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Los protagonistas en el fútbol son los futbolistas y, sus fichajes, una de las mejores maneras de mover dinero. Eran tiempo de vino y rosas en El Sardinero y el racinguismo acabó con una borrachera importante. En la 2007-08, el club afrontó dos de ... los fichajes más caros de su historia: Memé Tchité y Ebi Smolarek. Aunque ambos podrían haber sido algo más baratos. Tanto en la incorporación del congoleño como en la del polaco, el Racing acordó sendos partidos amistosos, que pagó y que luego no disputó. Presuntamente, un millón de euros para el Anderlecht y 262.500 al Borussia Dortmund. Al club alemán, además, 562.500 euros por un supuesto «asesoramiento». La Acción Social argumenta que esto «pone claramente de manifiesto que se trataba de una mera apariencia, una simulación, ya que el Racing nunca recibió este tipo de servicios, ni tenía la menor justificación». 1.825.000 euros que se fueron al bolsillo de alguien.
Hay compras. Y hay ventas. Como la de Nikola Zigic al Valencia, en la que la empresa Meta Image SL percibió 841.000 euros como honorarios por la intervención en la operación. O la de Ezequiel Garay al Real Madrid, por la que se abonaron más 600.000 euros a intermediarios. Sin embargo, en una conversación vía mail entre el administrador judicial Santigo Ruiz y el entonces secretario técnico del Real Madrid, Miguel Ángel Portugal, en la que el técnico desconoce la intervención de terceros, «pero el Real Madrid se dirigió directamente, desde el principio, al Real Racing Club en la persona de su presidente, Francisco Pernía». Esa supuesta intermediación se produjo a través de la empresa Management Arior. Entre esa y otras mercantiles que perciben diversas comisiones, ya empiezan a aparecer nombres de representantes de cabecera de los okupas, como Arturo Ortega o el archiconocido Eugenio Botas. Este último, facturó años después (2012-13) 72.000 euros en concepto de asesoría a la dirección deportiva.
Jairo Samperio fue la última gran venta de Ángel Lavín y la que le supuso un gran problema con la Agencia Tributaria. Posteriormente el propio Racing acusó a Harry de desviar, presuntamente, 102.850 euros a través de la sociedad Pekedreams SL, que no aparece en el registro mercantil, por una presunta intermediación en la venta del futbolista al Sevilla.
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