"El pescado todavía no está vendido; queda un partido"

«Un partido auténtico de play off que nos sirve para prepararnos para él». Así definió ayer en entrenador del Racing, Pedro Munitis, antes de subir al autobús del equipo para regresar a Santander, un compromiso que el Racing tenía ganado hasta la recta final para ver cómo se le escapaba en los últimos minutos: «Cuando mejor estábamos hemos tenido la desgracia de encajar un gol de la manera que ha sido -en propia meta- para empatar el partido».

Sobre la falta o no en ese segundo tanto ferrolano, no quiso entrar en polémicas: «No lo veo bien. Es un balón que queda ahí muerto», dijo antes de definirlo como «un accidente». Lo mismo hizo con los insultos y momentos de tensión que vivió en el banquillo cuando el público se echó encima de todo el cuerpo técnico, suplentes y jugadores sustituidos: «Había mucho en juego; todo es entendible con la tensión que se vivía, pero lo que pasa en el campo queda en el campo. Con las pulsaciones tan altas todo el mundo se puede confundir; y ahí queda».

Pese a su evidente abatimiento, el del Barrio Pesquero trató de lanzar un mensaje optimista: «El pescado todavía no está vendido. Queda un ultimo partido y el Astorga -rival del Ferrol- se está jugando la permanencia. Vamos a tener fe e intentar ganar nuestro partido de casa, que es lo que nos toca. Aunque no dependemos de nosotros, tenemos que esperar a que ellos pinchen».

Además de agradecer el apoyo y el ánimo al millar de seguidores que acompañó al equipo a Galicia, el técnico quiso animar públicamente a sus futbolistas en un momento muy complicado: «Estoy muy contento con el equipo; hemos competido, sobre todo en la segunda parte, aunque en la primera sí que hemos tenido algunos desajustes que hemos podido corregir en el descanso». Todo esto para argumentar su «orgullo» por «entrenar a este grupo de tíos».