Del bache también se sale

Porque no habrá agujeros ni en el cosido nuevo césped de los Campos de Sport. Jugadores y técnicos ayer se agachaban, observaban, palpaban... Como asombrados ante el resultado después del patatal que era aquello hace apenas semana y media. «A partir de ahora dejaremos de hablar del campo», decía José Alberto el viernes. Parece ser que sí. El Huerto del Francés es un poco menos huerto.

Podía haber sido esta la primera defensa del liderato por parte del Racing desde que en la jornada 9 comenzó a abrir brecha con sus perseguidores. Sin embargo, el duelo directo entre tercero y segundo en el partido inaugural de la jornada terminó con victoria del primero sobre el segundo. Almería 1-0 Mirandés. Los andaluces se colocan a rebufo, pero aún están a dos puntos, con un partido más. Así que, pase lo que pase esta tarde, los de José Alberto seguirán siendo líderes. Pero, además, si son capaces de vencer, tendrán la posibilidad de aumentar su renta de nuevo a cinco unidades.

Para ello, los racinguistas tendrán dos enemigos. El primero, ellos mismos. Deben recuperar la identidad que les llevó hasta ahí arriba y que en los últimos encuentros ligueros han ido perdiendo paulatinamente hasta casi volverse trasparente en Granada. Tres tropiezos son multitud. Cuatro ya podrían empezar a hacer daño al ánimo.

Y luego está el Huesca, que no es comparsa. Un equipo al alza, con la flecha hacia arriba y con pocas y no muy vistosas virtudes pero sí muy claras y perfeccionadas. Poca posesión, buen manejo del bloque bajo, transiciones vertiginosas y mucha pólvora a balón parado. Con el exracinguista Patrick Soko, en su mejor momento desde que llegó a España, como punta de rayo.

Así que el Racing tendrá que buscar su retorno a la buena dinámica ante uno de esos rivales que se le suele atragantar. De los que se pertrechan atrás y no dejan hueco para las diabluras de los jugones verdiblancos en ataque. Otro reto más a superar. Nadie dijo que iba a ser fácil.

Una semana más, José Alberto tendrá que afrontar un nuevo partido con unas cuantas bajas. No estará el lesionado de larga duración Íñigo Sainz-Maza. Tampoco el convaleciente Pol Moreno. Ni los últimos en caer: Ekain y Aritz Aldasoro –aunque forzó la quinta amarilla y cumple un partido de sanción–. Quien sí estará será Manu Hernando, que ayer volvió al trabajo con el grupo sobre el flamante césped de los Campos de Sport.

La ausencia del mediocentro de Beasaín, unida a la del capitán, es la más traumática para el equipo, porque el doble pivote ha quedado muy mermado de efectivos. Del primer equipo sólo están disponibles Vencedor y Maguette Gueye. Y entra en la convocatoria, aún sin estrenar, el jugador del filial Mario Solórzano.

Atrás, la posible duda en el centro de la zaga con el citado Manu Hernando. Depende del estado del palentino, el míster podría tirar de Javi Castro. No es tan problemático, porque hay un recambio de absolutas garantías en la plantilla. Y, para las escenas peligrosas, ya está Álvaro Mantilla por aquí.

La línea de tres cuartos es poco amiga de cambios. Andrés Martín e Íñigo Vicente son irremplazables, aunque, como el equipo, llevan tres partidos lejos de su mejor nivel. Pablo Rodríguez tiene alguna opción más de reemplazo, aunque el canario suele partir en la pole de la titularidad.

Mientras tanto, en la delantera sí que se barrunta cambio. Juan Carlos Arana ya se encuentra a pleno rendimiento. Además, Karrikaburu no ha terminado de aprovechar del todo su opción. Ha coincidido con un momento en el que el equipo ha tenido una menor aportación ofensiva y tres partidos sin marcar. El navarro no ha estado mal, pero tampoco como para discutir a la competencia.

Un duelo, el de esta tarde ante el Huesca, en el que los Campos de Sport no estarán llenos. Algo que ya parece sorprendente. Aún así, habrá una fantástica entrada en el estadio de El Sardinero para recibir a un rival de la zona media de la clasificación, sin desplazamiento de seguidores visitantes y en una tarde diciembre.

Quizá haya algún bache más en este largo camino. ¿Quién sabe? Lo importante en estos casos no es el cuándo. Es relevante el cuánto. El cuánto dura la mala racha. Cuanto menos, mejor. Pero lo que es vital es el cómo. El cómo de reforzado se sale de los momentos de debilidad. Y la de hoy es una buena oportunidad para supervitaminarse y mineralizarse de cara al futuro.