«Si consiguiéramos ascender sería un sueño; casi un milagro»

-Tres jornadas para que termine la Liga y el Racing en play off de ascenso. ¿Se lo imaginó aunque fuera un por solo segundo?

-Cuando empezó la temporada no era normal pensar que a falta de tres jornadas pudiéramos estar con opciones clarísimas de meternos en play off, pero la unión del racinguismo, jugadores, cuerpo técnico y club es tan potente que creo que podemos conseguir cualquier cosa. Ganando a Elche y Mirandés hemos dado un paso casi decisivo. Nos queda rematar, pero ya lo estamos tocando con los dedos. Eso presiona y emociona.

-Y el campo casi lleno una vez más...

-Lo que se está viviendo alrededor del Racing trasciende lo deportivo. Me lo decía la presidenta de Cantabria en el palco que nunca había visto la ilusión que hay en la calle. El viernes a las diez de la noche sacamos una camiseta retro y a las nueve de la mañana del sábado se habían vendido 1.200. Es una cosa de locos y demuestra que la gente quiere estar con el Racing. Con esto soñábamos Sebas y yo cuando llegamos: hacer feliz a la gente, pero no esperábamos que todo iba a ir tan rápido. Recuerdo que cuando se echó a Harry hubo una explosión, pero es que ahora la gente joven está absolutamente volcada a todos los niveles. Yo esto no lo he vivido nunca. Ni en Primera ni en competición europea. No quiero decir que los Campos de Sport no estuvieran llenos, porque también se llenaban, pero esta ilusión permanente, esta sensación, con todo el campo botando... No recuerdo una época como esta. y eso genera una responsabilidad añadida y una oportunidad que da pena desaprovechar.

-¿Cómo está viviendo personalmente el actual momento en lo social?

-El orgullo más intenso. Me emociono cada vez que veo el campo. Lo que estamos viviendo es una cosa absolutamente especial. Creo que todos los que estamos en el campo sentimos que es un momento especial. Y nosotros no somos menos. Una de las cosas grandes que hemos hecho es demostrar a la gente que somos uno de ellos. Nos emocionamos como los de fuera. Se me pone la piel de gallina sólo de pensar en cuando acaba el partido, todo el campo botando... Es una cosa maravillosa.

-¿Había dado el Racing la espalda a su masa social?

-No quiero pronunciarme sobre eso, pero lo que sí es verdad es que faltaba cercanía; que la gente percibiera a la directiva como uno de los suyos.

-Ahora hay que mantener el tirón. ¿Si no se juega el play off o se asciende, teme que se baje el suflé?

-A mayor ilusión, mayor decepción; eso es un axioma. Pero creo que esta ola no se para aquí. Quizá no se suba y el año que viene las cosas vayan peor, pero, y quizá sea un iluso por eso, tengo la sensación de que aún así la ola va a seguir creciendo. Estoy convencido de que el año que viene va a haber más abonados. Si consiguiéramos ascender sería un sueño, casi un milagro. Y si no lo conseguimos, el año que viene empezaremos otra vez de cero, pero con un camino muy claro: intentar mejorar día a día. En el ámbito deportivo y en los demás. Trataremos de mejorar la plantilla y dar otro salto de calidad. El año que viene, si no ascendemos, es evidente que la gente pensará que si se ha estado tan cerca una vez habrá que intentarlo. Pero yo lo que quiero ahora es pensar en el siguiente partido, que es como nos ha ido bien, y seguir siendo humildes. Todavía no quiero pensar en el año que viene, no vaya a ser que lo consigamos este.

-¿El Racing tiene músculo financiero para afrontar el regreso a Primera? Porque hace diez años estaba en derribo...

-En 2015 el Racing estaba completamente arruinado. Sé que la gente a veces piensa que son solo palabras, pero es así. Estuvo a diez match ball de desaparecer y tuvimos el acierto, la suerte o el milagro de ganarlos todos. Ahora la situación es totalmente distinta y podemos hacer crecer el club. Hemos generado nuevos recursos a base de gestión, todos los departamentos están implicados en ello y nos vamos acercando al equilibro; a que el Racing sea sostenible por sí mismo.

-¿Subir a Primera División esta misma temporada puede suponer algún riesgo para el proceso de estabilización del club?

-No lo sabemos, realmente. Nosotros le damos alguna vuelta, pero en el fútbol las oportunidades las pintan calvas y creemos que la estructura del club que tenemos nos va a permitir un reto tan grande como el de estar en Primera División. Ojalá tengamos que afrontar ese reto.

-Pero con una enorme mochila: la deuda con sus propietarios.

-Sí, pero lo primero para que se vaya descargando es llegar a no perder dinero.

-¿Cuánto pesa esa mochila?

-Rondará los 26 millones. Con Sebman es algo menor, unos 21, pero esa no es problemática. Si ascendemos no vamos a perder el norte; lo primero va a ser descargar la mochila, porque el día en que no la tenga el club va a volar.

-¿Cuánto van a tardar?

