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David Sánchez de Castro
Jueves, 9 de enero 2025, 18:26
El Dakar 2025 se está volviendo ingobernable. En una semana que ha supuesto una pesadilla para todos los competidores y con bajas muy notorias como las de Carlos Sainz, Nani Roma o Sebastien Loeb, lo que demuestra la dureza de esta edición, hay que mirar a la clasificación de las motos para comprobar que Tosha Schareina es el español cuya candidatura luce con más lustre.
El valenciano está cuajando una participación memorable en este raid. Incluso salir desde la zona alta en la segunda parte del maratón, disputado este fin de semana sobre casi 500 kilómetros de un mar de dunas y tierra, no le ha supuesto mayor impedimento. Y eso que no ha ganado, ni mucho menos, sino que se ha tenido que conformar con un séptimo puesto en meta a casi cinco minutos y medio del vencedor del día, el argentino Luciano Benavides, que aprovechó las dificultades de sus rivales, como una penalización de dos minutos para Adrien Van Beveren (que perdió así la victoria parcial, pero se aúpa al podio parcial) o un Daniel Sanders que, aunque líder aún en la general, ya nota las dificultades.
El australiano llegó a tener la victoria en sus matos, ya que entró primero en meta con solvencia e incluso con una bonificación de cinco minutos y 42 segundos. Su resultado inicial le permitía irse a descansar con más de un cuarto de hora de margen sobre Schareina, al que había superado por poco más de minuto y medio. Parecía un resultado soñado, dado que era la mayor ventaja que había tenido hasta el momento. Sin embargo, este Dakar parece que no querer dueño ni conquistador, por lo que no una ni dos sino tres penalizaciones de tiempo por otros tantos excesos de velocidad medidos en sitios no permitidos le endosaron una penalización de ocho minutos y diez segundos. Sostiene el liderato, pero no tanto como quería.
Para Schareina es un resultado más que decente y su participación en este Dakar hasta el momento le permite tener el objetivo más alto.
Mazazo para Al-Attiyah
Quienes hayan seguido el Dakar desde hace años y conozcan la trayectoria de Nasser Al Attiyah saben que, si llega a ser un futbolista, sería un italiano de los años 80. El 'catenaccio' llevado al automovilismo: encerrado, sin atacar y jugando solo de manera ofensiva cuando tiene claro que puede marcar un gol.
Esa es la táctica que asumió este jueves previo a la jornada de descanso. En el camino hacia Ha'il, donde se establece el campamento para los próximos dos días, el campeón catarí demostró que su Dacia puede ser campeón si le acompaña la suerte y el tino. A diferencia de sus compañeros, como el ya retirado Loeb o Cristina Gutiérrez, hasta el momento Al Attiyah no había sufrido demasiados problemas. De hecho, de no ser por la burgalesa el miércoles quizá ya no estaría en competición.
Pero este jueves, Al Attiyah sacó los dientes. Desde el inicio de la etapa asumió los riesgos necesarios para intentar llevarse su 49ª victoria parcial, todo un hito ya que estaría a una del récord absoluto de etapas ganadas que ostentan Stéphane Peterhansel y Ari Vatanen. Además, de haber ganado este jueves, habría conseguido convertirse en el único en imponerse al menos en una etapa en 18 ediciones consecutivas. Y así fue durante unos segundos.
Al-Attiyah asumió el liderato de la etapa antes de llegar al primer punto de repostaje sobre el kilómetro 150, con Gutiérrez como escudera rodando muy cerca de él, dispuesta a intervenir si fuera necesario. Cuando asumió la delantera de la etapa, todo le fue de maravilla o eso parecía.
Apenas una hora después de llegar a la meta, la FIA sacó la guillotina y le penalizó con diez minutos de castigo por llegar al final del día sin una rueda de recambio. El mazazo fue total, ya que no solo perdió la victoria de etapa por un solo segundo frente a Seth Quintero, que suma su segunda en este 2025, sino que además Henk Lategan ha neutralizado por completo la remontada que Al-Attiyah había conseguido. Tras salir de Al-Ula con 35 minutos y 53 segundos de retraso con respecto al sudafricano y conseguir inicialmente quedarse por debajo de la frontera mental de la media hora, la sanción ha hecho que solo le recorte ese flequillo de 53 segundos. En la general, Al-Attiyah se mantiene cuarto, a quince minutos del Ford de Matthias Ekstrom y a 35 exactos de Lategan.
Con siete etapas aún por delante, Al-Attiyah tendrá que sufrir si quiere ganar otro año más. Ya se ha dado cuenta de que este no va a ser un Dakar de paseo, ni mucho menos, y tras tomar fuerzas en el día de descanso de este viernes tratará de demostrar que, además de defenderse, también sabe morder si es necesario.
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