El juicio en el que Lavín pide la nulidad de las juntas de 2014 se reanuda hoy

Harry y el Racing se vuelven a ver hoy las caras. El juicio mediante el que Ángel Lavín pretende que se anulen las juntas de accionistas del año 2014 se reanuda hoy, tras el aplazamiento producido el pasado mes de febrero. El proceso por el que el cual el expresidente verdiblanco quiere retrotraer la situación del club al 30 de enero de 2014, un día antes de que el racinguismo le arrebatase el asiento. La cita será a las 13.00 horas.

El juicio arrancó el pasado 17 de febrero, pero tras la declaración de varios testigos en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Santander, la vista se aplazó hasta hoy. El motivo fue la ausencia de dos testigos considerados necesarios por la parte demandante. El primero es quien fuera secretario del club bajo el mandato de Harry Carlos Ais; y el segundo, en su día presidente, tras el cese de Lavín, y actual presidente de honor del Racing, Juan Antonio Tuto Sañudo.

En aquella ocasión tampoco declaró el propio Ángel Lavín, aunque sí estuvo presente. El letrado verdiblanco en este caso es su propio presidente, Manolo Higuera, quien reconoció que Harry no se pronunció porque «su declaración dependía de mí y he renunciado a ella. Para evitar malestar personal. Es que no le quiero ni oír», señaló tajante Higuera. El mandatario verdiblanco señaló que este proceso es «otro palo en la rueda. Un obstáculo más. La demostración a la sociedad cántabra y al racinguismo de que los enemigos del Racing tienen cara y ojos».

Ángel Lavín y su compañero en el Consejo de Administración Manuel Ruiloba piden la anulación de dos juntas de accionistas. En concreto, la del 31 de enero, aquella sesión histórica el día después del no menos memorable plante de la Copa del Rey ante la Real Sociedad; y la del 13 de julio de 2014. Ambos presentaron una solicitud de práctica de Diligencias Preliminares y una demanda ante el Juzgado de lo Mercantil de Santander, el pasado 22 de enero de 2015, hace más de un año. En esos documentos adujeron que la anulación de la operación de la venta de acciones del Racing a Ahsan Alí Syed, con la que la titularidad regresaba a la empresa Dumviro propiedad de Jacobo Montalvo, no era algo firme, ya que no se había comunicado al supuesto magnate indio. «Pero creo que es algo indubitado de que esas acciones sí eran de Dumviro», afirmó ese día David González Pescador, uno de los testigos en el juicio y, además, consejero y secretario del club en la directiva que presidió Tuto Sañudo tras la salida de Lavín del Racing. «La propia empresa de Syed, WGA, reconoció que esas acciones eran de Dumviro y había incluso un escrito en el que desestimaba el recurso por esas acciones».

Testigos

González Pescador testificó en la vista junto a Alejandro López Tafall, secretario en aquella junta del 31 de enero de 2014; Raúl Serrano, uno de los consejeros salidos de esa junta; y José Gabriel Sainz de la Maza, el economista que junto a su hijo Gabriel fue uno de los artífices de la llegada a Santander de Onur Arslan, el administrador judicial holandés de WGA que acabó con la era de Harry en el Racing. En su intervención, González Pescador se afanó por explicar «la precariedad en la que estaba todo» esos días, la «amenaza grave que había con el principio de continuidad de la empresa», o sobre la ausencia de «claridad respecto a quiénes eran los administradores del Racing. Todo eso fue lo que llevó a tomar la decisión de que la junta se convocase judicialmente».

Consideraciones personales sobre Harry aparte, González Pescador abogado de profesión estimó que la demanda de Lavín y Ruiloba no es más que un intento de «forzar la interpretación de la norma para intentar evitar así gravísimas responsabilidades». Manolo Higuera tiene la convicción absoluta de que la demanda «se va a desestimar». El último episodio debería tener lugar hoy, con la declaración de Sañudo y de Ais y las conclusiones de un proceso que el Racing y el racinguismo confían en que sea la última vez que Ángel Lavín se cruza en su camino.

Después de más de dos años desde que el Racing quedó liberado, aún no ha logrado desvincularse totalmente de un convulso pasado reciente que le ha llevado a la precaria situación actual, tanto deportiva como económica.