Urquijo no justifica con facturas los gastos del Racing Primavera

Ambos declararon ante el juez Miguel Ángel Agüero, en calidad de investigados. La mañana fue «positiva» y productiva para el Racing. Al menos así lo hizo ver el abogado de la entidad santanderina, Javier Noriega, a su salida de la sala de vistas. «Veo cada vez más difícil que se archive el procedimiento. Si había indicios de la comisión de delitos societarios, no solo siguen existiendo, sino que se han reforzado», valoró. Con sensaciones similares terminó el actual presidente del club y abogado del colectivo de exfutbolistas en este caso. «Ya se ve muy cerca el final de la instrucción. En un corto plazo tal vez se pueda llevar a juicio a esta gente», afirmaba Manolo Higuera en referencia a Pernía yLavín, que ya declararon en su momento. Además de Higuera y Noriega, se personaron en las declaraciones el fiscal y el abogado de la Agrupación Unificada de Pequeños Accionistas, Pablo Mora.

El interrogatorio a Urquijo y Vergara versó prácticamente en su totalidad sobre el contrato como coordinador de las secciones inferiores de Urquijo y por la gestión de la escuela Racing Primavera que el club cántabro tuvo en la localidad brasileña de Indaiatuba. Un emplazamiento en el interior del país que el gestor de la academia fantasma justificó «para evitar las distracciones con las chicas y la playa». La acusación y el club colocan a ambos investigados en un distinto plano. Centran el tiro en Urquijo, antiguo responsable de la cantera. Tienen la percepción de que Vergara no tiene nada que ver ni ningún conocimiento del tema. Creen que ha debido comparecer, únicamente, como administrador de la sociedad Sport Rent Consulting que compartía con Urquijo y que facturaba al Racing todos los gastos de su filial carioca.

Durante cerca de tres horas, Iñaki Urquijo prestó declaración ante el magistrado y tiró balones fuera. No pudo justificar documentalmente los pagos que el Racing hizo a su empresa y argumentó que ese dinero fue destinado a hacer frente a «adelantos» que había tenido que realizar durante sus estancias en Brasil. En total, se le cuestionó por una cantidad cercana a los 500.000 euros en un periodo de apenas un año. Además, en sus respuestas, afirmó tener subcontratada la contabilidad con una empresa de cuyo nombre no pudo acordarse.

Respecto a su contrato, destacó que se le requirió para hacerse cargo de las secciones inferiores por sus méritos, porque afirma que el Racing no le debía nada. Pero los tribunales no tienen la misma opinión, ya que la vinculación entre el club y el técnico fue declarada en septiembre de 2014 y ratificada en febrero de 2015 como una simulación.

Urquijo sigue enrocado en que el Racing Primavera y su fábrica de futbolistas tenían opciones de ser un proyecto exitoso. «Solo con la venta de uno de los jugadores, se habría pagado el proyecto y se podría haber evitado el concurso de acreedores», afirmó. De hecho, insistió en que alguno de esas presuntas promesas que pasaron por el césped de Indaiatuba están en el punto de mira de equipos como el Real Madrid «y el Racing no los quiso».

El representante vasco también afirmó que no cobraba sueldo como gestor de la escuela y que acordó con el Racing una comisión del 20% de cada jugador del Racing Primavera que fuera traspasado. Y sobre las obras que supuestamente se realizaron en las instalaciones del club brasileño, aseguró que las hizo «el padre de un jugador» porque «así salía más barato y le pagaban en B, sin IVA».

Para Urquijo, solo con la venta de uno de los jugadores de entre 15 y 18 años que participaron en el proyecto Racing Primavera, se hubiera cubierto toda la inversión; y no dudó en ratificarse en su teoría de que por esta escuela pasaron jugadores que hoy están en el punto de mira de equipos de primer nivel.

Además, hizo hincapié en que dejó el proyecto en enero de 2008, meses después de ponerlo en marcha, porque «se negó a adelantar más dinero al Racing». Y apuntó que el objetivo del proyecto era «fabricar» jugadores y no pagar plusvalías comprándolos.

Por su parte, Vergara se limitó a decir no saber «nada de nada» acerca de los asuntos en cuestión y no estar en posesión de facturas al respecto. Alegó que simplemente se limitó a hacer lo que le pidió su «amigo» Urquijo «como favor» personal.

Portugal no declaró

Además, se acercó hasta Las Salesas el extécnico verdiblanco Miguel Ángel Portugal para comparecer en calidad de testigo. El actual entrenador del Valladolid, que acudió a la citación del juez tras dos intentos fallidos por motivos laborales una de las causas del largo retraso en el proceso, esperó pacientemente cerca de dos horas, pero al prolongarse tanto la declaración de Urquijo y con la de Vergara aún pendiente, acabó marchándose. En un principio, se espera que su interrogatorio se lleve a cabo, próximamente, a través de videoconferencia. El motivo de su intervención en el caso es para hablar sobre las presuntas comisiones habidas en el traspaso de Ezequiel Garay desde el Racing al Real Madrid.

El entrenador burgalés ya había dejado claro el mismo lunes a través de su cuenta de Twitter su intención de reafirmarse en su postura previa. Una postura en la que Portugal afirmó no entender el por qué de las comisiones, cuando el traspaso del central argentino fue negociado directamente por ambos clubes, sin la intervención aparente de intermediarios.

Las testificales de Urquijo y Vergara son las primeras desde el pasado mes de julio. Durante estos meses, el proceso ha estado paralizado en una situación que hasta el nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, Juan Ramón López del Moral, coincide en que debe resolverse a la mayor brevedad. En un corto espacio de tiempo, el juez Agüero debería decidir si ve indicios de delito y abre juicio o, por el contrario, archiva el caso.