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Marcos Menocal
Viernes, 19 de mayo 2017, 07:18
"Me habéis metido en un lío", les recrimina entre risas Enrique Vedia, el presidente del Rayo Majadahonda, a sus jugadores. "Ponte guapo, presi", le contesta Ñoño, un gaditano de más de 1,85 metros que llegó a Madrid procedente del San Fernando de Tercera ... y que con esa gracia del sur se ha convertido en el alma del vestuario. Al mandatario le está superando la situación. "No doy abasto con el teléfono", admite resignado, aunque se le ve orgulloso. Nunca lo estuvo más en sus treinta años de presidencia.
"Esto de jugar con el Racing va a ser para nosotros la Champions. Es un sueño hecho realidad", reconoce a pie de campo, sobre la misma banda donde sus jugadores preparan el partido del domingo ante los cántabros. El secreto del éxito del Rayo Majadahonda viene de atrás; es fruto de la paciencia. "Esto es la historia interminable", añade Vedia, que hoy sonríe a la espera de recibir al Racing pero que hace tres décadas cogió un club en Segunda Regional, cuando la rivalidad con el Fuenlabrada, el Pozuelo, Las Rozas.... Los equipos de los barrios de al lado era lo único que importaba. Aquello fue creciendo y en la actualidad la entidad majariega tiene 24 equipos federados y más de 700 niños en una Escuela de Fútbol que es la verdadera esencia.
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El club cobra un canon del Atlético de Madrid y a cambio los colchoneros utilizan el Cerro del Espino
Vedia tiene origen cántabro por los cuatro costados. "Me apellido Vedia, que creo que es de Pedreña y Pesquera, de la zona de Reinosa", recuerda, aunque esa uve chirría un poco en el apellido, pero los abuelos de su padre vivieron por la zona. Curioso destino, porque además, tiene una hermana que vive en Maliaño. Su empeño durante todos estos años en los que las elecciones a presidente han sido un paseo militar, porque según él mismo admite "gano por incomparecencia; o lo hago muy bien o es que nadie quiere meterse en este marrón", ha logrado que este modesto club sea respetado en un Madrid donde la oferta futbolística está saturada.
El rival del Racing "es el conjunto con menos presupuesto de la Segunda B", insiste el mandatario que no duda en aportar datos. "El Rayo tiene un millón de euros para toda la entidad. De ello, 400.000 es el dinero destinado al primer equipo, la mitad para fichas". En el conjunto majariego hay futbolistas que cobran 200 euros al mes. Sin duda, el dinero no es el secreto del modesto éxito. O sí, ¿quién sabe? Los madrileños se han ganado la fama de cumplidores. "Aquí hemos conseguido que nuestros 500 euros valgan más que los 2.000 que prometen en otros sitios. Aquí se paga al día", afirma con rotundidad el presi, al que no dejan de hacerle bromas los jugadores y a quien no le deja de sonar el móvil. La confianza en los pagos y la cercanía con los ojeadores del Real Madrid, Atlético, Getafe, Rayo Vallecano... Son algunos de los argumentos que dotan de un plus añadido a un club familiar que esta semana es noticia a nivel nacional. A Vedia ahora le sobra tiempo para dedicarse al club; en los primeros años hacía malabarismos para compartir su labor como agente comercial farmacéutico y sus tareas como hombre orquesta en el Rayo.
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El presidente, Enrique Vedia, lleva 30 años en el cargo; cogió el equipo en Segunda Regional
El salto de calidad más significativo se dio hace algo más de veinte años, cuando el Atlético de Madrid se interesó por las Instalaciones del Cerro del Espino. Allí entrenaba el Rayo Majadahonda, en unos terrenos propios y a la vez municipales que el equipo utilizaba para sus necesidades. Al todopoderoso club colchonero aquel recinto le pareció perfecto y pronto llegó el acuerdo. Toda aquella negociación se gestó en la etapa en la que Jesús Gil fue presidente de los colchoneros. Desde entonces, los rojiblancos son el mecenas más importante de la más que modesta economía del Rayo. La entidad del Manzanares abona un canon anual pactado en su día que se suma a las aportaciones de los más de 700 niños de la escuela, además de "lo que rascan los directivos rifando esto y pidiendo aquello" y a todo tipo de torneos de fútbol, mus y diversas competiciones que se organizan para recaudar fondos. Una vida social atareada y a salto de mata, pero que fruto del buenhacer de una directiva se ha ganado el respeto de todos.
