Otro cara a cara

Hay tres tipos de mentiras: Mentiras, malditas mentiras y estadísticas. La frase que Mark Twain atribuyó al exprimer ministro Benjamin Disraeli define muy bien a un Racing que sigue invicto tras medirse al gran coco de la categoría, el Almería, y a un aspirante al ascenso como el Eibar. Pero si se quiere también se puede decir que los verdiblancos llevan cuatro jornadas sin ganar: las dos primeras de este curso y las dos últimas del anterior. También se puede decir que se miden dos equipos invictos, que viste mucho al inicio de curso aunque estadísticamente no diga demasiado.

En medio de la ciclotimia futbolera José Alberto López sabe que tan pronto le ven como el técnico de la 45ª como algún agorero advierte que no llegará a Navidad. A veces puede ser la misma persona con solo una semana (o 90 minutos) de diferencia, y de ahí que el asturiano conjugue su ambición y confianza en la plantilla con el escepticismo ante discursos grandilocuentes.

Más allá del perogrullo de que ganar es positivo, una victoria en el Carlos Tartiere haría buenos los empates de las dos jornadas inaugurales en los maltrechos Campos de Sport, precisamente en la ciudad que vio nacer y criarse a JAL, aunque deportivamente se forjara en el Sporting. De paso consolidaría el clima optimista que rodea al club hace más de un año, que se alimenta, por mucho que todo lo demás ayude, a base de juego y, sobre todo, de puntos en el amnésico planeta fútbol. Eso también lo sabe José Alberto.

Con la llegada el miércoles de Maguette Gueye, que ya se entrenó ese mismo día en La Albericia, el técnico ya tiene, ahora ya sí, a todos sus efectivos disponibles al margen de las conocidas bajas por lesión de Mantilla, Ekain y Jeremy.Llega así con muchas alternativas y sin acumulación de cargas. Algunos futbolistas aún necesitan progresión física y están lejos de su pico de forma, aunque esa es incluso una buena noticia en una competición muy larga que lo puede ser más aún si –quizá el solo hecho de mentarlo tan pronto haga al cuerpo técnico arquear una ceja, aunque internamente piense en ello– el Racing disputa la fase de acenso.

La gran pregunta es si el asturiano presentará la misma alineación por tercera vez consecutiva –nunca lo ha hecho desde que está en Santander– o buscará alternativas. En solo dos jornadas ha evidenciado y reivindicado que su nuevo Racing puede bascular de sistema para jugar con una o dos puntas, y la presencia o no de Karrikaburu en ataque es precisamente por eso una de las incógnitas que se ha reservado.

En frente, un Real Oviedo cuyo entrenador, Javier Calleja, augura emoción: «El Racing tiene mucho gol, es un equipo muy vertical con muy buenos jugadores. Habrá que tener cuidado con las vigilancias, si no estás atento no perdonan. Será un partido bonito», auguraba ayer el técnico carbayón. También un antecedente muy animado entre dos equipos con mucha rivalidad para el derbi que les espera a los carbayones la próxima semana en El Molinón. Los precedentes apuntan bien para los cántabros: el Racing se impuso 0-2 en el amistoso de pretemporada en un partido en el que Jon Karrikaburu, ese ariete eternamente deseado que busca ahora un lugar entre los once elegidos, abrió el marcador casi sin tiempo para que rodara el balón.