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El Racing abre este miércoles una nueva época. Técnicamente ya lo hizo hace unas semanas con la venta del 72% del accionariado de Alfredo Pérez y Pedro Ortiz a Sebastián Ceria y Manolo Higuera, pero este día después de que el lunes se renovara el ... Consejo de Administración y tomaran posesión de sus cargos, los nuevos propietarios presentarán su nuevo proyecto para el club.
Transitará entre la continuidad y los cambios. Se mantendrá la estructura deportiva, con Mikel Martija como director deportivo, José Alberto López como entrenador, una cantera encabezada por César Anievas y Gonzalo Colsa, Ezequiel Loza como técnico del Rayo Cantabria y el mismo equipo de prensa.
Pero también habrá novedades, como la entrada de Juanjo Uriel como vicepresidente, la de Roberto González como director de comunicación y portavoz y otras en la faceta administrativa y en el funcionamiento habitual del club.
Además, y a diferencia de la anterior etapa, en la que dadas las circunstancias en las que se encontraba el club Higuera fue el tipo para todo, desde la gestión económica y social de un club heredado en ruinas hasta la deportiva y, en cierto modo, la de comunicación, ahora la figura del presidente estará más protegida.
Se ha rodeado en el consejo de profesionales de su confianza, muchos de los cuales ya le acompañaron en su primera etapa, y de profesionales en diversos ámbitos que podrán asumir así funciones que de uno u otro modo recayeron, al menos en parte, en el propio Higuera. Y esto ocurrirá tanto en la directiva como en la estructura interna del club, en la que se mantendrá buena parte de los profesionales que ya trabajaron a las órdenes de Pérez y Ortiz y en la que se ampliarán departamentos, aunque siempre dentro de la contención presupuestaria.
La rueda de prensa de este miércoles servirá también, si así lo deciden, para que Ceria e Higuera anuncien si se lleva a cabo la ampliación de capital que parece necesaria, a menos que se habiliten otras fórmulas, para incrementar el límite salarial del club para la temporada que se avecina, en la que al no contar con los ingresos extraordinarios por el traspaso de Pablo Torre se verá sensiblemente reducido respecto al del curso pasado.
«No vengo del mundo del deporte, pero los lazos que me unen con Santander son muy profundos. El amor de mi vida es santanderino: estoy casado hace 25 años con Alicia, orgullosa hija de esta tierra. Espero aportar mi experiencia como aficionado, empresario y matemático. Voy a formar parte del consejo de administración del club, pero no voy a tener responsabilidades en la gestión cotidiana de la institución. Tenemos un objetivo de largo plazo: que el Racing vuelva a ser un emblema de la identidad en la región. Buscamos revalorizar el impacto social de sus actividades. Queremos adaptar el club a los nuevos tiempos para volver a soñar en grande», ha dicho Ceria una vez oficializada su toma de posesión como consejero –además de propietario– del equipo.
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