Los mil de Majadahonda

Las 1.001 restantes serán devueltas al Rayo Majadahonda para que los aficionados verdiblancos que se arriesguen a conseguir una a última hora tengan la opción de aportar su granita de arena desde las gradas del Cerro del Espino. No serán tantos como en otras grandes ocasiones, como el duelo de Liga ante la Cultural en el Reino de León en el que asistieron 5.000 cántabros, pero más de un millar es masa social suficiente como para que el Cerro del Espino, un estadio de 3.376 espectadores que no acostumbra a llenarse, se tiña de verdiblanco. La asistencia habitual en los compromisos del Rayo Majadahonda es de cerca de 300 aficionados, con lo que el estadio majariego se sentirá extraño con tanto foráneo con acento cántabro en sus asientos rojiblancos.

«No es una cifra muy grande pero es alta para lo que consiguen reunir otros clubes, incluidos equipos de Segunda División. No es nada fácil desplazar hasta Madrid a mil personas después de todo lo que ha pasado esta semana», opina Sonia Díaz. La presidenta de las peñas del Racing entiende la cifra «no tan alta» de entradas que se han vendido por dos motivos: el precio de 25 euros «no es de recibo» y el Rayo Majadahonda «no ha estado a la altura de las circunstancias a la ahora de organizar el partido».

Las acusaciones de Díaz bien merecen una explicación detallada. Sobre el precio de las localidades, la presidenta de las peñas racinguistas opina igual que el resto de la afición. «Me parece un robo que tengamos que pagar 25 euros cuando durante toda la temporada ver al Rayo Majadahonda costaba entre 10 y 15 euros».

Pero a la vista de los números, la afición no ha entrado por el aro para satisfacción de Díaz. «No podemos dejar que se aprovechen de que somos el coco de la categoría para que nos cobren tanto a los aficionados. Si vamos 3.000 a Madrid y pagamos estos precios, seguro que el siguiente equipo que nos toque también se intentará aprovechar». Pero el excesivo precio no es lo único que, según Díaz, ha frenado a la marea verde para llenar el Cerro del Espino. «Ha sido un caos de organización. Que si primero mando las entradas, que si luego los infantiles pagan, que después no, que los que paguen tiene que pasar por taquilla para retirar invitación...».

La presidenta de las peñas habla del club rival y de su manera de afrontar la organización de una eliminatoria que, en su opinión, le ha venido grande. «Es la primera vez que disputan una fase de ascenso y quizás no hayan sabido manejarlo», lamenta.

En el seno del Racing tampoco ha sentado bien la decisión del Rayo Majadahonda de fijar el precio más alto de todas las eliminatorias. Hasta tal punto ha sido el enfado que el club que dirige Manolo Higuera tiene claro el precio al que pondrá las entradas en El Sardinero para los aficionados majariegos. «No creo que vengan muchos pero es de justicia que los suyos también paguen 25 euros», explica Víctor Diego, vicepresidente del Racing.

A pesar de las restricciones del club rival, Diego considera que los 1.200 aficionados verdiblancos que calcula que irán al Cerro del Espino «es una cantidad importante para que el equipo se sienta arropado, como siempre lo ha estado, para afrontar este primer partido de la fase de ascenso».