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En octubre de 2020, el muro de contención de las Instalaciones de La Albericia se vino abajo. No pudo soportar el temporal y las abundantes lluvias caídas se llevaron por delante la estructura que linda con una zona de marismas ubicada entre los campos ... de entrenamiento y la autopista A-67.
Desde entonces el escenario es el mismo; no existe una construcción que separe las instalaciones deportivas de la zona, un tanto abandonada de matorrales donde la vegetación campa a sus anchas. Cuatro años después, la obra está en fase de contratación, una vez que quedase licitada en mayo de 2024. La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Santander aprobó el expediente de contratación con un presupuesto de 133.312 euros y un plazo de ejecución de dos meses. Han pasado dos años y otros casi cuatro meses más y sigue igual.
Este pasado lunes se reunió la Junta de Gobierno Local y en el punto cinco del día se adjudicó la obra a la segunda empresa que en su día se presentó al concurso, Rotedama Constructora, SL, después de que la adjudicataria, Rucecan, hubiera dejado pasar el tiempo necesario para afrontar la obra. Ahora, Rotedama debe cumplir con el cometido, eso sí, si le cuadran los números, ya que en su caso la oferta que presentó fue de poco más de 89.792 euros.
Dos años después, las labores pueden superar la cuantía y en ese caso podría ser el Consistorio el que completase la diferencia. Sin embargo, habrá que esperar para comprobar si finalmente se le trata de poner fin a la situación de precariedad del famoso muro o sigue la pelota de tejado en tejado.
Sea como fuere, lo cierto es que La Albericia sigue sin su muro y con el consiguiente peligro e incordio que conlleva. Peligro, como no puede ser de otra manera, por la cantidad de niños que entrenan diariamente en los campos y que transitan por el estrecho y angosto camino que rodea los terrenos de juego en la zona afectada. Tras la caída del muro, la zona ha quedado desnivelada y con una pendiente pronunciada, que acarrea una situación de vulnerabilidad para todo aquel que pase por allí. La situación empeora y aumenta el peligro con la llegada de las lluvias. Apenas un par de vallas metálicas de quita y pon anuncian al que visita las Instalaciones Nando Yosu de que algo anómalo ocurre por allí.
Eso en cuanto al peligro, de lo que no hay ninguna duda, por otro lado, es del incordio permanente que supone la inexistencia de un muro donde se sitúen las habituales redes que contengan los balones que por allí salen disparados. Cada vez que alguien se dispone a recuperar uno caído, debe someterse a un ejercicio de intrepidez y de aventura no exento de pericia; primero para encontrarlo entre la espesura de la vegetación y, después, para regresar sin que el barro le haya camuflado para el resto del entrenamiento.
Después de muchas vueltas y de negociaciones para la renovación del Convenio entre el Racing y el Ayuntamiento de Santander, finalmente, las obras fueron incluidas en el documento que fue firmado en 2022 entre ambas partes.
Al ser aprobado por la Junta de Gobierno Local, las decisiones están facultadas y tienen la suficiente independencia para ser tomadas por los propios miembros de la misma con la alcaldesa y la concejala de Deportes a la cabeza, sin la necesidad de acudir a las reuniones del Consejo Rector del Instituto Municipal de Deportes, que se reúne con una periodicidad de dos meses, salvo que por una situación extraordinaria se deba concertar con urgencia.
Finalmente, si Rotedama acepta el encargo, la vieja reivindicación de los usuarios, entre los que destacan los padres de los chavales y los propios responsables del Racing, -vieja porque ya ha hecho cuatro años- se vería cumplida. A la espera de acontecimientos.
Si el muro de La Albericia lleva cuatro años sin asomar, la construcción de las gradas de las instalaciones deportivas lleva un camino, si no similar, sí un tanto incierto. Después de una prácticamente nula relación entre el anterior propietario del Racing, el Grupo Pitma –hasta julio de 2023– y el anterior Ejecutivo, una vez que se produjo el cambio tanto en las oficinas de los Campos de Sport y en Peña Herbosa, Sebastian Ceria y Manolo Higuera y el nuevo Gobierno trataron de buscar una vinculación más patente.
En la primera reunión que mantuvieron los nuevos propietarios del Racing con la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, se reiteró por parte de esta el compromiso de seguir adelante con la ejecución de las obras –anunciadas por el anterior Ejecutivo, PRC-PSOE– para instalar dos nuevas gradas que han sido solicitadas por los usuarios en repetidas ocasiones. En estos momentos, las obras siguen en fase de contratación, ya que las empresas licitadoras no han cumplido con los requisitos necesarios para afrontarlas. El proceso ha pasado de la primera opción a la cuarta. Actualmente se está en el plazo legal para que acepte o renuncie. Mientras tanto, el recinto deportivo sigue sin otra de las viejas reivindicaciones de los responsables del Racing, por un lado, pero sobre todo de los padres de los jóvenes que entrenan y compiten en los campos y que cuando la lluvia aparece no tienen donde poder refugiarse. A la espera de una respuesta para su posterior puesta en marcha, el césped del campo 1 ya luce tras ser levantado y continúa su asentamiento para ser utilizado por el primer equipo.
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