«Soy un privilegiado»

-¿Primera visita a Santander?

-Ya estuve una vez; esta es la segunda. Fue en 2007, si no recuerdo mal, pero la verdad es que no recuerdo la razón. La vida que tenemos en nuestro deporte es de muchos viajes, eventos y compromisos y a veces es difícil recordar bien los sitios, la gente y cuadrarlo con las fechas.

-¿Cómo es ahora su vida?

-Genial. Yo estoy encantado, pero también porque soy un privilegiado. A lo largo de mi carrera profesional pude conseguir muchas cosas y también un gran rendimiento económico. Eso me concede el gran privilegio de poder hacer lo que me apasione y lo que apetezca. Insisto en que es un privilegio enorme que aprecio cada día que me levanto. He trabajado mucho, sí, pero también muchísimas personas me han ayudado a alcanzar mis metas y además he tenido suerte, que eso también influye en la carrera de un deportista.

-¿Echa de menos subirse a una moto de competición?

-Corriendo en coches como estoy haciendo en estos últimos dos años tengo bastante cubierto ese vacío de adrenalina que te da la competición. Sí que es difícil replicar esa euforia que te produce ganar una carrera de MotoGP, y más un Mundial, pero alguien tan competitivo como yo tiene que buscar otros retos; otras cosas con las que colmar ese vacío. Ahora lo satisfago a través de los coches y también con las inversiones.

-Esa es una faceta que no todo el mundo conoce. Al retirarse se convirtió en inversor e incluso cuenta su experiencia, ofrece consejos y debate sobre ello en Equis. ¿Se siente un poco gurú?

-No, no, no. Gurú no, porque no tengo ni la experiencia ni el grado académico para hablar, digamos, catedráticamente, pero cuento mi experiencia; lo que me ha ido bien y mal, y si eso puede inspirar o aconsejar a gente que sepa menos de ese asunto en concreto, por qué no hacerlo. Sí es verdad que resultados pasados no garantizan futuros, pero creo que hay que concienciar de la importancia de ahorrar, pero sobre todo de invertir bien. Con la inflación, tener el dinero guardadito como nos decían nuestros abuelos te puede hacer perder en veinte o treinta años la mitad de lo ahorrado.

-Ya no está en la parrilla, pero sigue en el foco mediático. Por ejemplo, como comentarista. ¿Ha encontrado una nueva vocación?

-Es algo relativamente fácil, porque se trata de dar mi visión de cada momento de la carrera y post carrera. Si uno habla de lo que sabe, no es complicado. Siempre hay cosas difíciles, claro. No es lo mismo hablar para miles que para cuatro amigos. Tienes que ser más precavido y decir ciertas cosas de una manera más diplomática, pero me gusta esa faceta, la verdad, y me permite seguir las carreras muy de cerca.

-Le gusta y se le ve muy cómodo en los medios, porque también ha participado en programas de entretenimiento como 'Mask Singer'. ¿Cómo surgió aquello?

-Siempre me ha encantado la música en general y cantar. En la ducha... Y cuando iba de viaje, sobre todo en Asia, Japón y Malasia, donde les encantan los karaokes, me iba de vez en cuando con los amigos. Siempre había tenido esa espinita de poder cantar con un micrófono delante de la gente. Se me ofreció la oportunidad de hacerlo enmascarado, sin que me vieran, lo que era muy positivo porque así no te da tanta vergüenza, y mira. Fue una experiencia muy curiosa porque nadie sabía quién estaba detrás de la máscara, ni los jueces ni siquiera el conductor del autobús que nos llevaba, porque íbamos enmascarados todo el trayecto.

-Y ahora, en el Foro Internacional del Deporte, en una entrevista con público. Se le ve muy cómodo...

-Eso no es nada. Cuando uno está acostumbrado a competir en carreras en las que te juegas la vida y luchar con pilotos como Márquez, Rossi, Pedrosa o Stoner, hablar sobre lo que sabes o sobre tu experiencia es fácil. No he estado preocupado, pero sí ansioso porque llegara el momento.

-También ha hablado de su rivalidad con Dani Pedrosa. En su momento fue épica y probablemente buena para la afición al motociclismo en España. Ahora ya ha mejorado...

-Sí, fue una rivalidad muy fuerte. Recuerdo la época de 2005 en 250. Se hablaba más de esa categoría por el pique que teníamos que de MotoGP y la rivalidad de Gibernau y Rossi. Entonces las motos eran en abierto, así que nuestra popularidad era muy grande. Llegó a tal punto que en 2008, ya en MotoGP, el rey se percató y quiso que nos diéramos la mano e hiciéramos las paces. Para que interviniera el rey, imagina lo popular que fue. Ahora mismo quizá no nos vemos como dos amigos, pero sí que la relación es buena. Si nos encontramos podemos estar mucho tiempo hablando de distintos temas,. Ya no hay esa rivalidad; esa necesidad de proteger cada uno nuestro territorio ni esa enemistad deportiva.

-Volviendo a MotoGP. ¿Qué podemos esperar del regreso de Marc Márquez con Ducati?

-Con todo el respeto a Bagnaia y a Jorge Martín, creo que se va a juntar mejor piloto con mejor moto. Vamos a ver hasta qué punto va a ser igual que la oficial, pero estoy seguro de que Marc Márquez va a ganar carreras y luchar por el campeonato. Luego necesitará suerte y que se den otros factores que también influyen. Por ejemplo, si su hermano Álex consigue alguna pole o gana alguna carrera, será mejor para él.

-Vamos, que Pecco Bagnaia no es imbatible.

-Como ya hemos visto, Jorge Martín ha estado luchando con Bagnaia hasta el final. Al final el título se decantó por pequeños detalles y ahora, con Márquez, se une otro talento a la lucha por el Mundial.

-Ha comparado a Bagnaia con Alain Prost. ¿Con qué piloto de Fórmula 1 comparamos a Jorge Lorenzo?

-(ríe). Bueno, creo que con Fernando Alonso, porque ambos teníamos una gran concentración, cometíamos pocos errores y éramos muy ambiciosos y competitivos, que creo que es lo que nos define como deportistas

-El cántabro Yeray Saiz está buscándose la vida en Superbikes. ¿Le conoce? ¿Son un buen destino o cantera?

-No, todavía no he oído hablar de él, pero a un chico de Cantabria le diría que el sitio no identifica tu talento. Antes de mí, el mejor resultado de un mallorquín en una carrera del Mundial era octavo o noveno; ganar parecía imposible para un piloto balear por la dificultad geográfica isleña, pero ocurrió. Del mismo modo, uno de Cantabria, si tiene talento, trabaja, y además tiene suerte, que siempre es necesaria, puede llegar.