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Marcos Menocal
Domingo, 23 de octubre 2016, 07:58
Lo de hoy en El Toralín entre la Ponferradina y el Racing (17.00 horas), además de ser uno de los mejores partidos que se pueden jugar en la Segunda B, no deja de ser un guiño caprichoso; una travesura del destino y una jugada que por arte de birlibirloque ha superado cualquier imaginación. Pedro Munitis, el jugador más representativo del club verdiblanco en las últimas décadas, se marchó con la cabeza gacha al no ser capaz de ascender al equipo a Segunda como entrenador el pasado mes de junio. Y por obra de magia, cuatro meses después aparece en el banquillo rival, como máximo responsable de la Ponferradina y con la obligación de frenar el mejor arranque liguero del Racing de su historia. Toma esa. «¿Quién escribió esta novela?», declaró el pasado martes en su presentación en El Bierzo. Y tanto. Lo suyo con el Racing no deja de ser algo novelesco.
media entrada
Finalmente, algo más de 200 aficionados del Racing viajarán hoy a El Bierzo para presenciar en directo el partido de su equipo ante la Ponferradina. A primera hora partirá un autocar de la Peña San José y el resto de los seguidores acudirá de manera particular. Más de 170 entradas se vendieron en las taquillas de El Sardinero. El Toralín tiene capacidad para 8.500 espectadores y las previsiones del club leonés apuntan a que habrá alrededor de media entrada.Actualmente, la Ponferradina tiene 4.500 socios y confían en que el horario del partido (17.00 horas), el habitual para toda la temporada y que hasta hoy no había estrenado invite a los simpatizantes a acudir al estadio.
Esta tarde, la esmerada prosa de ese ejemplar al que se refirió Pedro sitúa la acción en el estadio de un recién descendido, la Ponferradina, que estrena entrenador y cuyos resultados no son nada convincentes; once puntos le separan de la cabeza. El antagonista de la historia es el Racing; líder invicto, con tan sólo tres goles encajados en nueve partidos y «con una trayectoria inmaculada», decía Ángel Viadero esta semana. De entrada, la batalla parece desnivelada, pero los renglones en el fútbol no se escriben siempre en línea recta. A este Racing parece que todo le sale bien; es alto y fuerte, como los caballeros que Don Quijote veía en sus múltiples alucinaciones. No pierde, practica un fútbol muy efectivo y las tres veces que le han marcado ha conseguido neutralizar los goles enemigos. La última contienda, ante el Tudelano, la ganó cuando ya tocaban retirada. La victoria guía al equipo. Por contra, su rival, la 'Ponfe', ha sumado cuatro triunfos, menos de la mitad de los partidos que ha jugado y eso en El Toralín ha puesto nervioso a todo el mundo. De alguna manera ninguno de los dos contendientes se puede permitir caer derrotado. Por eso, en el capítulo de esta tarde existen dos planteamientos; uno, el del Racing, que da continuidad a lo que ha hecho, ¿qué va a cambiar si todo le ha salido perfecto? Y otro, el de la Ponferradina, que lo cambiará todo. Viadero prepara las armaduras de los mismos once jugadores que ganaron el último partido en El Sardinero y tan sólo se plantea un cambio: el yelmo de Óscar Fernández tiene pinta de que se lo pondrá Caye Quintana. El andaluz formará pareja con Aquino en la delantera. El resto de soldados empiezan a sonar en Santander como una canción repetitiva: Iván Crespo, en portería;Córcoles, Llorca, Santamaría y Bontempo, en defensa; Peña y Sergio Ruiz, en el centro del campo y Héber Pena y César, en las bandas. Todo lo que se escape de este guión sería una sorpresa en la novela berziana. En cambio, en su oponente cambiarán los nombres de sus jugadores y hasta el sistema de juego. La fuerza de su enemigo intimida. Los goles de Aquino, pichichi de la categoría, y la velocidad de los extremos racinguistas, Pena y César, el primero en estado de gracia, le han arrancado las hojas al cuaderno de Munitis. El del Barrio Pesquero planea salir hoy al campo de batalla atrincherado bajo un muro de tres centrales y dos laterales de corto recorrido. No le ha dado mucho tiempo de preparar el partido y delante tendrá esta tarde a una máquina que funciona por inercia, por lo que más que proponer esperará que le propongan.
Sin sustos
A Viadero no le asusta nada, aunque avisa que «es el partido más difícil hasta la fecha». Su equipo funciona, lo ha demostrado y el de Canalejas no es de los que les gusta jugar a ser entrenador. No hay mejor manera que preparar a un grupo para la derrota, ganando. El pasado miércoles, off de récord, uno de los porteros reconocía sentirse muy a gusto en este equipo porque apenas «nos llegan». Real como la vida misma. La defensa funciona y hasta la fecha no ha mostardo ni una sola fisura. El regreso de Córcoles al lateral derecho le ha dado empaque y la pareja de centrales impone. Puestos a pedir, se demanda un aporte ofensivo más periódico de Bontempo en ataque, aunque quizás hoy a domicilio no sea el mejor capítulo para destacar. Tres goles en nueve partidos; un bagaje que no tiene parangón. El centro del campo, en construcción después de la desafortunada lesión de Granero, tampoco pierde ripio. Peña organiza y Sergio Ruiz recorre. Parece que se complementan y a partir de ellos el equipo construye. Peña será junto a Santamaría, de lo poco que Munitis conozca de su etapa como entrenador. En esta caprichosa novela de la que habla no hay nada que recuerde a la que él escribió con su puño y letra. Nada.
Del Racing, en León y probablemente en todos los campos del grupo temen el olfato goleador de Aquino. Inmejorable. El murciano pone la música y el equipo la letra. Es un terror para las zagas rivales; pelea, molesta, incordida y marca. Completo. Sin embargo, hoy las dimesiones del campo pueden ser propicias para que tome el mando Héber Pena. El gallego está un punto por encima del resto y en el juego tan abierto que ordena Viadero su presencia es ineludible. Munitis lo sabe, por eso hoy la Ponfe se arma en la retaguardia con cinco zagueros. Las guerras antiguas, además de los ejécitos más bravos, las ganaban los mejores estrategas. Munitis conoce al Racing, pero Viadero se sabe de memoria el juego de todos los equipos de la categoría. Sin embargo, el santanderino tenía estudiada de principio a fin a la Ponferradina, pero a tres días del partido le han cambiado al director de orquesta. Sorpresa. Cidoncha y Chabelo ocuparán el puesto de los sanciondaos Andy y Jonatan. El resto será un experimento con prisa que su enemigo pondrá en práctica para frenar al Racing y empezar con buen pie su nuevo trabajo. El planteamiento y el nudo de la novela es de lo más intrigante, al filo de las 18.45 llegará el final.
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