-Dependerá de la coyuntura. Si subimos a Primera, en dos temporadas.

-Cuando llegó al club anunció nada menos que un nuevo campo en La Albericia, casi un mini estadio. ¿Avanza el asunto?

-Hay que ser conscientes de que es absolutamente imprescindible, hasta el punto de que o lo conseguimos o vamos a tener que buscar otra solución

-¿Irse de La Albericia?

-Claro. Hay que conseguir una ciudad deportiva que tenga el espacio suficiente para absorber tal volumen de niños y niñas.

-Habría que utilizar terrenos públicos, comprar otros privados y disponer de presupuesto... ¿Es todo esto posible?

-Para seguir en La Albericia solo cabe una opción, que es la expropiación, que es algo en lo que estamos trabajando con la administración. Creemos que el Ayuntamiento está por la labor; el problema es que, como siempre, nos chocamos con los tiempos. Luego hay que construir al menos un campo con una grada, aunque a nosotros lo que nos gustaría es hacer un estadio y otro campo, si no da las dimensiones para fútbol once, al menos de fútbol ocho. Lo vamos a intentar y me consta que la Federación Cántabra tiene ilusión en que se haga.

-¿Y presupuesto?

-Parece que también, y nosotros tenemos la consciencia de que si hay que invertir, habrá que hacerlo. Es algo absolutamente necesario. No podemos decir solo de palabrita que hay que desarrollar la cantera, sino conseguir que se haga. Y entretanto estamos buscando otras soluciones. Encontrar un estadio para que el juvenil no se tenga que marchar a jugar fuera, en hierba artificial. O el Rayo, de vez en cuando. Para el equipo femenino, que ahora se va a integrar en la estructura... Estamos buscando una solución que nos permita liberar un poco La Albericia de este problema.

-El anterior presidente del Racing, Alfredo Pérez, dijo que en 2025 iba a haber un estadio completamente reformado. ¿Ese proyecto era algo más que una infografía en un papel?

-No. Era una idea, un concepto. Una cosa es lo que se dice a nivel público y otra, a nivel privado. Antes de llegar nosotros ya se manifestó a la empresa que desarrolló esa idea que no se iba a hacer. Nosotros lo que queremos es ir desarrollando partes del recinto para conseguir un estadio que no sea sólo arquitectónicamente llamativo, sino incluso un reclamo turístico para la ciudad. Tenemos muchas ideas y muchos proyectos que a no mucho tardar se van a desarrollar. El convenio lo permite y esperamos contar con la ayuda de las administraciones, porque algunos de nuestros proyectos lo que hacen es conseguir más turismo para Santander; desarrollar la zona...

-¿Cuánto han aportado los máximos accionistas para reformas en el estadio?

-Sebman ha aportado una cantidad importante. El club ha invertido en el estadio del orden de 1.600.000 euros.

-¿Se puede conseguir más implicación de Gobierno de Cantabria y Ayuntamiento de Santander? ¿Y aspirar a una mayor involucración del Banco Santander o incluso incorporar a otras marcas de su tamaño?

-A nivel de administración, estamos muy cerca tanto del Ayuntamiento como del Gobierno. Tenemos la esperanza de que, a medida que esta ola va creciendo, entiendan que destinar dinero a patrocinios o a otras acciones con el Racing es una inversión, no un gasto. Cada duro que se invierte en el Racing tiene reversión. Y luego están los grandes patrocinadores. Acabamos de incorporar una responsable de patrocinios. La idea es acercar grandes marcas a nivel internacional y, en cuanto al Banco Santander, lo he dicho muchas veces. En Cantabria, las dos grandes marcas son el Racing y el Banco Santander. Y vamos a intentar que dé un paso más y se involucre cada vez más.

-¿Cuánto han crecido este año los ingresos por márketing?

-Los ingresos de la tienda son todos nuevos, porque antes no era del Racing, pero entre patrocinios y tienda, estaremos en dos millones largos de ingresos más que el año pasado.

-¿Qué aprendió de su anterior etapa como presidente?

-Sufrí mucho. Fue una época que no tuvo nada que ver con los condicionantes que se dan en este momento. Ocurrieron milagros. Es difícil explicar la situación. El primer entrenador y el segundo, que no cobraban, y el presidente, que por supuesto no cobraba, teníamos que poner dinero mensualmente para pagar a los jugadores. Para pagar los viajes. Cuando llegué, se debían doce meses a los trabajadores, siete a los futbolistas... Estaba todo embargado por Hacienda y como Harry, que era un intelectual, había incumplido ya con la Hacienda pública, era imposible reconducir un nuevo acuerdo. Era una situación dramática. Límite. Estuve tres años de los que me siento súper orgulloso, porque se juntaron, posiblemente, los momentos más difíciles que ha tenido el Racing en su historia. Me los tuve que comer yo y estoy súper orgulloso de que esa situación se pudiera solventar. Agradezco también que Alfredo -Pérez- y Pedro -Ortiz- dieran un paso y se pusieran con nosotros, hombro con hombro. ¿Lo que he aprendido? Que hay que luchar. Soy una persona bastante valiente y no hay que rendirse. Y hay que intentar, por todos los medios, tener unos valores y principios básicos que forman parte de tu vida, que son la honradez, la honestidad, la normalidad, la humildad... Y luego, el Racing necesita conseguir lo que estamos consiguiendo ahora, que es que todo el mundo se alinee alrededor del club. Yo lo palpo y es esencial para que el club recupere su estabilidad y crezca. Nosotros no estamos pensando en estar un día en Primera División. Nosotros somos muy ambiciosos. Especialmente Sebas. Y no nos vamos a conformar. Y para eso necesitamos que los pilares del club sean cada vez más sólidos, más potentes, y nos permitan ir creciendo.

