Secciones
Servicios
Destacamos
Entró en la sala de prensa a grandes zancadas y con la cabeza gacha. Tanto que la barbilla casi le tocaba el cuello. Aritz Solabarrieta no tenía muchas ganas de hablar. Y apenas lo hizo en la tradicional rueda de prensa de los viernes ... previa al partido, que hoy duró tres minutos de reloj. El de mañana ante el Ebro en El Sardinero será el que ponga punto final a la temporada y también la última vez que el técnico vizcaíno ocupe el banquillo verdiblanco. Un encuentro que debe ser trascendental para Solabarrieta a pesar de no jugarse ya nada ninguno de los dos equipos, ya que ayer el entrenador se negó a responder a varias preguntas remitiendo de manera recurrente al choque ante el Ebro, un partido para el que presenta una convocatoria de 18 jugadores renunciando incluso a completarla con más futbolistas del Rayo Cantabria o del Juvenil, que Dani Martínez y Mirapeix, que sí estarán mañana en El Sardinero. La frase: «Mañana partido contra el Ebro», fue una constante. Una especie de mantra o de conjuro para repeler las preguntas de los periodistas. El 'me acojo a la quinta enmienda' que se usa en los juicios norteamericanos cuando no se quiere testificar.
El discurso del de Ondárroa fue unilateral y unidireccional. Si se le preguntaba qué balance personal hace de su estancia en el Racing: «Mañana partido contra el Ebro, último partido en casa, y repito intentar acabar con la mejor sensación posible es lo que vamos a intentar», era la respuesta. Si se le inquiría qué le parece la contratación de Guillermo Romo y si conocía su trayectoria, un lacónico y evasivo: «No tengo absolutamente nada que decir. Mañana partido contra el Ebro y nada más», resonaba en la sala. La misma respuesta si se quería saber si se le ha hecho largo el fin de temporada sin presión competitiva. Solabarrieta, emulando a Paco Umbral, se marcó un 'he venido a hablar de mi libro' harto de que le preguntasen lo que no quería contestar y respondió citando al Ebro: «No, mañana es el último día. Hoy hemos hecho el último entrenamiento. Mañana, el último partido ante el Ebro. Queremos acabar bien, con una victoria y a ver si somos capaces de conseguirlo», respondía. Y con la siguiente pregunta volvía a la carga. «A parte de ser el siguiente es el último. Jugamos en casa. El partido anterior no pudimos ganarlo y vamos a intentar hacerlo lo mejor posible para ganar».
Pero no todo fueron silencios y balones fuera, en la breve rueda de prensa Solabarrieta sí que respondió a tres cuestiones. El encuentro de mañana supondrá la despedida para varios jugadores verdiblancos. Cejudo, por ejemplo aparca su carrera como futbolista y colgará la botas en El Sardinero, y otros jugadores que llevan años en el equipo acaban contrato y es más que probable que ya no estén la próxima campaña, por lo que el de mañana será su último partido con la camiseta del Racing, y además en casa, por eso el vizcaíno les dará la oportunidad de despedirse ante la afición. «Hay que pensar en todo. Hay jugadores que no van a seguir y que creo que merecen una despedida como merecen, pero pensando siempre en ganar. Es cuestión de pensar un poco todo, pero dentro de la normalidad», señaló. En cuanto a si ya ha pactado la coreografía de cambios con la plantilla confesó que «más o menos sí lo tenemos decidido. Ya se verá mañana».
Noticia Relacionada
La convocatoria para esta jornada cuenta con 18 jugadores, entre ellos el central del Rayo Cantabria Mirapeix como novedad. «Ya ha venido con nosotros durante el año muchas veces. Es verdad que atrás tampoco tenemos mucha gente y viene por si ocurre cualquier cosa. Está preparado para jugar, que lo está. Por eso vino ayer y va a entrar mañana con nosotros en la lista», decía Solabarrieta para explicar qué ha visto en él. Y no habrá solo canteranos del Racing en el banquillo local, el visitante también contará con un activo de La Albericia, el central Juan Gutiérrez, cedido esta campaña al Ebro, que finalmente sí podrá disputar el partido ya que el propio Racing ha renunciado a la cláusula del miedo que pesaba sobre él, de 10.000 euros. «El club me preguntó el lunes y le dije que la decisión no es mía, es de ellos, pero que me parecía lógico y normal que pudiese jugar dentro de la normalidad y la naturalidad», comentó Solabarrieta. Después se levantó de la silla como si le quemase y abandonó la sala a toda prisa
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.