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Paciencia. Ese es el mantra con el que inaugura José Alberto López la pretemporada. Paciencia con el mercado de fichajes; paciencia con los chavales que saldrán hoy a los Campos de Sport en el primer amistoso del verano; paciencia para ver cómo el equipo crece ... a lo largo del mes de agosto. La necesaria para construir el que el técnico, como el club, su entorno y su masa social, aspiran a que sea un año de «crecimiento», y no solo en lo deportivo. Pero también con otra consigna: olvidar el curso pasado. No quiere que pese su recuerdo ni que las expectativas creadas y después frustradas puedan abrumar o generar una tensión difícil de gestionar.
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«Es importante que borremos de nuestras cabezas la temporada pasada. Empieza una nueva que va a ser mi séptima en Segunda División y estoy ilusionado, porque creo que el equipo va a ser otra vez competitivo, con la mentalidad de intentar ganar cada partido, pero borrando ya lo anterior; poniendo el chip de la temporada 24-25».
El técnico cuenta por ahora con dos refuerzos: Unai Vencedor y Javi Castro, frente a las diez bajas que anunció en junio, pero no es algo que inquieta a JAL. «Aunque sí hay algunos equipos que han hecho muchas incorporaciones, tampoco veo mucho movimiento en el mercado; todos estamos en situaciones similares. El mercado se irá acelerando ahora, con el inicio de los entrenamientos y parará, como todos los años, hasta las dos últimas semanas». De ahí lo de la paciencia: «Estamos intentando traer jugadores que nos ayuden a seguir creciendo y no siempre son operaciones sencillas». «El mercado te pone en su sitio. Puedes elegir a un futbolista, pero que el elija otro destino», reflexiona.
«Ya llevo bastante en esto, sé como funciona y he tenido pretemporadas en las que he empezado con seis jugadores del primer equipo, así que me preocupa más bien poco –insistía ayer, consciente de la inquietud existente y ante la repetición de la pregunta–. Claro que prefiero tener a los jugadores antes, pero no tenemos que tener prisa, sino ser pacientes y traer a los mejores jugadores posibles. Lo importante es que la gente se dé cuenta de lo que estamos haciendo, de lo que queremos construir y que nuestra idea es seguir creciendo como equipo y como club. Y eso a veces requiere tiempo».
«Evidentemente, si me preguntáis, quiero tener a todos mañana aquí, porque cuando más tiempo tengamos los entrenadores para acoplar los refuerzos al equipo, mejor –repetía–, pero lo importante no es la pretemporada, sino a partir de la jornada uno».
El primera partido de hoy frente al Alavés será, por la propia concepción que tiene unja pretemporada y por la escasez de jugadores, una oportunidad para que los canteranos comiencen a foguearse y dejarse ver. Y José Alberto no se baja de su discurso: «Mañana –por hoy– hay que tener paciencia con el equipo. Va a haber gente joven, del filial y en edad juvenil, ante un rival de Primera División y más rodado», lo que no es óbice para «hacer ya las cosas bien desde el primer partido».
«En cuanto a la gente joven –decía generalizando, aunque se le preguntó expresamente por Neco Celorio– hay una cosa muy clara: conocemos muy bien a todos, si algo se me da bien es optimizar y sacar el máximo rendimiento de chavales y ellos son los que van a marcar el minutaje que tengan en el primer equipo. Lo único que voy a mirar es el rendimiento. Queremos que sus capacidades aumenten, que conozcan el fútbol profesional, que es muy diferente al fútbol base, y que se vayan ganado su sitio. Después, los minutos que tengan los van a marcar su desempeño y rendimiento».
El técnico ha tenido una semana, desde que el pasado día 11 arrancó la pretemporada, para comenzar la puesta a punto de la plantilla. «La gente ha venido bien y ahora se empieza a ver el trabajo del fin de semana, cuando apretamos un poco las tuercas», analiza.
También ha tenido tiempo para comenzar la adaptación de las dos novedades. Para «ir conociéndonos mutuamente». «Sus condiciones –explica– las sabemos bien. Javi es un central rápido que tiene gran actitud y mentalidad defensiva, lo que es muy importante para un jugador de la última línea, y Unai es un futbolista que tiene que dar continuidad al juego, con capacidad para asociarse y jugar con las dos piernas. Todavía están lejos del nivel que queremos, pero falta mucha gente por venir y el nivel del equipo irá incrementándose con las llegadas y el paso por las semanas, con la exigencia que iremos incrementando conforme se aproxime la competición».
Está también pendientes de la evolución de dos futbolistas que arrastran molestias desde el curso pasado: Álvaro Mantilla –en su caso una lesión que le hizo perderse los últimos partidos– e Íñigo Vicente, que ayer salió ya al césped de los Campos de Sport.
«Los dos van muy bien y ya han trabajado a la vez con el equipo», explica JAL. «Con Mantilla quisimos tener una readaptación con calma para ir integrándole a partir de la próxima semana. En el caso de Íñigo Vicente, la lesión era más grave de lo que pensábamos en un principio y requiere más tiempo del que creíamos cuando se fue de vacaciones; por eso tenemos precaución». Recuerda que «son dos jugadores importantes para el equipo, que han jugado muchos minutos la temporada pasada y hacer un trabajo extra les va a venir bien para entrar en el equipo con más garantías, pero hay que estar tranquilos. Irán entrando en las próximas semanas. Lo más importante es que se encuentran bien y tienen buenas sensaciones». Lo que será difícil es verles hoy.
Antes de despedirse, el técnico dejó una novedad: el sistema no es innegociable, sino que lo adaptará a la plantilla que finalmente se arme. La salida de Peque y el trabajo para encontrarle sustituto pueden condicionar el juego, lo que no le supone un problema.
«Peque ya no va a estar y es difícil conseguir un jugador que nos vuelva a dar el rendimiento que nos dio la temporada pasada. El sustituto puede ser un diez o puede haber un cambio de sistema. Los sistemas los van a marcar las características de los jugadores que tengamos. Si el mercado nos dice que no encontramos el diez que queremos, podemos valorar jugar con línea de cinco, con tres por dentro, con tres puntas arribar... La estructura que ayude a que nuestros jugadores tengan el mejor rendimiento posible».
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