Ilustre cantera
De la cantera de este club han salido varios futbolistas que hoy compiten en Primera División. El primero y más celebre fue Pepe Reina, el hoy portero del Napoles, y que durante mucho tiempo lo fue de la selección española. Además del guardameta, Muñir (Valencia), Marcos Llorente (Alavés), Lucas Hernández (Atlético de Madrid), Arribas (Deportivo) y Teo Hernández (Atlético de Madrid cedido al Alavés) son algunos de los jugadores que se criaron en la casa. Precisamente, estas pequeñas hazañas le han permitido al Rayo cobrar ciertos derechos de formación y caminar con paso firme y "sin deberle nada a nadie".
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El presupuesto para el primer equipo es de 400.000 euros, la mitad destinado a las nóminas
Y después de esa senda de tres décadas, el fútbol le ha regalado esta semana un pasaporte a la inmortalidad. Eliminar a un histórico como el Racing da derecho a entrar en los libros y no se renuncia a nada. La plantilla majariega está dirigida por Antonio Iriondo, un técnico nacido en Moscú "por motivos familiares" y cuya trayectoria futbolística es más que extensa. Además de dirigir al Manchego, San Sebastián de los Reyes, San Fernando o Toledo, y al Rayo Majadahonda en dos etapas diferentes, también lo hizo al otro Rayo, al Vallecano, en Primera. A Majadahonda llegó esta vez procedente del San Fernando (Cádiz). Es un amante del fútbol de toque; su equipo combina, juega por abajo, aprovecha la velocidad de los extremos y pocas veces le da un patadón. Esas premisas convierten al rival del Racing en un conjunto con la ideas claras que asume riesgos, pero que no renuncia a su estilo.
Su organigrama técnico está plagado de ilustres; su director Deportivo es José María Movilla, exjugador del Atlético de Madrid, Málaga y Numancia, entre otros. La política de colaboración con el club colchonero le permite echar mano de jóvenes talentos y foguearlos por la Segunda B y eso también trae consigo que exjugadores rojiblancos se impliquen en el proyecto.
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La entidad tiene 24 equipos federados y más de 700 niños en la escuela de fútbol base
Como entrenador de porteros está Luis García, otro guardameta de los indios en Primera, aunque será más conocido por aquel gol que Messi le marcó al Getafe después de regatear a seis contrarios. Aquel gol, con el que el argentino pasará a la historia se lo marcó al entrenador de los porteros del Rayo Majadahonda. La plantilla está construida desde la modestia. Hay un extranjero, Tiago Alves, Portuga, que vino para probar y quedarse en el fútbol nacional y en ello está. Al principio de temporada también había un colombiano, Fabri, pero recibió una oferta atractiva del Servet suizo y abandonó el Cerro del Espino.
La media de edad es de 23 años, por eso la gran mayoría trabaja, además de jugar al fútbol. Es el caso del capitán, Oliva, que llegó del Parla hace cuatro años y que además de ser central en el Rayo trabaja en una empresa de aeronáutica. Otros son administrativos o repartidores. Por eso se entrena de noche. Cuando se puede. El jugador franquicia es Fidalgo, cedido por el Real Madrid y que "seguro que será futbolista de Primera División", asegura Vedia. Tiene 19 años y juega de media punta. "Le falta experiencia y peso, porque no supera los sesenta kilos. Cuando crezca será un crack", añade el mandatario. Ñoño y Carlitos llegaron del San Fernando de la mano del míster.
Nadie se lo quiere perder
Hay otros canteranos que después de hacer carrera en el fútbol han regresado al club en el que empezaron; es el caso de Portilla, que jugó en el Aris de Salónica con Héctor Cúper de entrenador, o de Aitor Núñez, que lo hizo en Primera con el Tenerife y ahora vuelve a soñar con su equipo. Este es el grupo que aporta la veteranía y que se rodea de un ejército de aspirantes a futbolistas con apenas edad para votar. Jorge de Frutos y Jasón son el ejemplo, estos jugadores de banda apenas tienen 18 años y proceden del equipo juvenil de División de Honor y ya participan de un cursillo de madurez acelerado. Lo mismo le ocurre a Álvaro Quintana, la perla del Cádiz. "Un futbolista diferente", añade el presidente. Se encuentra en calidad de cedido por los andaluces y ya ha sido pretendido por el Barcelona. Sus dos porteros, Basilio, el titular y José Ángel, el teórico suplente, son sinónimo de seguridad. Este último ha cubierto la baja del primero en las cuatro jornadas del final del campeonato debido a una lesión y su rendimiento le ha colocado como el referente para el domingo.
"No lo va a tener fácil el Racing", adelanta el presidente. "Este equipo lo que no tiene de experiencia lo suple corriendo", añade. En el vestuario del Rayo están de enhorabuena; todos querían al Racing. En sus más de cuarenta años de historia han subido tres veces a Segunda B; las dos primeras duraron un año, en la tercera están en disposición de ascender y darle un disgusto al Racing, un club que sólo en Primera tiene más temporadas que existencia su rival. El fútbol tiene estas cosas.
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