«El calor es el mayor temor que tengo»

Para el profano, se diría que el campo es ahora mismo el sueño de un futbolista. «Para el fútbol está muy bien. Tupido está». Marcos Alberi (Santander, 1973), lleva encargado del mantenimiento del césped de los Campos de Sport la friolera de 18 años. Casi siempre en solitario. Por eso, nadie mejor que él conoce cómo está el lugar sobre el que el Racing debe cimentar de forma mayoritaria -los verdiblancos jugarán seis partidos en casa y cinco fuera- sus opciones de permanencia. El gran experto matiza un poco tanta perfección a primera vista. «Le falta un poco de color. Pero ya le hemos echado abono esta semana». Muchas veces, «la apariencia no va con el estado del campo», matiza.

Lo inusual de este final de temporada hace que los planteamientos usuales de Marcos en otras campañas sean ahora una incógnita. «En cuanto al crecimiento de la raíz, en primavera hay un pico de crecimiento para arriba. Desde mayo, decrece». Algo que es vital para un césped fuerte «y que no se levante. Los campos no sufren por arriba, sino por abajo, por la raíz». Pero el mayor temor de Marcos Alberi es «el calor» propio de los meses en los que se va a jugar. «Ahora no son fechas malas, pero de julio en adelante...». El responsable del mantenimiento del césped de los Campos de Sport recela de un no tan extraño día de verano en el que «caiga un chaparrón a media mañana y luego, haga veintitantos grados. Eso cuece la hierba». Además del calor, otra amenaza son las enfermedades que pueda sufrir algo que no deja de ser un organismo vivo, como el «fusarium, dollar, antracnosis, hilo rojo...». Lo que jugará a favor es que en estas fechas «el campo también se recuperaría más rápido» que en invierno.

LaLiga, que vela para que las condiciones de los campos de los 42 clubes que la integran «sean muy parecidas», tiene también un responsable en esta parcela al que acudir en caso de que esta situación nueva plantée algún interrogante que cueste resolver. «Pedro Fernández-Bolaños es el que lleva el tema de los campos en la Liga. Se ocupó en su día del Bernabéu. Tiene muchos conocimientos y está en contacto con todos los clubes». Nadie más indicado para resolver dudas o para poner en contacto con responsables de mantenimiento de césped en clubes por ejemplo del sur de España, más que acostumbrados a soportar calor ya a estas alturas del año. A Pedro le deben los clubes «que nos pudiésemos ocupar del mantenimiento de los campos en los días más duros del confinamiento. Encontró un resquicio en el que se nos consideraba una actividad esencial», resalta con alivio Marcos Alberi. Dos semanas de descuido en su 'prao' hubiesen podido traer malas consecuencias.

Con dos partidos en apenas siete días, Alberi no tendrá ni un minuto que perder. Tras el partido, lo primero que hay que hacer es «reparar el campo entero. Todos los 'levantados', para ponerlos en su sitio». Esa labor le llevará una jornada completa. Después, llegará la siega, en la que también se descubre alguno de esos 'levantados'. Alberi prefiere segar «prácticamente todos los días» que dejar algo más de tiempo y cortar más. Sobre todo ahora en verano, mientras que en invierno se puede «espaciar más» la siega. LaLiga estipula que la altura del césped debe estar entre los 20 y los 30 milímetros de altura. «Nosotros solemos jugar con una altura de 22 milímetros».

En los ya 18 años que lleva como responsable del mantenimiento del césped de los Campos de Sport, Alberi ha visto evolucionar el cuidado en los campos de fútbol. «He visto de todo», reconoce con una sonrisa. «El fútbol ha cambiado y eso también se ha reflejado en el césped. Mejores materiales, mejores maquinarias... Por ejemplo, ya no se ve barro en los campos. Antes, las semillas igual tardaban una semana en prender y ahora, prenden en dos días». Al mayor cuidado de su campo ha ayudado que el Racing lo utiliza casi para lo imprescindible. «Antiguamente se entrenaba mucho en el estadio. Jueves, viernes, sábado y luego, el partido. Ahora apenas se usa un día entre semana, además del encuentro en sí».

A lo que está más que acostumbrado Marcos Alberi es a una sensación de lo más extraña. Un estadio totalmente en silencio. El primer día de la semana, que generalmente ha precedido a un día de fútbol, la sensación es rara, «al contraponer el bullicio de un partido con ese silencio», añade entre risas. A esa tranquilidad de su oficina verde y al aire libre está «más que habituado». Y aunque los jugadores conocen la sensación por los entrenamientos que hacen regularmente en los Campos de Sport, Alberi no deja de recordar una cosa a tener en cuenta si se juega -en principio todo hace pensar que sí- a puerta cerrada. «Se oirá todo», añade el responsable del tapete verdiblanco.

Riego, siegas, tratamientos... En todos estos meses de confinamiento Marcos Alberi no ha dejado de mimar el césped de los Campos de Sport. Y no le importará lo más mínimo estropearlo tras el partido ante el Rayo Vallecano. El último. «A ver si celebramos una buena fiesta sobre el campo porque nos hemos quedado en Segunda».