Mboula ya es verdiblanco

El extremo derecho llegó por la tarde a Santander para concretar su fichaje por el Racing, al que llega cedido por el Mallorca, de Primera División, hasta final de temporada. El jugador hacía ya dos días que no entrenaba con el equipo de Javier Aguirre, que le comunicó que no entraba en su planes y lo puso en la rampa de salida, una pasarela que le ha traído a un Racing que intentará explotar su verticalidad y velocidad, dos cualidades que se echaban en falta tras la marcha de Soko al Huesca y que Guillermo Fernández Romo podría explotar. Y es que ambos jugadores, además de demarcación –y de haber formado parte del Huesca, Soko ahora y Mboula en 2020–, comparten esa facultad de pasar de cero a cien en pocos segundos.

Ambos cuentan con una potente arrancada que les permite desbordar con facilidad. El catalán de origen congoleño ha manifestado en alguna ocasión que es un jugador «directo e incisivo», y si es capaz de mostrarse así como verdiblanco, el equipo de Romo ganaría en desborde, que por ahora es una de sus asignaturas pendientes. Además, el canterano del Barcelona tiene la oportunidad de relanzarse y dar un paso adelante en su carrera. Y es que aunque el extremo tenía también opciones de acabar en un equipo fuera de España, en Portugal o Bélgica, Mboula ha preferido decantarse por el Racing, donde además se encontrará con otros dos exjugadores del Mallorca, Miquel Parera y Cedric. El extremo es el segundo descarte de Primera División que se une a la plantilla, tras la llegada de Germán, del Granada, y el duodécimo fichaje del Racing, que todavía intenta exprimir los últimos coletazos del mercado en busca de alguna oportunidad interesante y con galones con la que enriquecer la plantilla para afrontar una campaña en Segunda División que de momento no ha tenido el inicio esperado.

Mboula tuvo un arranque prometedor la pasada temporada en el Mallorca, pero poco a poco se fue diluyendo y acabó saliendo del club en enero rumbo al Estoril, de la máxima categoría portuguesa. Allí jugó 13 partidos, 11 de ellos como titular y marcó un gol. Este verano realizó la pretemporada a las órdenes de Javier Aguirre, precisamente en Portugal, pero su rendimiento no ha terminado de convencer al técnico. Aunque al completar la preparación veraniega con el cuadro bermellón debería llegar con una buena forma física que le permita adaptarse cuanto antes al grupo de Romo. Antes de salir cedido en el mercado de invierno disputó once partidos a las órdenes de Luis García, que le incluyó cinco veces en el once titular.

El catalán de origen congoleño se crió en la cantera del Barcelona, donde se perfilaba como una joven promesa y formó parte del filial blaugrana que dejó al Racing de Ángel Viadero sin ascenso a Segunda allá por la temporada 2016-17. Después el Mónaco posó sus ojos en el jugador, que incluso había sido internacional sub 19 con España en el Europeo 2017 –y repitió de nuevo en el Europeo 2018–. Entonces el club del Principado llegó a pagar tres millones de euros por Mboula, cuando este tenía tan solo 18 años, en una fuerte apuesta por el jugador, que también disputó cuatro encuentros de la UEFA Youth League y anotó cuatro goles.

Pero con el Mónaco, donde estuvo dos temporadas, solo jugó diez partidos en total en las dos campañas que pasó allí. Tres encuentros en la primera y siete en la segunda, donde fue titular tres veces. Aunque con sendas lesiones por medio. Una en el tendón de los isquiotibiales, que le hizo pasar por quirófano y perder gran parte de la temporada, y otra posterior en la ingle. El club rojiblanco, con el que llegó a debutar en Liga de Campeones frente al Atlético de Madrid, le cedió en dos ocasiones. Al Círculo de Brujas primero y en Huesca después, en la campaña 2019-20, donde llegó con una opción a compra que el club oscense no hizo efectiva. Allí jugó nueve encuentros, unos 250 minutos en total.

Eso sí, Mboula es casi sinónimo de ascenso. Una especie de talismán de las promociones. Y es que el catalán lo logró en dos clubes distintos y en dos años consecutivos. Primero en el Huesca, a Segunda, y acto seguido en el Mallorca, a Primera. Después de terminar su cesión con los oscenses y de que su incursión francesa no resultase como esperaba regresó a España. El Mallorca, que por entonces estaba en Segunda División, lo compró al Mónaco por 1,7 millones de euros y lo ató por cuatro temporadas. Ese mismo curso, en la 2020-21, los baleares lograron el ascenso a Primera con Mboula entre sus filas. Luis García le dio el protagonismo que estaba buscando y en su primer año en el club bermellón disputó 29 encuentros, acumuló 1.290 minutos, marcó un gol y dio tres asistencias. Pero al siguiente curso, ya en la élite, se cayó de la pizarra del técnico y a pesar de disfrutar de algunos minutos salió cedido a Estoril en invierno. La llegada de Mboula dobla un puesto que ya cuenta con otro jugador específico, Alfon, que se estrenó en competición oficial con el Racing el pasado sábado ante el Granada tras la lesión de Arturo. Pero lo cierto es que el catalán es un extremo veloz, explosivo y eléctrico que, si ofrece rendimiento, puede aportar mucho al ataque verdiblanco. De momento el jugador lo ha apostado todo al verde.