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Sergio Herrero
Domingo, 29 de mayo 2016, 08:05
«¿Y si el Racing remonta? Imagínate. Hay que estar allí, por si acaso», justificaba un aficionado verdiblanco el pasado jueves junto a las taquillas de los Campos de Sport de El Sardinero. Es el clavo ardiendo. La última esperanza. Esa que los racinguistas no ... pierden jamás. En Reus, después del 0-3 de la ida, estarán unos 250 seguidores cántabros en las gradas del Camp Nou Municipal de Reus. Por lo que pueda pasar. Se antoja prácticamente imposible, pero ya que el partido se ha de jugar, habrá que creer, al menos, hasta eso de las 20.00 horas. El ascenso directo a Segunda División está en juego. En el peor de los casos, en caso de confirmarse la derrota del Racing, siempre quedará la repesca. Una segunda oportunidad.
Pedro Munitis se agarra a «infinidad de casos» que se han dado en el fútbol. Como el Girona-Zaragoza de la pasada temporada, del play off de ascenso a Primera División.
Los catalanes se impusieron por 0-3 en La Romareda. El pescado parecía vendido. Sin embargo, los maños fueron capaces de endosar un 1-4 en Montilivi, que le dio el pase a los aragoneses. Un buen ejemplo a seguir. Lo complicado es hacer copia de ello. Mucho más romántico, por aquello de haber sido en blanco y negro y a orillas de la playa de El Sardinero, fue la remontada del Racing ante el Barcelona en la Copa allá por 1950. Del 4-1 de la ida, al 5-1 de la vuelta. Espejos en los que mirarse hay, como dice Munitis, «infinidad»de ellos.
El problema es que, además de que la derrota de hace siete días en los Campos de Sport ha dejado muy tocado al personal, en prácticamente ningún momento de la temporada el Racing ha dado sensación de ser capaz de completar una gesta de este tipo. Un equipo a impulsos, con poca consistencia, con más actitud que ideas... Pero llegados a este punto, nadie se olvida de la imprevisibilidad histórica del equipo cántabro. Capaz de lo mejor y lo peor. Quizá hoy toca la de cal.
Porque, aunque el Racing no culmine la remontada frente al Reus, el principal objetivo marcado por Pedro Munitis es «recuperar las buenas sensaciones y reencontrarnos con nosotros mismos». Levantar el ánimo del equipo de cara a una hipotética segunda ronda a la que seguiría una tercera del play off de ascenso. Un camino más largo pero, a estas alturas, más accesible. Para volver a la buena senda, lo principal es competir ante el Reus, luchar por la remontada hasta el último momento y, aunque no se logre la gesta, dejar una buena imagen. Un sabor de boca que deje patente que este equipo sí puede ascender.
El técnico verdiblanco, quizá de forma sincera o tratando de desviar la atención del rival, anunció el pasado jueves que su equipo no saltará al campo a tumba abierta a por la remontada. «Sería un error salir a lo loco desde el minuto 1. Seríamos incapaces de mantener ese ritmo», explicó. Noventa minutos pueden ser muy largos, pero tampoco conviene especular. El tiempo es limitado. «El partido nos lo irá dando», añadió ante los medios en la rueda de prensa previa al choque.
Una de las principales incógnitas es de qué forma afrontará el entrenador del Barrio Pesquero que vuelve al banquillo tras su sanción esta cita. El planteamiento. Si habrá cambios después del estrepitoso fracaso del pasado domingo o insistirá en la misma idea.
Todo apunta a que el Racing volverá al 4-4-2 que venía siendo más habitual, con Dani Rodríguez o Artiles en el volante izquierdo. La otra duda de los nombres elegidos para conformar el once es cuál de los hermanos San Emeterio ocupará el lateral derecho. Las únicas bajas del técnico verdiblanco para este partido son las de Francis, para quien el de Cáceres puede haber sido su último partido como racinguista, y Pumpido, que se ha quedado en Santander para acelerar su recuperación de cara a una hipotética segunda ronda del play off.
Mientras Munitis trata de levantar los ánimos de sus tropas, en el bando contrario, Natxo González intenta contener las emociones de sus futbolistas después del espectacular triunfo de Santander. «No nos conviene contagiarnos de la euforia», reconoció el entrenador vasco el viernes. Puede ser el principal problema de los catalanes. Quizá el único filón que el Racing pueda explotar. «Si nos ponemos por delante en el marcador, quizá les entren las dudas», dijo Munitis el jueves. El santanderino tiene la oportunidad de devolverle a su homólogo el «sopapo» que el Reus le dio al equipo cántabro ante 18.000 personas.
El técnico vasco contará con todos sus hombres, incluido Fran, que ha arrastrado molestias a lo largo de toda la semana. De todas formas, todo hace pensar que el entrenador rojinegro cambiará el libro de estilo para recibir al Racing y proteger la renta conseguida en el partido de ida. Salvo sorpresa, el máximo goleador reusense, Edgar Hernández, será titular en la tarde de hoy. Así, su equipo ganará en juego aéreo y tendrá una referencia clara en ataque si necesita apelar al fútbol directo.
Hoy muchos se acuerdan del Brujo. Él sabría qué hacer en un caso como éste. El hombre de los milagros verdiblanco. El espíritu de Nando Yosu. Hoy es un buen día para comprobar si el racinguismo aprendió sus lecciones o si se fueron con él. «¿Y si el Racing remonta?». Algunos ya han hecho sus promesas. Cortes de pelo, barbas afeitadas, peregrinaciones... Pocos se arrepentirán si, contra todo pronóstico, el Racing asciende a Segunda División esta tarde.
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