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Alfredo Pérez (Torrelavega, 27 de octubre de 1969) es el menos futbolero de los dos patrones del Racing, pero el que más cómodo se mueve ... en la primera línea. Su socio Pedro Ortiz (Santander, 6 de abril de 1969) prefiere mantener un perfil más discreto, aunque su pasión por el Racing le lleva muy a menudo a La Albericia. Juntos han construido el Grupo Pitma y gobiernan desde hace casi dos años el club, con el que han vivido el éxito y la incertidumbre deportiva mientras gestionaban la ruina. La misma que heredaron sus antecesores tras la Era Okupa. Ahora, conscientes del divorcio que se fraguaba en entorno y masa social, han decidido cambiar en parte el modelo de gestión mientras renuevan su compromiso, independientemente de la categoría.
-Tercer entrenador en cinco meses. Una situación complicada...
-Sí, aunque ya sabíamos que la temporada iba a ser muy difícil. Confiábamos en el proyecto de Iván Ania, que nos subió a Segunda, pero no terminó de funcionar. Después la apuesta por Cristóbal fue clara: un entrenador con experiencia y ganas, pero la realidad también es contundente. Con Oltra la diferencia es considerable. Tiene una experiencia demostrada y ha decidido subirse de inmediato a nuestro proyecto, que creemos viable.
-¿Y en Segunda B? La realidad es tan contundente que el descenso es la hipótesis más probable...
-Hay una cosa que me llama la atención del fútbol, y es la falta de memoria. La situación del Racing está hoy a años luz de la que era hace cuatro años. Y la situación de este Racing en Segunda B el año que viene estaría también a años luz. Si no hay permanencia estaremos en Segunda B, pero muchísimo mejor, como sociedad, que hace cuatro años.
-¿En caso de descenso asumirá el Grupo Pitma el pago del último pago concursal, que supera los cinco millones de euros?
-Tendremos que hacer ese esfuerzo.
-¿Por qué ha dimitido Cristóbal?
-Yo creo que esa pregunta se la tenéis que hacer a él.
-¿Y por qué la ha aceptado el Racing?
-Porque tener a un entrenador que te plantea la dimisión es tener a alguien que no se ve con fuerzas para dirigir el proyecto. Solo queda aceptarla.
-¿Ha habido discrepancias internas o personales del entrenador con otros miembros del equipo?
-No. Semanalmente hay comidas con el director deportivo, el entrenador, el segundo, Pedro y yo, y en ellas se debate. Hubiéramos sido testigos. Queremos estar muy cerca en esta segunda etapa que hemos abierto.
-¿Y cómo se explica entonces que el mismo entrenador que acepta hace dos meses y medio dirigir el equipo de pronto dimita?
-A mí me cuesta entenderlo; no lo podría explicar, pero cada persona es un mundo.
-Hábleme de esa segunda etapa.
-Algunas decisiones que tomamos, propuestas por nuestros entrenadores, directores y personal, y que asumimos como club, no fueron acertadas. Estamos cambiando las cosas en las que no hemos acertado porque no han aportado nada y en algunos casos incluso han sido contraproducentes. Al final es adaptarse al sentido común, que a veces era contrario a lo que nos decían que era lo mejor para el equipo.
-¿Por ejemplo?
-El saludo a la Gradona, que cortamos en un momento porque su reacción con los jugadores fue, desde nuestro punto de vista, desagradable, y entendimos que no tenían que aguantar esa presión añadida. Creo que la situación ha cambiado, las dos partes hemos entendido que ese no era el camino, hablamos y ya vimos que en el último partido los futbolistas volvieron a la Gradona. Y desde la Gradona se les ha hecho saber que están para apoyar. Con los entrenamientos ocurre lo mismo. Nos dejamos llevar por una decisión que nos trasladaron que era ideal. Cuando hemos detectado que no, la hemos cambiado.
-El caso es que se alejó al racinguismo del Racing. ¿Es consciente de la que masa social se siente que se la ha tratado mal?
-Percibes ese malestar social y nos estamos empeñando en trasladar que no es la intención del club. Y si esa es la reacción, nos estamos equivocando en el mensaje y en los hechos. Estamos corrigiendo el mensaje y estamos corrigiendo los hechos. Porque la afición es indispensable para el club.
-Se puso al Racing en manos de una sola persona plenipotenciaria.
