Un césped «lamentable»

Por si no había quedado claro, Juan Carlos Arana, se explayó ayer al respecto: «Durante la semana teníamos planeado entrenar dos días en El Sardinero, pero al ver cómo estaba el primer día decidimos entre todos, el míster el primero, que no debíamos pisarlo más. Sabíamos que iba a estar mal y que también lo estará este viernes, así que hemos cancelado el entrenamiento teníamos allí En ningún campo de Segunda se ven estas condiciones; no es que esté mal, es que es de una dejadez que no es normal. Es una situación que no puede volver a pasar».

Incluso dejó caer que el penalti del domingo «viene de un resbalón que igual, si el campo está en condiciones, puede pasar o no». Se refería al lance en el que Manu Hernando cae al césped y despeja el balón con la mano, lo que significó una pena máxima en contra y el segundo gol del Almería en el empate del domingo pasado.

El club no oculta el pésimo estado del terreno de juego de los Campos de Sport ni su indignación por una situación que considera sobrevenida. Hace meses que contrató una empresa especializada (la misma que está sustituyendo el césped del Campo Santi Gutiérrez Calle en las Instalaciones Nando Yosu) a la que paga una «alta» cuota mensual y no solo está insatisfecho por el estado del césped. Considera además que, al margen de la solución que se le ofrezca, nunca se debía haber llegado a esta situación y que su contrato de mantenimiento incluye labores preventivas que resulta evidente que no han funcionado.

«El césped está lamentable -reconocía de nuevo ayer el club abiertamente- y estamos exigiendo responsabilidades». Sobre la causa, se ha especulado sobre la posibilidad de un hongo o bacteria, pero la entidad quiere ser prudente en este sentido, sin confirmar nada, porque aún no ha recibido una respuesta clara -o al menos una que le convenciera- a una sencilla pregunta: «¿Qué ha ocurrido?». La semana antes de arrancar la Liga ya se evidenciaba que el terreno de juego estaba en muy mal estado y se trabajó en la medida de lo posible (labores de 'parcheo') para intentar paliarlo. Pero el problema es mucho más grave y se evidenció el domingo ante el Almería. Como volverá a ocurrir con toda seguridad pasado mañana, viernes, cuando el equipo reciba a las 19.00 horas al Eibar.

El Racing ha exigido que se actúe de inmediato, sin ningún tipo de mora, pero resulta imposible recuperar el tapiz en solo 48 horas (o 120, si se toma como referencia el final del partido ante los andaluces).

El problema del césped, tanto en los Campos de Sport como en La Albericia, surge recurrentemente en el Racing desde hace décadas. Ya lo señalaba hace un año José Alberto López y fue uno de los caballos de batalla de Marcelino García Toral en la histórica temporada 07-08, por citar dos ejemplos. Precisamente para ponerle coto a una preocupación estacional pero endémica, el club decidió renovar por completo el campo 1 (el Santi Gutiérrez Calle) y actuar también sobre el de El Sardinero, en el que quería alcanzar la «excelencia». Esa fue la tarea que el encargó a la firma Royalverd, pero el resultado ha sido el contrario: en pocas ocasiones ha estado peor durante la historia moderna del club.

«No nos han informado exactamente, o al menos de forma que nos resulte satisfactoria, de lo que sucede», reitera el Racing como postura oficial, uniéndose al malestar de sus responsables técnicos. No niega la evidencia. El césped está «peor que nunca». Entretanto, visibles calvas, zonas del tapiz levantado y un deterioro que se incrementa según se pisa el césped.Fue lo que vieron los casi 20.000 espectadores el pasado domingo y lo que ha sufrido la primera plantilla en las últimas jornadas preparatorias.

Más allá del acuciante problema que supone esta situación en un día de partido, el destrozo que sufre el césped afecta al día a día del Racing. Con los Campos de Sport en estas pésimas condiciones y el campo 1 inutilizado hasta que termine su reforma, solo le resta el número 2 para entrenar. Un césped, en este caso, en aceptable estado, pero que va a sufrir mucho más estrés del habitual y el recomendable. A esto se unen los riesgos de lesiones, las dificultades para llevar a cabo entrenamientos de calidad y no poder trabajar tanto como se quisiera en el estadio.

En consecuencia, el club achaca a la empresa, que no ha respondido a la pregunta de El Diario Montañés, toda la responsabilidad del estado de un césped que presentará el viernes, con toda probabilidad, el mismo estado. Ya ha exigido una solución inmediata y baraja tomar otras medidas, porque su exigencia es que esta situación -el del Eibar aparte- no se repita en más partidos. Otro asunto es si dará tiempo.