La calculadora de la permanencia

Hay dos certezas. Si el equipo de José Alberto vence el domingo al Eibar, los demás pueden decir misa. Permanencia. Esa es la primera. La otra, que pase lo que pase hoy en Málaga -21.00 horas-, los verdiblancos saltarán mañana al césped con la salvación aún por certificarse. Si los andaluces -a ocho puntos más la diferencia de goles perdida- no vencen en La Rosaleda a un Mirandés que ya no se juega más que algún puesto más alto en la clasificación, serán automáticamente equipo de Primera RFEF.

Y así el Racing eliminaría a un enemigo, a su mayor enemigo, pero aún le quedaría una remotísima oportunidad de permanencia a una Ponferradina que juega después del conjunto cántabro. Si los verdiblancos pierden todo y los bercianos ganan lo que les queda, empezando por su enfrentamiento de mañana -18.30 horas- en Huesca, empatarían a puntos. La diferencia de goles particular la tienen empatada. Y la general es muy favorable a los de José Alberto, con trece tantos de renta, pero... No se podría dar todo el pescado por vendido.

Claro, si el Málaga no gana y el Racing empata, ya estaría completo el objetivo, ya que la Ponferradina, a nueve de distancia a día de hoy, ya no tendría opciones con nueve por disputar. Ese puntuco ante el Eibar no sería definitivo si el cuadro andaluz vence al Mirandés. No al menos hasta comprobar qué hace el Villarreal B en su visita a la Unión Deportiva Las Palmas -domingo, 21.00 horas-. ¿Por qué? Porque un triple empate con el filial castellonense y el Málaga mandaría a los verdiblancos al abismo, después de haber perdido ambos encuentros -0-2 en los Campos de Sport y 2-1 en La Cerámica-. En caso de triples empates con Málaga y otro de los rivales que andan por ahí, como Huesca, Sporting, Zaragoza o Leganés, favorecerían a los santanderinos. Y por contar todas las carambolas, en caso de cuádruples, quintúples o más empates, habría que echar cuentas, pero al Racing el que le perjudica siempre es el Villarreal B. Aunque ahí ya habría conbinaciones en las que los cántabros se salvarían a pesar de los amarillos.

La de esta semana será la segunda oportunidad matemática del Racing para lograr la permanencia matemática en Segunda División. La pasada jornada, los de José Alberto tenían que ganar en Miranda de Ebro y esperar a que el Málaga no venciese en su visita a la Ponferradina. Sin embargo, como lo de Anduva terminó en empate, el segundo requisito no sirvió de nada.

Esta vez, el conjunto cántabro lo tiene un poquito más cerca y depende de sí mismo, aunque visita Santander uno de los grandes favoritos al título liguero. Aún así, hasta la derrota le podría servir al Racing si Málaga y Ponferradina no logran los tres puntos. Le arrastraría la pura inercia. Y si no se cumple ninguna de las variantes necesarias para finiquitar la ansiada permanencia, los verdiblancos aún tendrán dos jornadas más -Oviedo, fuera, y Cartagena, en casa- para hacer buena su amplia ventaja.