Cincuenta años de una gestación histórica

Entonces el Racing vivía una etapa de recuperación que podríamos comparar con la actual. No había Segunda B ni Primera RFEF, pero había sufrido la estancia durante dos temporadas consecutivas en Tercera, y si hace poco fue Pablo Torre, también hubo sacrificio de sus mejores hombres (Aguilar, Santillana y Corral) para paliar la situación económica. Así que lo pasó mal para mantener la categoría en la temporada siguiente, porque tuvo que batirse contra la UD Salamanca en la promoción de permanencia. Pero el presidente racinguista, Valentín Valle, quería garantizar la estabilidad en la categoría y fichó a un entonces desconocido José María Maguregui para el puesto de entrenador. Maguregui había sido un excelente medio del Athletic Club que llegó a ser internacional. Como entrenador había dirigido al Miravalles de su pueblo natal y al Sestao Club, al que estuvo a punto de ascender a Segunda División. Pero sería con el Racing con el que conseguiría fama como técnico.

La plantilla tuvo once bajas, la mayoría de ellas en la zona atacante. Maguregui prefería vestuarios cortos y continuó con los mismos guardametas, defensas y medios pero con la incorporación de Felipe Sistiaga, un medio ofensivo de Pasajes de San Juan (Guipúzcoa) que vino procedente del Burgos. Las novedades llegarían para reforzar la delantera. Fueron cinco caras nuevas que darían un excelente resultado: el guipuzcoano Agustín Arrieta, procedente del Betis; el gallego Pedro Amado, que venía del Racing de Ferrol; el oriundo extremo argentino, Armando Martín, procedente del Real Zaragoza, que compartiría minutos con Sebas; el laredano Paco Docal, que ya había estado en el club en la temporada 1966-67 y volvía a Santander tras haber demostrado sus dotes goleadoras en otros equipos como el Real Valladolid, el Español y el Hércules. Y también se incorporaría un hombre bien conocido de Maguregui, ya que le dirigió en el Sestao Club, Aitor Aguirre, natural de Sondica (Vizcaya), que llegaba procedente del Sevilla tras ser cedido al Burgos.

Los entrenamientos comenzaron a finales de julio y el primer partido de pretemporada fue contra el Athletic Club en El Sardinero el 6 de agosto. La primera alineación de Maguregui estuvo compuesta por Santamaría; De la Fuente, Chinchón, Portu (Castañeda); Santi (García), Sistiaga (Tizón); Martín, A. Gento, Aitor Aguirre (Sebas), Pedro Amado (Barba) y Arrieta. El Athletic ganó 2-0, pero el Racing dio una buena impresión. Luego vinieron los partidos del II Trofeo Príncipe de España donde participaron, además del Racing, el FK Sloboda de Tuzla, el Peñarol de Montevideo y la Real Sociedad de San Sebastián. El torneo se abrió con el encuentro entre el FK Sloboda y el Racing. El equipo yugoslavo (Bosnia Herzegovina) contaba en sus filas con varios internacionales y se encontraba más rodado. Tras el empate a cero de la primera mitad el cuadro visitante se adelantó, aunque poco después empataría el Racing tras una jugada que culminó Martín. Cuando todos los espectadores esperaban la prórroga, los bosnios marcaron cuando faltaban cuatro minutos para terminar, dejando al Racing sin disputar la final que ganarían los uruguayos del Peñarol. Los cántabros se jugaron el tercer puesto del torneo con la Real Sociedad (2-2) con uno de los goles marcados con la firma de Aitor Aguirre, entrando desde atrás y rematando de cabeza un pase de Sebas desde la banda derecha. En el lanzamiento de penaltis se impusieron los donostiarras.

Dos partidos más se jugaron en aquella pretemporada, uno en los Campos de Sport contra el Burgos, entonces en Primera División, imponiéndose los racinguistas (3-1) con goles de Arrieta, Aitor Aguirre y Antonio Gento, y el otro contra el Sestao en Vizcaya, que se perdió (2-1).

Fue la manera de calentar motores de aquel equipo que comenzó a rodar hace cincuenta años. Un equipo que exhibió una personalidad y cohesión defensiva que estuvieron acompañadas por una campaña de 'marketing' (el Racing de los bigotes), que se ha fijado en nuestra memoria, como la alineación que aprendimos de carretilla y aún no se nos ha olvidado: Santamaría, De la Fuente, Chinchón, Espíldora, Sistiaga...