Ángel Lavín se plantea ingresar en el CIS José Hierro de Candina

De momento, Ángel Lavín no ha adelantado su entrada en centro alguno. Según la acusación, el exmandatario verdiblanco tendría hasta el martes -incluido- para cumplir con el mandato judicial antes de ser puesto en busca y captura. Una vez ponga un pie en una institución penitenciaria, el reloj empezará a contar.

Si finalmente ingresa en el José Hierro, Lavín tendría que aguardar allí a ser clasificado. Un proceso que podría alargarse durante un mes y que depende de la propuesta de la junta de tratamiento y, definitivamente, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias de Cantabria declara el grado en el que se sitúa el preso. Todo apunta a que debería ser un segundo grado -salvo que la junta estime alguna circunstancia excepcional para colocarlo de inicio en un tercer grado, algo que no es descartable que intente buscar la defensa-, lo que llevaría a Harry destinado a El Dueso. Eso sí, con un mes ya cumplido de su condena y más cerca de una hipotética obtención del tercer grado. Ganar tiempo. Ese ha sido el mantra durante más de una década de proceso para Ángel Lavín y su mentor, Francisco Pernía.

El Centro de Inserción Social José Hierro fue inaugurado en octubre de 2009 por el entonces ministro del Interior, el cántabro Alfredo Pérez Rubalcaba. La instalación cuenta con habitaciones con capacidad para 99 internos, aunque también puede atender a otros reclusos que no tienen la obligación de pernoctar.

Cuando finalmente entre en prisión, será el primer dirigente del fútbol español entre rejas por delitos vinculados directamente a su gestión al mando de un club. Además de la condena de dos años y nueve meses que le fue impuesta, debe indemnizar al club con cerca de 280.000 euros por los daños y perjuicios causados durante su mandato entre 2012 y 2014. Más suerte corrió su promotor, Francisco Pernía, que logró una reducción de su condena suficiente como para no entrar en prisión.