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Dos meses por delante para cumplir el plazo de ejecución de las obras. La empresa Rotedama, por importe de 108.649 euros, la segunda en la lista tras la renuncia de Rucecan, comenzará a operar en La Albericia para rearmar, cuatro años después, el muro exterior, que se cayó en 2020 y que se encontraba en vía muerta, sumido en un limbo de procesos burocráticos, parece que volverá a asomar. «Con esta obra, el Ayuntamiento de Santander continúa cumpliendo con los compromisos que mantiene con el club verdiblanco», subrayó ayer Gema Igual, alcaldesa de Santander, que acudió a la zona acompañada de Manolo Higuera, presidente del Racing. Ambos supervisaron el material y el viejo muro caído, porque no había mucho más que supervisar.
Se pone fin así a una vieja -porque cuatro años es demasiado- reivindicación de jugadores, técnicos y, sobre todo, padres y madres de los pequeños que cada día entrenaban por la zona y a quienes no les dejaba tranquilos la escena. No era seguro ni, por supuesto, práctico tener el muro derruido. Los balones que, como consecuencia de la práctica del fútbol, salían disparados hacia el lodazal que separa las instalaciones deportivas de la autopista S-20 únicamente eran recuperados si el aventurero que iba a buscarlos se armaba de paciencia y esmero. Quedarán en el olvido los muchos que yacen entre la frondosidad de los arbustos y que han servido de imagen durante estos cuatro años. Literatura aparte, la obra se centra en la reparación del muro que se ubica en el lateral norte de los campos de entrenamiento del Racing, que separa la parcela colindante y cuenta con una longitud de unos 26 metros de longitud y tres metros de altura.
Los trabajos contemplan actuar sobre el citado muro, cuya tipología se corresponde a la de un muro de escollera apoyado sobre una retícula de carriles hincados. En la rasante superior se ubican los campos de entrenamiento y en la rasante inferior unas fincas adyacentes a la que se podría acceder sin oposición alguna tras la caída del citado muro.
Para la reparación se ha escogido la tipología de escollera por tres motivos: permite un adecuado drenaje del trasdós, es capaz de adaptarse a los asientos del terreno, y transmite bajas presiones de cimentación.
El Ayuntamiento de Santander, con la obra, cumple con uno de los compromisos que mantiene con el club verdiblanco a través del convenio vigente, por el que el Ayuntamiento trabaja en estos momentos en la renovación de los aseos de los Campos de Sport.
Todo ello en unas Instalaciones Nando Yosu que siguen esperando la grada pendiente entre los campos 3 y 4, prometida por el anterior Gobierno de Cantabria y que el actual Ejecutivo afirmó mantendría dentro de sus planes. Un recinto que, tal y como han afirmado Sebastián Ceria y Manolo Higuera en reiteradas ocasiones, se ha quedado pequeño para las secciones inferiores del club verdiblanco.
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