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Catorce días. Dos semanas. Eso es lo que le queda al Racing para reforzar la plantilla con esos «tres o cuatro fichajes» que aumenten el nivel del equipo en el tramo decisivo de la temporada. El club verdiblanco necesita las nuevas piezas cuanto antes ... para salir de la crisis deportiva en la que se encuentra, pese al triunfo del pasado sábado en Portugalete. Quedan apenas nueve partidos para el final de la primera fase de la competición y cada día cuenta, pero las leyes del mercado y la situación del Racing en Segunda División B no juegan a favor del director deportivo racinguista, Pedro Menéndez.
El primer requisito para la entidad de los Campos de Sport era comenzar la operación salida. La marcha de Javi Siverio, después de que el delantero canario solicitase la carta de libertad ante la falta de oportunidades, ya ha dejado un hueco libre en la plantilla. Pero si el Racing quiere contratar a otros tres futbolistas, tendrá que abrir la puerta a otros tantos. Una tarea que tampoco será fácil.
De momento, hay dos nombres que están claros: Joan Maynau e Ismael Benktib. Ambos son habitantes habituales de la grada en los últimos encuentros, algo que muestra a las claras las intenciones del club con respecto al lateral catalán y el centrocampista hispano-marroquí. Solabarrieta ha decidido colocar a un extremo como Álvaro Bustos en la zaga antes que usar al especialista. El segundo jugó en el estreno del actual técnico y volvió a desaparecer. Pero son futbolistas cuyo rendimiento ha sido bajo y será difícil encontrarles un destino. Porque todo lo que sea a través de despidos rebajará el potencial económico verdiblanco.
Las urgencias racinguistas parecen haber matizado la filosofía impuesta de inicio por el responsable de estrategia deportiva, José Mari Amorrortu. Cantera, sí, y paciencia, también. Pero inmolarse, no. La primera ya ha demostrado que es importante y la segunda se ha agotado. El equipo necesita un cambio urgente, porque caer a la cuarta o a la quinta categoría no entra dentro de la cabeza de nadie en la parroquia verdiblanca.
El club le dio a Pedro Menéndez un millón y medio de euros en verano. Pero la cantidad tenía revés: los sueldos altos, arrastrados de la gestión de Chuti Molina, de los futbolistas que continúan del pasado curso. Los salarios de Iván Crespo, Cejudo, Figueras, Óscar Gil y Jon Ander se llevaron casi la mitad del presupuesto.
El exracinguista Quique Setién solicitó ayer, vía whatsapp, una reunión al presidente del Racing, Alfredo Pérez, para poner en contacto a los propietarios de la entidad verdiblanca, el Grupo Pitma, con el grupo de empresarios españoles a los que representa el entrenador cántabro y que quieren entrar en el accionariado verdiblanco. Pérez y su socio, el vicepresidente del club, Pedro Ortiz, ya han mostrado su intención de no deshacerse de su paquete accionarial en el club salvo que quien llegue se haga cargo de la deuda de la entidad y abone las cantidades que Pitma invirtió en sus títulos y que además presente un proyecto de futuro para el Racing. A lo que no se niegan los empresarios torrelaveguenses es a sentarse a escuchar. De hecho, si se concreta el encuentro, será la segunda reunión con este grupo inversor.
Ahora, el presidente, Alfredo Pérez, y el vicepresidente, Pedro Ortiz, se han dado cuenta de que deben hacer un esfuerzo más, porque si el club no crece deportivamente, su inversión se acabará perdiendo. Así, ha abierto el grifo para que Pedro Menéndez pueda salir al mercado sin tener que ir mendigando a los futbolistas ni venderles la moto de que el Racing es un club histórico. Sí, lo es. Así lo acreditan 44 temporadas en Primera División y casi 108 años de historia. Pero eso no gana puntos. Ya ha quedado demostrado. Además de imaginación, el director deportivo necesita dinero.
El problema es que el Racing, como cabeza de ratón en Segunda División B, quiere pescar en la cola de león de la Segunda División. Y esos futbolistas de la categoría superior no tienen prisa por bajar un escalón. De hecho, suele ser su última opción. Por eso esperan hasta ultima hora de la ventana de fichajes y, cuando ya no quedan oportunidades de mantenerse en el fútbol profesional, se agarran a lo que hay. Pero el equipo cántabro no está para largas esperas.
