones ni decir cosas en caliente. Necesito estas vacaciones, necesito estar en casa tranquilo, pensar y reflexionar». Cinco semanas sin carreras para recuperar cuerpo y mente, y también para reordenar su relación con Honda.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.