El Racing, a por el ascenso

Hace un tiempo, en una rueda de prensa posterior a un encuentro en los Campos de Sport, Guillermo Fernández Romo hablaba del libro que en ese momento tenía en la mesilla de noche: 'El poder del ahora', de Eckhart Tolle. Y ahora es cuando el Racing puede y debe amarrar el campeonato. Hágase.

La obra citada por el míster habla sobre el camino hacia la realización personal. Hacia «la iluminación». Dice Tolle en unas líneas que le encanta «la sencilla definición de la iluminación dada por Buda como 'el fin del sufrimiento'. No hay nada sobrehumano en esto, ¿cierto? ¿Pero qué queda cuando ya no hay sufrimiento?». Y en eso anda el racinguismo. Intentando dejar atrás la agonía para redescubrir –porque ya lo conoció– lo que hay más allá.

Con casi 22.000 espectadores en las gradas no hay excusas. Además, con la mitad del trabajo vale. Un empate verdiblanco este mediodía frente al Celta B dará paso a una fiesta que se prolongará durante horas, primero en el estadio y después por las calles de Santander. El ambiente en la parroquia está desatado y la plantilla ha tratado de evadirse –en la medida de lo posible, porque algunos futbolistas han reconocido que era muy complicado– de la euforia para mantener la ambición de esta segunda vuelta. Martillo pilón. 18 partidos sin perder y ocho triunfos consecutivos. En el vestuario quieren estirar la racha.

Por eso este sábado ya ha habido un aperitivo. Cientos de aficionados verdiblancos se dieron cita en la Preferencia Sur de los Campos de Sport para dar un último aliento a sus futbolistas de cara al partido de este domingo. Por si fuese necesario. Por si al Deportivo le daba por ganar este sábado. La relación entre la hinchada y el equipo de Romo pasa, sin duda, por su mejor momento. Y ojalá dure mucho.

Puede ser un día largo. Muy largo. Y eso será una buena noticia, porque significará que el «súperobjetivo», como lo llama el entrenador racinguista, se ha conseguido. Desde las nueve de la mañana ya habrá meneo por los alrededores de los Campos de Sport. Con esos problemas para aparcar en las inmediaciones del estadio de las grandes jornadas de fútbol en El Sardinero. Con ese siempre espectacular recibimiento al autobús verdiblanco a su llegada al templo. Miles de personas apostadas a los lados de la carretera. Con La Gradona fabricando el colorido y el ruido para empujar a los suyos y, de paso, amedrentar al rival. Vamos, que se viene una tremenda. Pero como decía Unai Medina hace unos días, «hay que rematar la faena». Un punto. Sólo un punto es suficiente.

Y así el Racing conseguirá el ascenso a Segunda División. El regreso al fútbol profesional. 'Apenas' dos años después del último paso por la categoría. Sin embargo, todo el racinguismo sabe que, como suele afirmar Romo, todo forma parte de un proceso y el salto debe ser para quedarse y no regresar al averno. No vale con hacer excursiones aisladas. Hay que echar raíces a todos los niveles.

Paso a paso. Lo dicho, lo primero, el ahora. Ysi el equipo cántabro gana o empata este domingo frente al Celta B, habrá éxtasis en los Campos de Sport. Comunión entre la grada y el terreno de juego, pero sin pasarse, porque las peñas han insistido durante toda la semana que no se produzca invasión del terreno de juego, para que todo pueda transcurrir con normalidad.

Del estadio la fiesta se trasladaría hasta la cercana fuente luminosa de El Sardinero. Un clásico de las celebraciones. Eso sí, no hay tiempo que perder y la afición ha previsto un corteo que camine hasta la céntrica Plaza de Pombo, donde la comitiva esperar la llegada de la plantilla, en autobús descapotado, entre las 16.30 y las 16.45 horas. A partir de ahí, todos juntos en comitiva, avanzarán hasta el Ayuntamiento, donde se producirán la tradicional subida al balcón y los discursos y cánticos de los protagonistas.

Y eso no será todo. Todavía habrá ganas para más, porque lo cierto es que la ocasión lo merece de verdad. Aquellos aficionados que no hayan tenido suficiente se citarán en el Río de la Pila, que se ha erigido como escenario para el tiempo extra de la posible celebración del ascenso a Segunda División.

Restará aún un mes más de competición por delante, pero el Racing ya tendría la mayor parte de los deberes hecha. Precisamente esa premura para disponer de su primera bola de torneo y la amplia distancia sobre el Deportivo en la cabeza de la tabla es lo que le da al racinguismo la capacidad de pensar que lo de este domingo será una fiesta. Porque existe la posibilidad de que el equipo verdiblanco pierda contra el Celta B. Y aunque cortaría bastante el rollo al personal, los de Romo se han ganado por méritos propios todas las oportunidades del mundo para certificar el ascenso.

Nada parece indicar que el ascenso se vaya a escapar. Sería el mayor desastre de la historia del fútbol, seguro. Habrá oportunidad de celebrar. La incógnita es cuándo. Y la verdad es que la de este domingo es una ocasión pintiparada: ya con la gente metida en canción y, sobre todo, en casa, en los Campos de Sport. La verdad es que últimamente este equipo consigue todo lo que se propone. Si es usted uno de los cerca de 22.000 elegidos, póngase sus mejores galas. Que el ascenso no le pille por sorpresa.