Un único objetivo para 2016

La historia es cíclica y, a menudo, se repodruce en un abrir y cerrar de ojos. Eso es lo que espera el Racing, al que le gustaría que el 2016 fuera un calco del 2014. Pero solo en el plano deportivo. Esa temporada, con Paco Fernández como capitán el equipo, se consiguió el ascenso a Segunda contra todas las adversidades. Ahora, los vientos son más favorables fuera de los terrenos de juego, pero ha costado encauzar la marcha sobre el césped.

En ambas temporadas -la del último ascenso a la división de plata y esta-, se dan conexiones. Por ejemplo, el próximo partido. El Racing debe cerrar la primera vuelta del campeonato frente al Coruxo, este domingo, en Vigo. Será el primer partido del año para los verdiblancos. Hace dos campañas, el conjunto cántabro cerró la fase regular (antes del ascenso) en el mismo terreno de juego. En esa época, los cántabros eran los grandes dominadores de la categoría. Algo que, de momento, no se ha producido aún esta temporada, aunque todo camina por el buen camino. La excelente racha de seis victorias consecutivas podría ampliarse en caso de derrotar a los gallegos en O Vao.

Aunque el gran rival es el Racing de Ferrol, que ahora está a solo seis puntos de distancia, a falta de 20 encuentros por jugarse. Hay tiempo para conseguir la machada y acabar la fase regular en el deseado primer puesto. Y es que el que se corone campeón del Grupo I tiene más probabilidades que el resto de equipos del play off para ascender. Si el Racing acaba la fase regular primero, se jugará el ascenso a un duelo de ida y vuelta. Como en 2014, cuando el Llagostera fue el verdugo que permitió el regreso. Además, en caso de perder, aún tendría otra oportunidad, aunque mucho más compleja.

El último encuentro prenavideño, ante el Racing de Ferrol, dejó otra similitud. Los de Paco Fernández dieron un puñetazo en la mesa y dejaron tocado anímicamente a su principal rival, el Oviedo, con una espectacular victoria en el Carlos Tartiere. Hace dos semanas, los de Munitis lo reptieron, esta vez en El Sardinero, esta vez ante los ferrolanos. Aunque los gallegos no tienen pinta de que se vayan a ablandar.

Aun así, el Racing comienza 2016 cargado de optimismo, con la afición enchufada y con los fantasmas de la posible destitución de Pedro Munitis ya completamente difuminados. Los números no acompañaron al técnico verdiblanco en el inicio de campeonato. Eso, unido a una plantilla que ha tenido que conjuntarse a marcha forzadas, puso en peligro la continuidad del técnico cántabro. Pero Munitis se crece ante las adversidades. Es su principal seña de identidad. Él cree en el grupo y el grupo siempre creyó en él. Ahora todo va sobre ruedas, por eso los deseos del cuerpo técnico, directiva y futbolistas es conseguir el ascenso para regresar a Segunda, una categoría que permite unos ingresos económicos más altos y un nivel deportivo más acorde con la centenaria historia de la entidad.