El motor más espectacular es el de Quijas

La jornada comenzaba pronto en La Roca. A las ocho de la mañana se abrían las puertas del circuito. Y hacía frío. Mucho. Apenas cuatro grados. Jorge hacía de portavoz de dos parejas que venían desde las Islas Canarias y que no paraban de sacar fotos. «Hemos venido de Canarias solo para ver esta Carrera de Campeones», señalaba. «Porque ver a pilotos mundialistas en una competición así, en la que les puedes ver pasar varias veces... Lo estamos disfrutando mucho». Pero la nieve que desde Quijas ya se veía cerca en las montañas les recordaba que habían venido a Cantabria a principios del mes de diciembre. «Lo único el frío», resumía divertido. Junto a ellos, aficionados de Asturias, Galicia, Madrid, País Vasco... El motor en España miraba ayer a Quijas.

Los pilotos participantes posaban junto a la línea de meta para protagonizar después el momento más emotivo de la jornada. Alfonso Palencia, en español, y Carlos del Barrio, en ingles, leían un texto en recuerdo del que fuera piloto de Hyundai Motorsport, el irlandés Craig Breen, fallecido el pasado 13 de abril durante unos test previos al Rally de Croacia. Los pilotos, encabezados por las dos grandes estrellas de esta Carrera de Campeones y compañeros de Breen en Hyundai, Dani Sordo y Thierry Neuville, desplegaron una pancarta con la imagen de Breen. La organización tuvo también un recuerdo para todos los pilotos y copilotos que han fallecido durante esta trágica temporada para el automovilismo, algo que arrancó un sonoro y largo aplauso de todos los presentes.

A partir de ese momento comenzaba el espectáculo sobre un circuito que aún presentaba muchas humedades y con una temperatura ambiente que se resistía a superar esos cuatro grados. Los pilotos salían a la pista para calentar sus vehículos. De manera ininterrumpida durante toda la mañana, se realizaron las diferentes eliminatorias, entre las que se entremezclaban diferentes 'duelos' fuera de clasificación.

Dani Sordo se dejaba ver entre medias con su Hyundai i20WRC para que los aficionados viesen en acción a todo un coche del Mundial de Rallies. Pero el cántabro también era protagonista de uno de esos duelos que pusieron en pie a toda la grada. El anfitrión de la fiesta y su compañero en Hyundai, Thierry Neuville, se pusieron a los mandos de sus BMW M3 durante cuatro ocasiones. En las dos primeras el piloto belga no dio opción al cántabro, pero a partir de la tercera Dani quiso dejar claro a su amigo y compañero que estaba en su casa, en un circuito que se conoce mucho más que de memoria. El cántabro ganó el tercer desafío y se impuso de manera contundente en el cuarto para dejar el enfrentamiento estelar de la jornada, entre los dos pilotos mundialistas presentes en La Roca, en tablas.

Pero mientras que los dos pilotos de Hyundai se dedicaban a dirimir su pequeño pique personal y, sobre todo, a deleitar a los aficionados, otros pilotos –además de pasar un buen rato– sí tenían la motivación de pasar rondas en el Circuito La Roca. Con los contendientes saliendo en la misma dirección pero desde dos puntos distintos en cada manga –se disputaban dos carreras, con una tercera definitiva en caso de empate–, tras las diferentes eliminatorias a octavos de final llegaba Víctor Senra, que eliminaba a Miguel Fuster; mientras que Nil Solans, que había sustituido a última hora a otro piloto mundialista que iba a estar en La Roca, el británico Kris Meeke, hacía lo propio con Iván Ares. Por su parte, el italiano Luca Pedersoli dejaba fuera a Adrián Costas. La cuarta eliminatoria tenía color cántabro y era Surhayen Pernía quien eliminaba al actual campeón de Cantabria de Rallies, Dani Peña.

Además de los pases de ronda, en cada manga se disputaba otro particular concurso. En el circuito hay una zona que obliga a los coches a realizar un salto. Y en la pista estaban marcados los metros que volaban los vehículos. El ganador de un certamen que se realizaba durante toda la mañana fue el gallego Víctor Senra, que hizo que su Skoda Fabia Rally2 no tocase el suelo durante 38 metros.

Con el sol ya en todo lo alto, calentando la pista y dejando el asfalto seco, llegaban las semifinales. Los primeros en salir a pista eran precisamente Víctor Senra y Nil Solans, el primer ganador de la Carrera de Campeones en Quijas. Esta vez era el gallego el que vencía en las dos mangas al catalán. En la otra semifinal, el italiano Luca Pedersoli, a los mandos de un Citroën C3 WRC, dejaba a Cantabria sin opción al título al eliminar a Surhayen Pernía, con un Citroën C3 Rally2.

Llegaba la final, a cinco mangas, y a la pista saltaban Víctor Senra y Luca Pedersoli. La primera era para Senra, con unas pocas décimas de diferencia. Cambiaban el lugar de la salida y era el italiano quien entraba primero, mientras que en la tercera manga era de nuevo el gallego quien aguantaba la presión y se ponía por delante. Sin embargo, Pedersoli quería ganar en casa de su amigo Dani y exprimió las prestaciones de su coche para imponerse en las dos siguientes mangas –en la última estableció el récord del circuito con un tiempo de 52.2 segundos– y llevarse el triunfo en la Carrera de Campeones. La entrega de premios cerraba una jornada en la que Daniel Sordo –padre– cumplía 65 años y en la que recibía el mejor regalo posible. La Carrera de Campeones ya es una referencia obligada en el mundo del motor.