Secciones
Servicios
Destacamos
Qué pena que no puedan guardarse los goles en algún almacén secreto para recurrir a ellos cuando se necesitan. Hoy ante el Granada vendría muy bien alguno de los seis que los racinguistas metieron al conjunto andaluz hace la friolera de setenta años. Deleitémonos con ... la fantasía de estar en los antiguos Campos de Sport contemplando un equipo de ensueño que acababa de finalizar la temporada 52-53 en Primera División y se disponía a jugar el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Generalísimo. Si no se creen lo de equipo de ensueño, lean la alineación que el Racing presentó en aquel encuentro: Ortega (Zamoruca), Marquitos, Barrenechea, Ruiz, Villita, Nando, Poli Revuelta, Rafael Alsúa, León, Martínez y Paco Gento.
El Granada, equipo entonces de Segunda División, fue el rival que le tocó en suerte al conjunto cántabro en la Copa. El primer partido se disputó en el estadio de Los Cármenes y los montañeses plantearon una defensa muy compacta que dificultó el avance del conjunto andaluz hacia la portería defendida por Ortega. No obstante, fueron los locales, en el minuto 10, quienes se adelantaron en el marcador por medio de Cea. En la segunda parte, la delantera granadina falló varias ocasiones y al final el Racing logró empatar gracias a un gol de Rafael Alsúa.
Con el buen resultado de empate a uno, regresarían los cántabros a Santander para hacer frente al partido de vuelta en El Sardinero que se disputó el 24 de mayo de 1953. No hubo color en este segundo encuentro, donde los racinguistas se impusieron por el resultado de 6-1.
El Granada jugó desde los primeros minutos con escasa preocupación defensiva, con una inclinación al ataque que moría en la zaga racinguista la mayoría de las veces, lo que permitía proyectar peligro con los contrataques a la meta andaluza. Esta circunstancia dio colorido y alegría al fútbol local en la primera parte, la más vistosa, en donde los racinguistas impusieron su ritmo.
Apenas habían trascurrido dos minutos de juego cuando el Racing ya tenía a su favor el primer gol, anotado por una jugada del defensa granadino Padilla, que al pretender despejar un remate de Alsúa a pase de Revuelta introdujo el balón en su propia portería. A los 21 minutos, un cambio de juego de Martínez lo recogió Alsúa. Desde el extremo, el guipuzcoano lanzó un centro por alto que León remató de cabeza para establecer el 2-0. Diez minutos después, llegaría el tercero, obra de un remate meteórico del joven Paco Gento, que al recibir de Alsúa se internó por la banda y al llegar al área lanzó un potente disparo que se coló por el ángulo opuesto. Un «gol de bandera», escribieron las crónicas.
Dos minutos más tarde, nuevamente Alsúa cedió a Martínez y este, desde la derecha, remató raso para el 4-0. El Racing continuó atacando y, tras anularse un gol a León por fuera de juego, el Granada está a punto de marcar en un remate de cabeza de Rueda al saque de un córner, pero antes de que acabara la primera parte fue el Racing quien aumentó la ventaja cuando Gento sacó de banda a Martínez, que cedió a Nando para que rematara cruzado el quinto de la tarde.
En la segunda parte los cántabros relajaron el ritmo pensando ya en la siguiente eliminatoria, pero en el minuto 9 anotaron el sexto por medio de Martínez, que desde la posición de delantero centro fusiló al guardameta adversario aprovechando un pase de León. El gol de la honrilla granadina llegó a los 15 minutos con un remate de Pintos.
Dicen las crónicas que el Granada, a pesar del resultado, tuvo una disposición de entusiasmo y buena voluntad, sin desmoralizarse en ningún momento, lo que favoreció el espectáculo deportivo.
En los cuartos de final, al Racing le tocó emparejarse con el Barcelona de Ladislao Kubala, que días antes se había proclamado campeón de Liga y se proclamaría poco después campeón de Copa. El partido de ida se jugó en Santander el 31 de mayo y el Racing venció por uno a cero. Gento volvió loco al defensa internacional Seguer, que no encontraba la forma de pararlo hasta que le hizo un clarísimo penalti cuando se iba solo, tras sortear a tres barcelonistas, hacia la portería. La falta máxima fue lanzada y convertida en gol por Ruiz.
El partido de vuelta, disputado en Barcelona el 4 de junio, mostró al equipo campeón en su salsa y exhibiendo sus prodigiosas individualidades. Ganó 3-0 y eliminó al Racing, pero los seis goles al Granada y el triunfo ante los campeones en Santander fueron una delicia. Qué pena que no puedan guardarse los goles para hoy.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.