-Es cierto, pero es así en todos los equipos. Ninguno tiene varios directores deportivos.
-El modelo de muchos clubes no es ese. Tienen un solo director deportivo, sí, pero además secretario técnico, un cuerpo de profesionales en nómina y un grupo de scouts.
-Y hay otros equipos que solo tienen un entrenador que hace de director deportivo, de ojeador y de todo. A fecha de hoy, la estructura y la economía del Racing están más cerca de eso que del otro modelo. Tenemos que pensar que el Racing viene de una estructura de 106 personas a una de menos de treinta. A los que aún mantienen en la cabeza ese organigrama de 106 personas nos cuesta trasladarles el actual, en el que el director deportivo ha de hacer de todo. Nos gustaría el otro, pero este club hace dos años estaba en la UVI, hoy tiene 27 millones de deuda y mi obligación es salvarlo. Y sí, hay un riesgo: que concentrar muchas decisiones en esa persona que tiene que hacer de todo.
-Durante la Era Okupa la cantera quedó esquilmada. Seis años después sigue siendo un solar...
-La realidad de la cantera de hoy es fruto del trabajo de hace seis años. Habría que coger a los responsables de aquella época y preguntarles qué hicieron con la cantera, pero están dando las explicaciones en un juzgado. A partir de ahí, en la época de Manolo Higuera se empezó a organizar la cantera y nosotros estamos siguiendo con eso, pero es cierto que cuesta y que en el primer equipo solo tenemos un cantareno como Mario. Pero estoy convencido que el trabajo que se está haciendo ahora germinará. Los diez jugadores de la cantera con más futuro tienen contrato con el club.
-El que más apunta, Pablo Torre, no.
-No meto a Pablo porque su padre, que está muy pendiente, y desde mi punto de vista acertadamente, ha decidido tener esa libertad de movimiento con su hijo. Según sus palabras, continuará mientras el Racing le pueda seguir dando posibilidades de crecimiento. Es una decisión de Esteban que respeto, porque probablemente yo haría lo mismo. Pero el resto de jugadores que se ve con proyección están vinculados por contrato. Y no sé si por primera vez en la historia. Vienen dos generaciones muy buenas y dos jugadores en concreto, Camus y Torre, son excepcionales. Y el Racing no es que los apoye; es que son su futuro. Deben ser la base para ese Racing que en el futuro tenga siempre siete u ocho canteranos. Pero es que hasta ahora no había generación que viniera, porque se lo cargaron todo.
-Insisto: estamos ante el Racing con menos canteranos de la historia. En 107 años de historia.
-Puede llamar la atención, como a mí, que se haya decidido no subir jugadores salvo contadas excepciones, pero es una decisión que nos hemos cansado de preguntar y que es propia y exclusiva de ellos. El club es el primer interesado en que un chaval que esté funcionando en el Rayo se ponga en el escaparate del primer equipo, porque nos puede ayudar deportivamente y económicamente. Pero eso no lo puede imponer el director deportivo.
-Lo que sí decide es el número de fichas profesionales. El Racing tiene 24 y busca ocupar la 25ª. Mal modo de ofrecer alternativas...
-Pero eso no es un impedimento; ha sido una decisión del entrenador.
-Otra docena de futbolistas de la base ha salido para jugar en filiales y canteras de otros equipos profesionales. Y no solo en grandes, sino en clubes de dimensiones similares. ¿Consecuencia de la mala situación de la cantera también en esta época o descartes técnicos?
-La cantera se está organizando. Los que tienen futuro se quedan, si no te los llevan. Y los que no, no. Son decisiones muy duras. Alguien técnicamente habrá tomado la decisión de que entre esos 18 o 20 jugadores, más los que llegan de otros equipos, hay que hacer algún descarte. Son movimientos naturales de la cantera.
Con respecto a Chuti Molina
-Habla de una nueva etapa ¿Va a estar Chuti Molina en ella?
–Cuando termine su trabajo tendremos que analizar el resultado y tomaremos decisiones.
–Solo hay dos escenarios.Si el Racing desciende, su contrato se rescinde. En caso de permanencia, ¿se contempla llegar a un acuerdo para la rescisión?
–Contestar eso hoy sería prematuro.Hay que analizar los resultados y lo que está alrededor del proyecto. La decisión se tomará a fin de temporada.
–¿Cómo valora su gestión?
