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borja gonzález
Portimao (Portugal)
Domingo, 7 de noviembre 2021, 15:32
Un mono blanco y negro con un parche grande en el pecho en el que se lee Pesquero Peretujo, con una foto de un barco de pesca. El Peretujo, propiedad de Pedro Acosta y que forma parte de la Cofradía de Pescadores de Mazarrón, de ... Puerto de Mazarrón, localidad de Mazarrón, Murcia. Ese Pedro Acosta propietario del Peretujo es el abuelo del piloto, cuyo padre también era pescador, profesión que le pasó también a su hijo, un Pedro más, este además aficionado a las motos, y que fue el que transmitió la pasión por las dos ruedas al vigésimo segundo campeón español en el Mundial de motociclismo, el más joven de la historia a sus 17 años. Aunque a Pedro, este ya sí el piloto, y el que vistió ese mono ahora expuesto en su club de fans, no le gustaban las motos de pequeño, un deporte al que fue poco a poco aficionándose y en el que se inició con apenas cinco años.
El día en que Acosta regresó a casa tras su debut mundialista con dos carreras seguidas en Catar se encontró en una rotonda en la entrada de Puerto de Mazarrón que junto a la habitual bandera española que la presidía se había izado la de su club de seguidores, una enseña azul como el mar, con un tiburón de aspecto agresivo diseñado con toques de motocicleta, y con su nombre y número, el 37. Un reconocimiento a lo que habían supuesto los sorprendentes logros de un debutante de 16 años, el bautizado como Tiburón de Mazarrón.
En la primera de las dos carreras, Acosta terminaba segundo a 42 milésimas de su compañero en la escudería Ajo Motorsport, Jaume Masiá; en la segunda se hacía con la victoria, aunque no de una manera cualquiera: después de ser sancionado junto a otros seis pilotos se veía obligado a salir desde el pit lane, y desde ahí, tras perder más de once segundos en la primera vuelta, dio forma a una remontada que le llevó hasta el primer puesto y a las primeras páginas de la información deportiva. «¡Bua! Esto está saliendo demasiado bien…», señalaba entre risas al darse cuenta de que se había convertido en el nuevo líder de la cilindrada menor, una posición que no iba a abandonar a lo largo de un año en el que se encargó de escribir más capítulos brillantes, incluso históricos. Porque en la siguiente prueba, en Portugal, volvió a ganar, y en la cuarta, en Jerez, repitió. Tres triunfos y un segundo puesto en sus cuatro primeras apariciones.
«Pedro Acosta es bueno, muy bueno. Y lo dije, lo puse en un 'tuit' en Catar. Pilota diferente a los demás. Yo creo que ganará este año», vaticinaba tras la carrera de Portugal Marc Márquez, con el que inevitablemente se le ha venido comparando. Y es que, después de lo de Jerez, Acosta se convirtió en el piloto más joven de la historia en ganar tres veces seguidas, y el único en subir al podio en sus cuatro primeros grandes premios.
Siempre quiere estar subido en una moto, siempre quiere mejorar, es muy constante, no le gusta perder a nada. Son frases con la que le describen los que mejor le conocen, su padre, Pedro, y su madre, Mercedes Sánchez, que dejó su trabajo para poder acompañarle a sus entrenamientos; también Paco Mármol, que dirige la escuela de pilotaje Pakosta en el Circuito de Cartagena y en manos de quien sus progenitores pusieron al niño Pedro Acosta. Él es con el que viaja, él es el que le hacía de mecánico en la Red Bull Rookies Cup, copa de promoción que ganó en 2020 y que le dio el pase definitivo al Mundial en 2020.
En 2019 ya había sido subcampeón, en dos campañas en las que compatibilizó esta competición con el Mundial Junior de Moto3. En 2020, enrolado en la escudería Team MT-Foundation 77, fue tercero por detrás de otros dos novatos mundialistas españoles, Izan Guevara y Xavi Artigas. Iba a dar el salto al Mundial con la escudería alemana Pruestel, aunque este proyecto se frustró y se vio con los dos pies fuera.
Al rescate acudió una estructura española, el BOE Owlride, que en un tiempo récord había reunido el presupuesto necesario para tenerle. Aunque a última hora el trato se deshizo por la irrupción de Aki Ajo, el team manager finés que ya había hecho campeones a Mike Di Meglio y Marc Márquez en 125cc, y a Sandro Cortese y Brad Binder en Moto3. Con él ha impactado en el motociclismo y con él dará el salto a Moto2, bajo el paraguas de KTM, que ya le espera en MotoGP. «Si continúa con esta progresión va a poner las cosas muy difíciles haya quien haya en MotoGP», sentenciaba Márquez sobre el nuevo campeón del mundo de Moto3.
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