Secciones
Servicios
Destacamos
Todo comenzó con una apuesta entre Agustín, de la Peña Pin Peñucas, y Luis Pla retando éste último a la familia Peñucas a que no eran capaces de organizar un rally. En aquellos años, Fidel de la Peña (Santander, 1952), hermano de Pin, era uno ... de los pilotos de referencia en el automovilismo cántabro y sin pensarlo mucho, en octubre de 1979 se puso en marcha el primer Rally Promoción Los Peñucas, que ahora se llama Blendio Santander-Cantabria. Una prueba pequeña con un recorrido mañanero que puso las bases de la que ha sido la competición de referencia en Cantabria. Cuarenta años después, Fidel ha decidido que la edición de este año (11 y 12 de octubre) será la última de esta prueba, que es puntuable para el Campeonato de España de Rallies desde 1989. Con anterioridad también fue puntuable durante cinco años para la Copa de España, lo que en aquellos años era la segunda división del automovilismo nacional.
-Muchas veces se ha oído aquello de: «Este es el último», pero ahora parece que va en serio...
-Muy en serio. Mi intención era haberlo dejado antes, pero quería llegar a la edición número 40 que cumplimos este año en octubre, mes en el que también nació el rally. Es una cifra redonda y está totalmente decidido que será el último.
-¿Cuáles son las razones para abandonar la organización?
-No hay nada especial. Quizás el cansancio de tantos años, la dificultad para completar el presupuesto año tras año, la edad... Todo influye. Es una decisión muy meditada. No ha sido fácil, pero a principios de año ya lo tenía muy claro. Una prueba de esta categoría necesita más profesionalización de la que nosotros le podemos dar. Somos totalmente amateur y esto ha cambiado mucho en los últimos años. He tenido la suerte de contar con un equipo de trabajo fantástico y con una gran implicación. Son muchas las personas que han entrado y salido en todos estos años. Todo aquel que venía a colaborar siempre ha sido bienvenido y a los que se les apagaba la ilusión se han ido cuando han querido.
-Si tuviera que destacar algo de esta prueba, ¿qué sería?
-Es difícil. Creo que hemos conseguido ofrecer un espectáculo de alto nivel durante al menos las tres últimas décadas, con los mejores pilotos y coches de cada época cuidando el trabajo que siempre se ha realizado en la seguridad. Se ha innovado porque había sistemas que se probaban en esta prueba y más tarde se implantaban en el resto. Por ejemplo, los coches R de la Federación Española se estrenaron en Santander. También fuimos pioneros en aplicar un sistema informático para la suma de tiempos y las clasificaciones... Cosas que en aquellos años eran totalmente novedosas y que hoy tenemos al momento en nuestro móvil.
-Lo que ha cambiado mucho en esta prueba ha sido su nombre...
-Era necesario si queríamos mantenerla viva. Son 40 años y varias generaciones, por eso cada uno guarda en su memoria un nombre diferente: 'El Peñucas', 'El Caja', 'El Cantabria Infinita'... Para terminar como Blendio Santander-Cantabria.
-Los patrocinios privados siempre han estado presentes, pero también el de la Administración...
-Quizás el aspecto económico sea el que peor hemos llevado siempre, pero año a año lográbamos sacar el
rally adelante. También en más de una ocasión estuvimos en números rojos y lo salvamos a base de créditos bancarios. Tan solo en 2015 tuvimos que suspender la prueba a poco mas de un mes para su celebración. Ese año creíamos que nos darían palos por todos los lados, pero sucedió todo lo contrario.
-¿Pesan más los recuerdos buenos o los malos?
-Sin duda los buenos. Hemos vivido ediciones históricas que están en el recuerdo de todos. Años en los que Chus Puras ofrecía auténticos recitales de conducción y vivió en esta prueba la primera victoria de las muchas que logró en el Nacional de Rallies. Hemos visto a Enrique García Ojeda poniendo a los aficionados en pie y a Dani Sordo lograr su primer triunfo nacional. Fueron ediciones en las que se vivieron auténticos duelos entre los mejores pilotos del momento. También hemos vivido otras para olvidar. Quizá la peor fue la que tuvimos que suspender por el sabotaje que sufrimos cuando vertieron aceite en la carretera. Otra para olvidar fue en la que se produjo el accidente de Solans, que hoy está en el Mundial de Rallies.
-¿No hay relevo para que la prueba siga adelante?
-No. Yo creo que ahora hay menos implicación. Recuerdo años que cuando se acercaba la fecha del rally la oficina estaba llena de voluntarios trabajando para que todo estuviera listo el día de la prueba. Hoy por la oficina pasa muy poca gente. Quizá no hemos sabido mantener esa ilusión, no lo sé.
-Sería una pena que Cantabria se quedase sin una prueba del Nacional...
-Eso depende de la Real Federación Española de Automovilismo. Es su campeonato y son ellos los que deciden quién está y quién no. Ya les hemos comunicado que no seguiremos en el 2020. De todos modos, el Rally Cristian López ha pedido pre inspección para este año y si lo hacen bien, que seguro que sí, será la Federación la que le tenga que dar la puntuabilidad para la próxima temporada, por lo que los aficionados cántabros podrían seguir disfrutando de los mejores pilotos y vehículos del momento.
-¿Se desvinculará por completo del automovilismo?
-Eso es imposible. Dejaré totalmente la función de organizador. Creo que dedicar los últimos 40 años a poner en marcha esta prueba temporada tras temporada, más los años que estuve antes como piloto, es todo lo que puedo aportar. Pero no descarto participar en alguna prueba, tipo Legend, aunque con la única finalidad de divertirme y pasar un buen rato.
-¿A qué se dedicará en octubre de 2020 cuando llegue la fecha de la prueba y esta no se dispute?
-No lo sé. Seguro que estaré trabajando en el restaurante (sonríe). De verdad que no lo sé, pero seguro que lo pasaré mal. Son muchos años.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.