-Es innegable que en lo económico y lo institucional las cosas se hicieron bien, porque el club está vivo. El debe estuvo en la parte deportiva. En ese aspecto, ¿sacó alguna lección de entonces?

-Hay una lección esencial, pero no la aprendí en ese momento; la tenía clara antes. El problema es que, en tres años, un año terminamos campeones de grupo; otro nos eliminaron en la final del play off y el tercero sí que salió fatal... Pero había algo que era concurrente: no tener recursos suficientes te impedía tener una estructura deportiva. Eso es algo esencial. En ese momento no teníamos un duro para tener no sólo un director deportivo, sino un secretario técnico... Una mínima estructura deportiva que no nos obligara al entrenador de turno y al presidente a hacer materias en las que el valor añadido no era tan grande como el que desarrollabas en otras funciones. Yo habría tenido todo el tiempo del mundo a generar recursos económicos; el entrenador, a plantear los partidos de la mejor manera posible. Eso lo tenía claro ya en 2015, pero las circunstancias son las que son. Es esencial que todo el mundo lo sepa. En su momento, se cometieron errores. Y ahora, cometeremos errores, porque sólo falla el penalti el que lo tira. Eso sí, vamos a tener siempre la humildad de reconocerlos y en el fondo creo que lo que hemos conseguido es que la gente se sienta partícipe de las decisiones.

-Ahora el balón entra, pero ¿cómo va a ser la gestión cuando decida no entrar?

-Desde nuestro prisma, haciendo lo mismo que se está haciendo ahora, que es poner ilusión, cercanía...

-Le pongo un ejemplo: malos resultados, la grada se echa encima del entrenador...

-Si hay algo que nos diferencia a Sebas y a mí es que nosotros tenemos una idea de largo plazo. El proyecto no lo puedes cambiar ni cada tres meses ni cada seis ni cada año. Los proyectos hay que consolidarlos. En muchos clubes, las decisiones las toma gente que no conoce el fútbol. No puedes estar condicionados por lo ajeno. El que la pelota no entre, puede no depender de las decisiones de un entrenador. Eso pasa continuamente. Esta misma temporada, cuando la pelota no ha entrado en las malas rachas, se ha actuado igual: dando confianza a los que trabajan. Por ejemplo, el año pasado a Ancelotti le han querido fusilar 43 veces. Ahora resulta que está en la final de la Champions y ha ganado la Liga. En el fútbol hay que tener, lo primero, calma. Y las decisiones no pueden estar influidas ni por los gritos ni por los pitos.

-Usando una expresión muy suya, el 'nudo gordiano' de los asuntos de tribunales que tenía pendientes el club, ¿se ha desecho?

-Eso se fue deshaciendo. De 2015 a 2018, si no recuerdo mal, hice cerca de sesenta juicios. De los cuales, diez o doce eran a vida o muerte. No se podían perder. Ahora esto es como 'Alicia en el País de las Maravillas'.

¿Qué pasa si alguien llega con 3,5 millones por Peque?

-Le decimos que no. Y si vienen con cuatro millones y el Racing está en Primera División, te aseguro que Peque no se va a marchar; eso lo tengo claro. Si tiene la posibilidad de crecer deportivamente habrá que conseguir que las dos partes salgan beneficiadas. Peque está volcado con el club y muy implicado.

-Renovándole se solucionaría...

-Claro que intentamos renovarle, pero no es fácil.

-¿Y retener a Juan Carlos Arana? Su cláusula de compra es de un millón y medio de euros...

-El Racing va a intentar por todos los medios ejercitar la opción de compra; eso es lo que puedo decir.

-¿Se plantean intentar la continuidad de Andrés?

-Sí; nos lo planteamos. No puedo decir más, pero sí.

-¿Cómo está el asunto de Mateo Tanlongo?

-Estoy convencido de que el procedimiento se va a cerrar con una resolución favorable. Ahora mismo hay un recurso que calculo que se resuelva en un par de meses y vamos a ver cómo actúa el jugador.

-A día de hoy, la estructura deportiva del club parece corta.

-Evidentemente, cuantos más recursos tengas más competitivo puedes ser, pero hay una cuantas personas que despachan con Mikel Martija, aunque no aparezcan directamente. Me gustaría hacer crecer la estructura, pero no es algo prioritario en este momento.

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