El 37 por ciento de las tarjetas que ve el Racing es por motivos ajenos al juego

El sábado, en El Molinón, tras el partido ante el Sporting, Andrés Martín se quedó a gusto delante de las cámaras. Acababa de ver una cartulina amarilla con el choque ya finalizado: «Se ha parado con el portero cuatro minutos. Luego hubo un gol, los cambios... No sé, he hablado con el árbitro, me ha hablado con un poco de chulería y me ha sacado la amarilla. Yo le he hablado bien. Tengo la conciencia tranquila. No sé si él la tendrá». La del sevillano es la cartulina amarilla número 79 –después de que ayer le retirasen la suya a Maguette Gueye– y la 29 de futbolistas y técnicos verdiblancos por motivos ajenos al juego. Es decir, por protestas, pérdidas de tiempo... En definitiva, un 37 por ciento de los caramelitos de limón que se ha llevado el equipo cántabro.

Claro, las hay como las que, según el testimonio de Andrés Martín, son injustas. De hecho, dos recursos prosperaron –además del de Maguette por una falta– a lo largo de la temporada con cartulinas vistas. Una fue la de Íñigo Vicente en Zaragoza por celebrar un gol y la otra, la de José Alberto en Ferrol –aunque el técnico, posteriormente, fue expulsado–.

Pero la mayoría de las tarjetas amarillas por protestar o por pérdidas de tiempo lo que tienen en común es que son evitables. Hay que saber contener los calentones. Osi no, que se lo digan al propio Andrés Martín o a Íñigo Vicente. Entre los dos han visto catorce tarjetas amarillas. Seis el andaluz y ocho el vasco. Ytodas, menos la primera cartulina de Íñigo Vicente en Burgos, por cosas que poco tienen que ver con el balón.

El Racing es, con 384, el decimoquinto equipo que más faltas comete de Segunda División. A 12,8 por partido. No es un equipo, el verdiblanco, de pegar palos. El pasado sábado, hasta el minuto 23 no cometieron la primera infracción en El Molinón. Sin embargo, a los de José Alberto les arrean estopa casi cada semana. De hecho es el segundo que más faltas recibe, por detrás del Elche. 470 para los cántabros y tres más para los alicantinos. 15,6 por choque. Ya se ha quejado varias veces el míster en este aspecto.

De lo que sí puede presumir el Racing es de no haber visto ninguna cartulina –en este caso sería roja– por agresiones. Lo más parecido fue la segunda amarilla de Íñigo Vicente en Burgos, pero no puede ser considerada una agresión, aunque venía precedida de una acción contra el propio futbolista de Derio.

Además de lo sucedido con José Alberto en A Malata, los técnicos también se han llevado varias amonestaciones por protestas desde el banquillo. Tanto el técnico principal, como su segundo, además, han sido expulsados en una ocasión cada uno por roja directa. Lo mismo que el entrenador de porteros, Pedro Dorronsoro, que la vio en El Plantío.

Ese choque de Burgos fue duro en lo disciplinario, con la expulsión de Dorronsoro y las cartulinas amarillas por protestar a Andrés Martín y José Alberto, además de la segunda de Íñigo Vicente, por revolverse contra un rival.

Contra el Málaga, en la jornada anterior, tres de las cuatro cartulinas fueron por motivos ajenos al juego. De nuevo, Andrés Martín se llevó una por hablar de más. Mientras que Javi Montero y Marco Sangalli fueron amonestados por perder tiempo.

Otro encuentro destacable en este aspecto fue el de Granada. Un duelo ya condicionado con la durísima entrada a Aldasoro en el minuto 4, que debería haber culminado la roja directa a Hongla y que tanto el colegiado como el VAR obviaron. Ahí, ya lesionado, forzó la quinta amarilla el propio Aldasoro. Ylas otras tres cartulinas que vio el Racing en ese encuentro también fueron por hablar. Ya estaba caliente el personal y no era para menos. José Alberto, Arana y, cómo no, Andrés Martín, se marcharon amonestados de Los Cármenes.

El de La Romareda fue un partido intenso. Un choque que el equipo cántabro logró llevarse incluso con un futbolista menos tras la expulsión, por dos faltas, de Manu Hernando. Los jugadores verdiblancos vieron un total de siete amarillas. Una fue para Ezkieta, por perder tiempo. La otra, para Íñigo Vicente, en la celebración del gol, aunque Competición, con buen criterio se la retiró. El de Derio sólo hizo lo que les recomiendan desde LaLiga, que es ir a mostrar su alegría tras los tantos a la denominada 'FanCam' de los fondos. Además, en el banquillo visitante de La Romareda fue amonestado Pedro Dorronsoro y expulsado el segundo técnico, Pablo Álvarez.

El ayudante de José Alberto también vio una amarilla en el Carlos Tartiere, frente al Oviedo. En un duelo en el que las cuatro tarjetas que se llevó el Racing fueron por protestar. Arana, Pablo Rodríguez y Karrikaburu fueron los otros protagonistas verdiblancos en lo disciplinario.

De todo esto hay una doble vertiente. Los árbitros son muy sensibles o los futbolistas del Racing tienen que aprender a mantener la calma. Seguramente haya un poco de los dos, pero en el vestuario cántabro andan trabajando en mejorar lo que depende de ellos. Con respecto a lo otro, poco pueden hacer.

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