Sordo se exhibe en Rudagüera

En las cunetas de los 12 kilómetros de recorrido del rallysprint se pudieron ver aficionados de muy diferente procedencia: asturianos, vascos, gallegos... Había ganas de carreras y Cantabria fue en la jornada de ayer centro de atención del automovilismo nacional. Alfonso Alonso, un aficionado llegado desde Oviedo, señalaba que «tenéis mucha suerte de poder disfrutar de carreras en Cantabria, y más con Dani Sordo participando. Es la primera vez que venimos a esta prueba y nos ha sorprendido lo bien montada que está».

La primera pasada se ponía en marcha con puntualidad británica y con la sorpresa de que Dani Sordo tenía problemas para arrancar su coche y penalizaba 20 segundos al salir retrasado a la especial. A esta penalización se sumaba que en la parte final de la prueba el piloto mundialista pinchaba una de sus ruedas delanteras. Pero así todo, aún le sobraban 0,3 segundos para marcar el mejor tiempo por delante del asturiano Manuel Mora y del vasco Xabier Lujua, que era tercero.

La segunda especial se complicaba con la salida de carretera de Juan Castillo, que provocaba la parada en la salida hasta que se retiraba su Ford Fiesta de la carretera. Una vez iniciada de nuevo, todo se desarrollaba con normalidad hasta que desde dirección de carrera se vieron obligados a detener la prueba para reubicar a unos cuantos espectadores en la parte final del recorrido. Ante la imposibilidad de hacerlo y su nula colaboración, se decidía neutralizar la especial y recortar esa parte del tramo para la última pasada.

En esa segunda pasada era de nuevo Sordo el más rápido, con 26 segundos de diferencia con respecto a Mora. En esta ocasión era Pablo Fernández quien lograba el tercer mejor tiempo.

Con un retraso de poco más de 15 minutos al tener que reubicar todo el sistema de cronometraje en la meta de la especial, Sordo se ponía en marcha y de nuevo rebajaba su tiempo, superando a Pablo Fernández en 37 segundos y a un sorprendente Fernando Prada, que colocaba su BMW en la tercera plaza de esta última especial.

La sorpresa saltaba cuando Manuel Mora, con la segunda plaza de la general prácticamente en el bolsillo, pinchaba y perdía el tiempo suficiente para verse apeado del podio al superarle Pablo Fernández, que finalizaba segundo en la general, mientras que Marcos Diego pisaba la tercera plaza del podio, una posición que hubiera firmado antes de la salida, ya que su Porsche no era el vehículo mas idóneo para esta prueba.