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El deporte cántabro ha vivido este sábado uno de sus días más duros y amargos: la muerte de Jaime Gil y Diego Calvo durante el Rally de Llanes. Todo ocurrió durante la séptima especial cronometrada del día, la segunda bajada del Alto del Fito, en ... dirección hacia Ribadesella.
La especial había arrancado poco antes de la una de la tarde sin grandes incidencias. En un tramo relativamente angosto y en una curva afortunadamente sin público –sí lo había en una zona más segura unos cuantos metros antes–, Gil perdió el control de su coche y se salió de la calzada. Nada que no le pueda ocurrir a cualquier piloto, por muy técnico que fuera el tramo, como es el caso, pero el infortunio se cebó con él y su compañero. Entró un poco pasado en la curva, se le fue el coche de atrás y el lateral izquierdo chocó con el guardarraíl. Detrás había unos grandes tocones de piedra y tras el primer impacto en el lado del conductor se oyó un golpe y el Marbella azul paró en seco, frenado en el morro. Había derribado un murete de protección y se quedó atrapado.
De inmediato el público, alarmado, y el personal de seguridad se acercó a la zona. No parecía un accidente tan extremadamente grave, pero por desgracia lo era. Los servicios de emergencias actuaron prácticamente de inmediato, pero pese a su rápida intervención no pudieron hacer nada por salvar la vida de piloto y copiloto. Muy poco después se confirmó la mala noticia y el fallecimiento. Lo confirmó la Guardia Civil: Jaime Gil Vitoria, de 39 años, y Diego Calvo González, de 30, que pilotaban un Seat Marbella, habían fallecido en un accidente producido a las 15.15 horas en el kilómetro 12,7 de la AS260, en la subida al Fito por Colunga.
De pronto, la competición deportiva dejó de tener sentido. La organización y los pilotos del rally se reunieron para dar por finalizada la prueba sin terminar siquiera ese séptimo tramo. No había ya nada que hacer, al margen de lamentar la tragedia.
Gil y Calvo, (el segundo, pese a vivir en Cantabria, competía con licencia de la Federación Vasca) corrían en Llanes en busca de los puntos para la Copa Marbella, una de las muchas copas de promoción que se disputan en los rallys. Tanto los promotores de la competición monomarca como la organización llanisca habían acordado que la competición, pese a disputarse en Asturias, fuera puntuable para esta clasificación cántabra como incentivo para sus pilotos, generalmente deportistas entusiastas del motor enrolados en equipos modestos que participan por verdadera afición.
El Rally de Llanes es uno de los más clásicos y significativos del Campeonato de España, y siempre ha tenido -además- dada su cercanía, una íntima relación con el automovilismo cántabro. De hecho, Jaime Gil y Diego Calvo eran dos de los nada menos que 40 cántabros (entre ellos Surhayen Pernía, que marchaba segundo) que ayer, viernes, tomaron la salida en una prueba que debía haber terminado hacia las ocho de la tarde de este sábado. Pero lo hizo antes de tiempo; en ese ya maldito tramo con final en Duyos, (Caravia) que la fatalidad dejó inconcluso.
Hasta el momento de esta suspensión los gallegos Iván Ares y David Vázquez (Hyundai i20 R5) lideraban el Villa de Llanes, prueba valedera para el supercampeonato de España, con un minuto de margen sobre Pernía y Alba Sánchez (Hyundai i20 R5), y cerca de dos minutos respecto a los asturianos Óscar Palacio y Enrique Velasco (Ford Fiesta Rally2).
En consecuencia, y al poder establecerse una general al haberse disputado más de la mitad del rally, Ares será el ganador y el de Cóbreces termina segundo. Pero no estaban para celebraciones ni para podio (no lo hubo). Ni todo el mundo del motor en general ni Pernía en particular, que tuvo que encajar con el mono puesto la noticia de que dos compañeros, paisanos y habituales en las mismas competiciones acababan de perder la vida.
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, fue uno de los encargados de verbalizar el dolor general por el suceso. «Terrible desgracia en el Rally de Llanes. Dos participantes, el piloto cántabro Jaime Gil y el residente en Cantabria Diego Calvo han fallecido a los mandos de un Seat Marbella». Poco después lo hacía también el presidente asturiano, Adrián Barbón: «Terrible noticia, gran dolor. Mi más sentido pésame para ellos y mi cariño para sus familias y para el pueblo hermano de Cantabria». También el vicepresidente Pablo Zuloaga se ha unido al pesar general por el accidente y ha enviado su pésame a familiares y amigos a través de Twitter.
Llegaron más reacciones de tristeza. Como la del dos veces campeón mundial de rallys y tres veces del Dakar, Carlos Sáinz: «Sábado triste también para la familia de los rallys en España con el fallecimiento de Jaime Gil y Diego Calvo tras su accidente en el Rally Villa de Llanes. Mi apoyo y cariño a la familia y amigos en estos momentos tan duros».
El último accidente mortal de pilotos que tuvo que sufrir el motor cántabro fue el de Cristian López, que da precisamente nombre al único rally cántabro puntuable para el Campeonato de España.
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