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Unos cuantos años después de repartir abrazos, a Eduardo Galeano le dio por hablar de fútbol, como le corresponde, si se sigue fiel al tópico, a todo buen uruguayo. Lo hizo en 'El fútbol a sol y sombra', y ahí hablaba de todo. Del Flamengo, del Fluminese, del portero, del hincha, de la poética y, por supuesto, del gol: «El gol es el orgasmo del fútbol. Como el orgasmo, el gol es cada vez menos frecuente en la vida moderna. Hace medio siglo, era raro que un partido terminara sin goles: 0 a 0, dos bocas abiertas, dos bostezos. Ahora, los once jugadores se pasan todo el partido colgados del travesaño, dedicados a evitar los goles y sin tiempo para hacerlos».
El Racing sabe bien que esas palabras son sabias, porque solo hay una cosa que se echa más de menos que lo que nunca se ha tenido: lo que se ha perdido. Y la lesión de Dani Aquino, buque insignia, jugador franquicia y máximo goleador verdiblanco, le ha dejado huérfano de gol. Él solo ha anotado siete de los 16 que han marcado los cántabros en Liga. Solo Óscar, con cuatro, se le acerca desde el puesto de interior derecho o como improvisado mediapunta ocasional. Sus recambios, Juanjo, César Díaz y Pau Miguélez, suman juntos un solo tanto. No será porque les falte currículum, pero sí algo de puntería. La misma que aspira a demostrar Víctor Badiola, que ya debutó hace dos semanas en Mieres y aspira a tener de nuevo algunos minutos. Como a buen seguro lo imagina Musy, otro canterano a quien Ángel Viadero incluyó ayer por sorpresa en la lista de 19 convocados, de la que tendrá que descartar hoy a un futbolista.
El Racing se enfrenta esta tarde (17.00) horas a Osasuna B en Tajonar, las instalaciones de entrenamiento del primer equipo que sirven a su vez de feudo para el filial rojillo, al que visita por segundo año consecutivo. Lo hace de nuevo con una alineación con muchos cántabros y todavía condicionada por las lesiones (en especial la de Aquino), pero en la que alguno de los recambios de urgencia se ha consolidado para ser de nuevo titular, caso de Sergio en el lateral derecho y Granero, que seguirá como central.
Pero lo que preocupa es el orgasmo del fútbol. Un orgasmo hipotético y silencioso, porque de alcanzarlo el Racing lo celebrará solo después de que Osasuna haya decidido no vender entradas para el partido aduciendo motivos de seguridad, pero un orgasmo al fin y al cabo: el del gol. Pau Miguélez, el único que parece tener el puesto asegurado, César Díaz y Juanjo se disputan las dos plazas en la delantera, con Badiola como recambio. Es el póquer con el que Ángel Viadero tratará de olvidar a Aquino. Ellos lo saben y son conscientes de su responsabilidad, en unos casos, y de la oportunidad que significa en otros.
«Somos un equipo y entre todos tenemos que suplir las bajas que haya cada jornada. Mi experiencia me dice que para conseguir el ascenso va a ser necesario que todos estemos a nuestro mejor nivel porque la temporada es larga y siempre puede haber contratiempos en forma de lesión o sanción», explica Juanjo, un futbolista regresado para ser una de las referencias del equipo. En realidad, para formar junto a Aquino una pareja de lujo para la Segunda División B. Todavía no se ha asentado y los nervios y la presión le han llevado durante tres semanas al banquillo, pero su fichaje era un viejo objetivo de un Racing que no puede permitirse desdeñar a un futbolista que le debe dar presencia y experiencia y que, de paso, es el único delantero que se ha estrenado al margen del propio Aquino.
No lo ha hecho el polivalente César Díaz, que echa mano del manual para explicar que «es cierto que hasta el momento Dani Aquino está llevando junto a Oscar el protagonismo del gol, pero estoy seguro de que el resto de delanteros vamos a mejorar nuestros números. En la plantilla hay gente con experiencia y calidad contrastada y de abajo vienen jugadores que van a ser muy importantes de cara al futuro, pero que ya están aportando en este presente como se está viendo».
Quien salvo sorpresa mayúscula será titular en Pamplona es Pau Miguélez, que sabe de la oportunidad que esto significa y la responsabilidad que trae consigo: «Todos intentamos marcar y hacerlo bien pero unas veces entran y otras no. Al final acabaremos sumando más goles. Trabajo para ser titular pero tengo otros compañeros que lo pueden hacer igual de bien o mejor, y al final todos queremos jugar».
Sin esa carga de exigencia verá el partido desde el banquillo Víctor Badiola, que tras su debut en Liga en Mieres está «muy ilusionado por continuar en las convocatorias del primer equipo», aunque mantiene «los pies en el suelo», consciente de que es «jugador del filial». «Mi objetivo es seguir aprendiendo, sobre todo de los compañeros que más experiencia tienen, y tratar de aprovechar al máximo las oportunidades que tenga», explica el canterano, una apuesta personal del entrenador del filial, José Moratón, que ha apadrinado su ascenso al primer equipo ante Ángel Viadero.
Ellos tendrán la responsabilidad de reencontrar con el gol a un equipo del que se ha quedado fuera el lesionado Álex García, como puede hacerlo un Quique Rivero que ha entrado en la convocatoria, pero que aún con molestias puede ser el descarte.
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