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El Racing cumplirá su segunda semana sin poder contar con David Barral. El delantero estrella de la plantilla, que llegó en enero, se lesionó la ... pasada semana en el partido ante la Cultural de Durango y tras confirmarse la mala noticia, el futbolista continúa con su recuperación. El gaditano sufre: «Un edema, compatible con lesión muscular de grado I, en el sóleo de la pierna izquierda. Pendiente de evolución», según recogió el parte médico que el club emitió el pasado lunes, 25 de febrero.
Barral no apareció en el que el que el club reprodujo -se elabora uno cada semana- el día 18, justo 24 horas después de retirarse lesionado del campo del colista de la categoría. La razón a esta circunstancia se debió a que las primeras exploraciones invitaban a pensar que el jugador no padecía nada grave, a la espera de realizarse las pertinentes pruebas médicas para comprobar el alcance de su dolencia. Al persistir sus molestias se procedió y se diagnosticó. Una semana después sí figuraba como lesionado.
En la jornada de ayer, doce días después, el delantero realizó carrera continua y siguió un plan de trabajo específico al margen de sus compañeros. Hoy no estará en la lista que mañana viaje a Langreo y seguirá pendiente de su evolución de cara a la semana siguiente.
Manuel Cueli | Preparador físico
Su dolencia es delicada, sin ser alarmante ni mucho menos. Se localiza en un músculo muy activo y que soporta gran cantidad de trabajo. Apenas tiene descanso para la práctica, en este caso, del fútbol. «Es más difícil, más costosa su recuperación y requiere más cuidado», asegura Manuel Cueli, preparador físico y que durante muchos años perteneció al staff técnico del primer equipo del Racing. Su labor se centró, precisamente, en la recuperación de los futbolistas lesionados. «No es como un isquiotibial, por ejemplo», matizó.
Cueli señala que lo más importante en estos casos es seguir bien tres fases: «La primera, un diagnóstico preciso. La segunda, un buen tratamiento sobre la zona para sacar ese edema y, la tercera, un trabajo bien programado de fuerza excéntrica para que las fibras se regeneren perfectamente». Sin embargo, el preparador admite que en la recuperación de una lesión así «dependen muchos factores; el tipo de jugador, sus características musculares, la edad, la forma de cuidarse...».
Manuel Cueli | Preparador físico
En el caso de Barral -así como en todos los casos similares-, además de estas variantes que apunta el preparador físico, es evidente que incide fundamentalmente la dimensión de la posible rotura que apunta el parte médico del club. «No es lo mismo una pequeña roturita de medio centímetro que una de más de un centímetro». Los plazos de recuperación son un tanto orientativos, pero en principio deberían oscilar entre diez y veinte días.
Ahora bien, no siempre se cumplen los plazos. Cueli admite que «existen muchos jugadores que tienen una recuperación rapidísima; gente que se cuida, que trabaja y que tiene una facilidad para ello. Luego hay otros a los que les cuesta más. No son matemáticas». Lo que no niega es que la edad sea otro de los factores que influya directamente: «Claro que sí. No recupera lo mismo un veterano que un cadete o un juvenil».
En lo que insiste el preparador físico, apoyándose en las experiencias que el mismo tuvo con jugadores en Primera y Segunda División, es en la necesidad de ir sin prisa y con cautela: «Precipitarse es un error. A veces por correr mucho lo pones peor y más adelante puede la cosa empeorar. Se necesita sacar ese edema bien y luego a través de un trabajo excéntrico con peso fortalecer la zona para que las fibras no se regeneren como una pelota y se produzca una tirantez que pueda más adelante abrirse», afirma.
Por tanto, dado que el club no ha informado sobre el grado de rotura del futbolista ni tampoco de los plazos de recuperación -no lo hace por norma- es complicado ponerle fecha al regreso del gaditano. A tenor de los entrenamientos que está completando puede presumirse de que el delantero ha superado ya la primera fase de tratamiento de la lesión por medio de fisioterapia y afronta la segunda, en la que ya puede realizar carrera continua y un fortalecimiento de la zona con pesos. Hasta el momento, la bicicleta y todos aquellos aparatos que le hayan podido mantener activo aeróbicamente sin necesidad de impacto le habrán facilitado la recuperación; la bicicleta siempre es un aliado en estos casos. La siguiente será la de empezar a tocar el balón y potenciar el aspecto aeróbico antes de incorporarse al grupo. Lo primero, ver qué dice el parte médico del club el lunes.
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