–Si tengo que coger el año y medio y solo en el terreno deportivo, tengo que hablar de un primer año de éxito. En el segundo el objetivo es mantenerse y si en junio estamos en Segunda se habrá cumplido, pero también tenemos que analizar todo lo que hay alrededor. Porque a veces puedes cumplir el objetivo, pero que el proyecto vaya más lejos. Si tenemos que analizar la parte social, en la que existe una clara crítica contra él, yo sé que ese no es su fuerte. Su interfaz social no es lo mejor dentro de su personalidad, pero tampoco se le contrató para ser simpático.
–El director deportivo ha insinuado que el Rayo está para completar los entrenamientos del primer equipo.Se envía un mensaje muy peligroso a los canteranos.
–Es un mensaje peligroso y erróneo, pero por su interpretación. Se dijo que los jugadores del Rayo están para completar los entrenamientos del primero equipo cuando entrenan por la mañana. Cuando entrenan por la mañana. Pero nadie debe dudar que los jugadores delRayo deben ser el futuro del primer equipo y del propio Racing.
Su compromiso
–El Racing ha mejorado su situación económica, sin deuda vencida, porque tiene una propiedad que inyecta capital. ¿Está el Grupo Pitma capacitado para afrontar el esfuerzo económico extra que, de certificarse, supondrá el descenso?
–El Grupo Pitma sigue creciendo más de un 25% año a año en nuestra cifra de negocio. Estamos en el Racing como parte de nuestra responsabilidad social corporativa y nos mantendremos ahí independientemente de la categoría.
–¿Cómo se reparte la deuda actual del Racing, unos 27 millones según sus últimas cuentas?
–Hay 1.300.000 euros de intereses con Hacienda que aunque no cuentan como deuda a efectos de sanciones o de LaLiga hay que pagar, el convenio de acreedores –más de cinco millones–, la deuda con el Gobierno por la marca –dos–... Al final la deuda sigue estando. La diferencia es que ahora está controlada. Y después está la deuda con un solo acreedor –elGrupo Pitma–, porque no hemos conseguido hacer lo que parecería normal en cualquier sitio: que lo fuera un banco. Y lo estamos intentando, pero no es fácil. A veces cuesta transmitir el riesgo que asumimos.
–¿El último cálculo que ofrecieron era de unos 15 millones. ¿Ahora?
–Eso rondará, o algo más, porque hemos pagado el concurso de acreedores y puede estar en 17 o así; no lo sabemos exactamente.
–¿Está el Racing en venta? ¿Han recibido ofertas?
–El Racing no está en venta y sí recibimos ofertas. Desde el primer día. Otra cosa es que no tenemos intención de vender.
Campos de Sport
–Hace tres años los Campos de Sport se caían a pedazos. Ya se ha superado aquella esa situación pero falta mucho por hacer...
–Lo único que puedo decir es la frase hecha: seguimos trabajando. Han sido treinta años de vacío, sin cambiar siquiera una bombilla. Cuando entramos nosotros sacamos la basura, porque al estadio le comía la basura, y a partir de ahí se van reparando cosas.Cuando saltamos al fútbol profesional pedimos colaboración seria al Ayuntamiento, porque nos lo exigía LaLiga para jugar allí. Y confiemos en seguir haciendo reparaciones, aunque los ritmos de la administración a veces son lentos por diferentes motivos. Hay que cumplir unos plazos, después con las elecciones se forma nuevos equipos...
–¿Se ha llegado a la concusión que pese a las deficiencias del actual convenio de uso el Racing prefiere no firmar uno nuevo, para no perder el uso a perpetuidad de facto?
–Yo no lo expresaría así. Yo diría que el convenio actual no se va a cambiar hasta que no sea más beneficioso para el Racing. Mientras no sea a mejor no vamos a cambiar, sobre todo porque no es importante. A mí me parece más importante reparar la iluminación, el césped, los techos, los baños, las goteras... Y eso ya viene reflejado en el acuerdo que alcanzamos. Nuestra obligación como usuarios es cuidar el edificio y mantenerlo; y la del propietario, el mantenimiento estructural. El Racing hace desde hace dos años el mantenimiento común y mejoras como los asientos, los videomarcadores, el pequeño museo. Ahora ya podemos traer a los aficionados a ver nuestra casa en las visitas guiadas, que han sido un éxito. Pero hay tanto que poner al día que no es fácil.
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