Álvaro Mantilla continúa su proceso de recuperación

Lo del cántabro es un calvario con el que nadie contaba. Cierto es que parece que empieza a ver la luz, pero realmente pasan las semanas y nada cambia. Ahora mismo busca sacar la cabeza de su última recaída tras un mes de agosto para olvidar. Oficialmente había salido de la enfermería y con el alta médica y en menos de una semana volvió a lesionarse.

Fue una micro-rotura de fibras en los isquiotibiales de la pierna derecha. Eso fue lo que dijo el Racing al confirmar que el defensa volvía a tener que parar en un escueto parte médico. Se perdió el debut liguero con el Almería y desde entonces entrena con poca compañía. No levanta cabeza después de un año en el que sólo ha jugado tres partidos. Primero un hematoma en el recto anterior de la pierna derecha lo dejó casi dos meses de baja. Parecía que iba a ser algo menor, sin embargo nada más lejos de la realidad. El bíceps femoral de su pierna derecha le ha traído por el camino de la amargura. Se resintió en varias ocasiones, con recaídas que le dejaron fuera de combate hasta que llegó la pretemporada.

Su polivalencia, tanto de central como de lateral derecho, le permite ser un comodín. Y eso precisamente es lo que más echa de menos José Alberto, poder contar con un futbolista que es capaz de jugar en cualquier sitio. Eso es lo que echa en falta el míster, el aficionado extraña al camargués que representa buena parte de lo que ahora mismo está de moda. El Racing por el momento tiene cubierta la posición de lateral derecho con Michelin y Sangalli.