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El Racing de Guillermo Fernández Romo ya ha hecho lo más difícil. Lo que no consiguieron sus predecesores verdiblancos en Segunda División: cogerle el pulso a la categoría y competir ante cualquiera. El equipo cántabro, a día de hoy, está en disposición de luchar sin ... complejos por la permanencia y por reasentarse de una vez por todas en el fútbol profesional. Y sobre todo, está en una tesitura excepcional para crecer, que es lo que le falta. Los cimientos están puestos. Tras esas cuatro primeras jornadas fatídicas, de derrota en derrota, los racinguistas han cerrado su portería con una fiabilidad a prueba de todo. Tanto, que en las seis últimas fechas los de Romo son el conjunto menos goleado del campeonato con sólo un tanto encajado. Sin embargo, en el área contraria, son el peor atacante, con seis dianas en trece partidos. A menos de 0,5 por compromiso.
Es verdad que el máximo rendimiento verdiblanco es una incógnita, porque entre unas cosas y otras, cuando dejó atrás la racha negativa, le empezaron a venir los contratiempos. Así que Guillermo Fernández Romo anda minimizando daños dentro de una serie de desdichas que el sábado en Leganés alcanzó su punto más alto, con cinco lesionados, dos tocados y un sancionado. Unos infortunios que, además, se focalizan en zonas muy concretas:lateral derecho, doble pivote y –lo que afecta directamente al desempeño ofensivo del equipo– los tres delanteros de la plantilla.
1gol ha encajado el Racing en las últimas seis jornadas, lo que le convierte en el equipo de mejor rendimiento defensivo en ese tramo de la competición.
6tantos marcados en trece encuentros que van del campeonato liguero hacen del conjunto cántabro el peor atacante del campeonato. Sale a menos de 0,5 tantos por encuentro
Alguno quizá recuerde aquella frase de Fabri –técnico racinguista en el inicio de la temporada 2012-13– que pasó a la hemeroteca declarativa negra del club cántabro –junto con el «algún capricho me tenía que dar» de Francisco Pernía o el «tengo alma de marinero» de Ángel 'Harry' Lavín–:«Defendemos como tocando violines», dijo el entrenador gallego. Es cierto que aquel Racing llegó a la jornada 13 con diez goles encajados –uno más que el actual–. En las dos siguientes fechas, la orquesta se le vino abajo a Fabriciano con siete tantos. A lo que vamos, si aquel Racing defendía a lo Stradivarius, el de Romo es la Filarmónica de Viena.
Son siete los partidos en que los verdiblancos han dejado ya su portería inmaculada. Se dice pronto. El 53,85 por ciento de los partidos, el rival del Racing se marcha para casa sin batir a Miquel Parera, cuyas actuaciones están siendo claves para el gran rendimiento defensivo montañés. Pero no solo. Porque Romo ha encontrado una dupla de centrales que está rayando a un gran nivel. Pol Moreno y Rubén Alves se complementan a la perfección. Probablemente, cuando Romo respondió, en una entrevista a El Diario, que el equipo que tiene en su cabeza aún no lo ha podido poner, en parte se refería a Germán Sánchez. Y el veterano zaguero lo va a tener muy complicado para entrar en el once si no es por alguna ausencia obligada.
Además, el técnico, con un Íñigo Sainz-Maza impagable, ha conseguido concienciar a todo el personal de la importancia del trabajo. Más allá del gran nivel de Satrústegui o el crecimiento de Dani Fernández en el lateral derecho; extremos puramente ofensivos como Íñigo Vicente, Marco Camus o Mboula participan activamente en la presión. Oun Juergen que sabe combinar la pajarita con el buzo de obra y salir elegante en la foto.
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La pregunta es: ¿Qué será de este equipo cuando logre una eficacia goleadora normal? Es difícil ponerle un techo a día de hoy. Son seis goles en trece jornadas y sin futbolistas erigidos como principal baluarte ofensivo verdiblanco. De hecho, el máximo goleador racinguista sigue siendo 'en propia puerta' después de que el tanto marcado en Eibar el colegiado se lo diese al defensor en lugar de a Sekou Gassama. Precisamente el delantero catalán es el ariete llamado a liderar la tabla de goleadores de la plantilla, pero una lesión le tiene aún en el dique seco. Compañero en la enfermería de un Matheus Aiás que, hasta que cayó el día del Zaragoza, era el jugador de la categoría con más tentativas a puerta –y un solo gol anotado–. Más tiempo para regresar le queda a un Cedric cuya dolencia cervical va más allá del fútbol. Lo primero es recuperarse y después, todo lo demás será bienvenido.
La plaga de lesiones en la delantera han llevado a Romo a tirar de dos chavales del filial que se han estrenado con el primer equipo, aunque casi de forma testimonial. Ayoub Jabbari ha jugado algunos minutos en tres encuentros y Jorge Delgado ha participado en uno. Sin embargo, el técnico ha preferido tirar de peso específico y no de especialización para suplir la vacante. Primero, con un Peque que no tuvo éxito en su doble oportunidad. Y el sábado con un Alfon que empezó mejor que el mediapunta catalán pero terminó dando un rendimiento similar. Ninguna de las probaturas del míster ha resultado exitosa. Tampoco la de colocar a Pombo en esa ubicación. Frente a la Ponferradina, el propio Romo reconoció la errónea decisión. De Leganés no se pudieron sacar demasiadas conclusiones, porque cuatro minutos después de adelantar su posición, el aragonés fue expulsado. Así que lo mejor que le puede pasar al Racing es que sus delanteros de verdad se recuperen cuanto antes.
La mayor muestra del alto rendimiento defensivo del Racing es su capacidad de supervivencia cuando el equipo se encuentra con un futbolista menos. En las trece jornadas que van de campeonato, se puede decir que el equipo de Guillermo Fernández Romo ya ha disputado un partido entero en inferioridad numérica. Son 87 minutos –más los tiempos añadidos–. Y lo mejor de todo es que ha superado esa prácticamente hora y media de juego sin encajar. Yademás, lo ha hecho dejando muy poco espacio a las oportunidades rivales.
La primera de las rojas fue anécdotica en este aspecto. Germán Sánchez fue expulsado en Tenerife en el minuto 94. El choque, que perdió el Racing por 1-0 en la jornada 4, duró un minuto más. Testimonial. Para exhibición, la del partido frente a la poderosa Unión Deportiva Las Palmas en los Campos de Sport. En el minuto 40, Pombo vio la cartulina roja. Justa, pero con polémica por la intervención del VAR. El partido iba 0-0. Y así acabó, porque el equipo cántabro mantuvo a raya a uno de los favoritos al ascenso.
La cosa se puso chunga también en Valencia, frente al Levante, donde el Racing ganaba con gol en propia puerta de Rubén Vezo. En el minuto 77, Aritz Aldasoro fue expulsado con una segunda amarilla evitable. A pesar de todo, los de Romo volvieron a demostrar su capacidad defensiva para mantener la renta.
Y la última muestra, la de este mismo sábado, después de que Pombo viese la segunda cartulina en el 67. El Leganés tuvo alguna ocasión, pero el Racing supo guardar el empate.
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