De aquí al final del mercado hay dos jornadas de Liga. Por lo tanto, cuando acabe el plazo para incorporar futbolistas al Racing le quedarán siete partidos de esta primera fase de la competición. Un escaso margen de mejora si no logra remontar el vuelo después del triunfo de Portugalete. Y esta semana visita los Campos de Sport uno de los rivales directos en la lucha por el ascenso: el Bilbao Athletic.
Además, hay otro aspecto que juega en contra del club cántabro. Si esos futbolistas aceptan salir de un equipo de Segunda División es porque, evidentemente, no están contando con los minutos que consideran merecer. Llegarán a Santander con ritmo de entrenamiento, pero probablemente sin dinámica competitiva. Más tiempo para ponerse a punto.
Lo que está claro es que, disponiendo de liquidez y después de no acertar en el mercado veraniego, Pedro Menéndez va a ir más a buscar certezas que apuestas. Los Matic, Balboa, Soko y Benktib, hasta el momento, no han dado una nota destacada, y el Racing busca futbolistas contrastados que arropen a unos canteranos que sí están dando la cara, pero demasiado solos.
Por otro lado, tampoco se va a estar mirando por delante y por detrás el Documento Nacional de Identidad de las posibles incorporaciones. No pasa nada por fichar a un futbolista de 29 años que pueda dar un salto cualitativo al equipo. En verano, los de 27 ya eran viejos según la teoría del responsable de estrategia deportiva verdiblanco.
En lo que respecta a posiciones, hay tres puestos a reforzar que son evidentes. El primero es el lateral izquierdo. A Maynau se le busca salida y en Pablo Andrade, cuando no está lesionado, no se confía. La prueba está en que, con el brasileño ya disponible, Aritz Solabarrieta ha preferido retrasar la posición de Álvaro Bustos, el único de los fichajes que se ha acercado al nivel que se espera de él. Por eso es necesario un especialista de referencia en el flanco izquierdo de la zaga, para poder devolver al asturiano a su posición natural, donde realmente puede hacer daño.
Aunque con Javi Rozada y en el último partido de Solabarrieta el sistema defensivo ha rendido a un nivel aceptable, ha quedado demostrado que hace falta un central de unas características diferentes a los que ya hay. Mantilla puede aportar esa velocidad que falta en situaciones de necesidad, pero en realidad es un lateral. Figueras y Matic son demasiado lentos -tienen otras virtudes- y Óscar Gil ha ido claramente de más a menos desde que arrancó la temporada.
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Y en el fútbol donde se marca la diferencia es en el área rival. Ahí el Racing, de momento, está muy lejos de ser un equipo potente. Así que Pedro Menéndez tendrá que poner más huevos en este cesto. Entre los cuatro delanteros verdiblancos han marcado cinco goles en once partidos: Jon Ander, dos; Cedric, dos; Balboa, uno y Siverio, ninguno. La salida del ariete canario deja una ficha libre en la plantilla y, además, posibilita que entre otro delantero sin que haya 'overbooking' en una línea de ataque en la que habitualmente han actuado dos futbolistas.
Hasta ahí, tres de los fichajes anunciados por Alfredo Pérez en la vaga rueda de prensa del pasado jueves en las Instalaciones Nando Yosu junto a José Mari Amorrortu. La hipotética cuarta incorporación, más allá de las necesidades de la plantilla, la marcarán también las salidas que se puedan llevar a cabo o las oportunidades que ofrezca el mercado a última hora. Lo que está claro es que el Racing tiene un importante lastre en materia de elaboración en el centro del campo y un medio creador podría ser una buena adquisición. Lo difícil es encontrarlo bueno, bonito y barato.
Aritz Solabarrieta continuará en el banquillo verdiblanco el próximo domingo, en los Campos de Sport, frente al Bilbao Athletic. La victoria en Portugalete le ha salvado de su primera bola de partido después de tres derrotas consecutivas. Pero a día de hoy el técnico vasco es un interino. Un mal resultado el domingo acabará con su estancia en Santander. En el club ya han sondeado entrenadores y tienen nombres apuntados en la agenda para cerrar rápido alguna operación en caso de que el duelo frente al filial rojiblanco desemboque en una destitución. El técnico de Ondárroa va a necesitar algo más que un trabajado triunfo para recuperar la credibilidad del racinguismo y de los gestores del club cántabro.
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