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Juanpe utilizó ayer para entrenar una máscara protectora.
Koné y Juanpe luchan por llegar a tiempo
Racing

Koné y Juanpe luchan por llegar a tiempo

El africano es «optimista» y cree que podrá jugar ante el Leganés, mientras que el canario aún es duda

RAFA TORRE POO

Miércoles, 17 de septiembre 2014, 08:14

El racinguismo mira a la enfermería más que al campo. Las urgentes necesidades, puestas en evidencia en el arranque liguero, hace que las esperanzas de los aficionados, técnicos y, también, jugadores estén puestas en la recuperación de algunos de los 'tocados'. Concretamente de dos: Koné y Juanpe. La reaparición del ariete se antoja primordial. El equipo necesita de su frescura, velocidad, desborde y capacidad de sorpresa. Aunque lo que realmente hacen falta son sus goles. El pichichi de la pasada temporada aún no ha debutado y se le está echando demasiado en falta.

Le dijeron tres semanas de recuperación. La subluxación de su hombro, en el entrenamiento previo al encuentro frente al Valladolid, arruinó su vuelta. En los dos primeros enfrentamientos ante Girona y Mirandés tampoco pudo participar al arrastrar una sanción de la temporada pasada. Demasiado tiempo parado. Está ansioso, con ganas, impaciente. Por eso, forzó para poder jugar ante Las Palmas. Lo intentó contra pronóstico, pero su hombro dijo que no. No tenía la confianza necesaria para superar el contacto físico. Paco Fernández lo entendió y entre ambos decidieron que era mejor esperar al siguiente duelo. Koné volvió a entrenar ayer, tras la vuelta al trabajo del equipo, con el grupo. Desde la grada no se apreciaba si tenía molestias o no. Disputó un partidillo y cuando tuvo que chocar lo hizo sin mayor problema. «Estoy mejor, aunque aún noto un poco dolor cuando entreno», dijo tras la sesión. ¿Podrás jugar?, le preguntaron los periodistas. «Soy optimista y creo que puedo llegar a tiempo para estar en Leganés», contestó. La respuesta que querían oír todos. El jugador más determinante del Racing está dispuesto a infiltrarse para no notar nada ese día. «Tengo ganas de debutar esta temporada, pero esperemos a ver cómo llega el hombro al domingo», insistió en su escueta comparecencia.

Su regreso tranquilizaría mucho a su entrenador, que en el inicio de la competición ha tenido que improvisar un delantero en cada partido. Ante la ausencia de Mariano, que se recuperaba de su operación de hombro, Borja Granero fue el elegido para el primer partido. Un centrocampista de improvisado ariete. Después, fue el alicantino el que recuperó el puesto y marcó a los pocos minutos de reaparecer ante el Mirándes. Aunque en los siguientes choques, se ha dedicado a ofrecer ese juego de desgaste, presión y lucha que tanto le caracteriza. Incluso en algunas fases se ha colocaba por detrás de Miguélez, que hacía las veces de punta.

La vuelta de Koné es la gran esperanza. Algunos dudan de su rendimiento en Segunda. La temporada pasada fue el mejor, pero las defensas no tenían la velocidad ni anticipación de las de este año. Aun así, en el vestuario confían ciegamente en él. No les queda otro remedio. La llegada de otro delantero va camino de convertirse en una quimera, un sueño de verano. Los contactos efectuados por el club no han fructificado y para el duelo ante el Leganés Paco Fernández tendrá que conformarse con lo que ya tiene. La directiva no ha logrado convencer a ningún jugador en paro para que se suba a la nave verdiblanca. Hay poco dinero en la caja para pagarle y los apuros deportivos que se presume va a pasar la entidad no hacen al club un destino apetecible.

Modificaciones en la prótesis

Pero las ansias de Paco por recuperar efectivos no se reducen únicamente a la delantera. También en la defensa tiene bajas importantes. La que más le inquieta, aunque Samuel y Orfila cumplieron el expediente ante Las Palmas, es la de Juanpe. Tras la fractura de la zona de la cara que va del pómulo a la oreja, el central canario se hizo una máscara protectora en una ortopedia. Ayer la exhibió en La Albericia. «Me molesta en alguna zona, la vamos a modificar en la nariz para poder respirar mejor», confesó tras la sesión. No dejó de ajustársela continuamente, pero incluso golpeó al balón con la cabeza. Con los retoques que le realicen hoy espera estar más cómodo y hacer movimientos más naturales. Quiere olvidarse de que la lleva puesta. Si lo consigue, y si el entrenador y los médicos le dan el visto bueno, quiere jugar. «El traumatólogo dijo que todo lo que fuese menos de tres o cuatro semanas de recuperación era arriesgar. Veremos a ver... Tengo muchas ganas, el equipo está pasándolo mal y necesitamos puntuar», dijo en un primer momento. Los periodistas le insistieron. ¿Vas a jugar? «Si fuese por mí, estaría encantado», respondió sin vacilar.

Quienes aún son duda son Iván Moreno y Bernardo. El extremo solo hizo carrera continua y parece difícil que llegue a tiempo. Por su parte, el zaguero estuvo una parte del entrenamiento con el grupo, aunque su vuelta aún puede ser prematura.

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