Los contratos pueden prorrogarse con acuerdos individuales o con uno global

«Existen dos únicas opciones ante una situación así; la primera, que se produzca un acuerdo global entre LaLiga, AFE y la Federación para prorrogar todos los contratos. La segunda, que se ejecuten mediante un acuerdo de voluntades las renovaciones o prórrogas, de uno, dos o más meses, entre cada jugador y cada club», argumenta Manolo Higuera, desde su doble condición de abogado y especialista en derecho deportivo. Para la primera de las alternativas «ya existe algún precedente» y se trataría de construir «una legislación transitoria para lo que dure esa situación excepcional». Ese acuerdo global entre los tres entes -AFE, LaLiga y Federación- eximiría cualquier acuerdo posterior que tuviera algún jugador con un tercero para la siguiente campaña. Es obvio, que si no se produjese ese consenso colectivo, los acuerdos «han de ser bilaterales entre jugadores y clubes porque a nadie se le puede obligar a trabajar si no quiere y no tiene contrato», añade Higuera. Es más, ese acuerdo bilateral «sólo puede cerrarse entre jugadores y clubes, porque la Federación en este caso es un tercero que no ha participado del contrato sino que tan solo es un depositario», señala Manu Asensio, también abogado y con conocimientos específicos en leyes deportivas.

Asensio, al margen de indicar que «resulta muy complicado pensar en que se pueda jugar más allá del 30 de junio por la cantidad de impedimentos», introduce un elemento importante en el caso de que finalmente se decidan prorrogar las relaciones de los futbolistas sí o sí. «Hay muchos tipos de contratos y numerosas cláusulas, pero es muy importante fijarse en qué pone en cada uno. Si pone que la relación finaliza el 30 de junio o si pone hasta el final de de la temporada. Si se refleja esto último, el jugador podrá acabar la Liga aunque se juegue en septiembre».

En el caso del Racing son 17 futbolistas los que quedarán libres el 30 de junio, de los cuales ocho están cedidos y deberían regresar a sus clubes de origen. «Con estos últimos -los cedidos- se debería llegar a un acuerdo con los clubes para extender la cesión, pero siempre ha de existir un acuerdo de voluntades», afirma Asensio.

Los dos letrados añaden varios escenarios. Asensio argumenta dos posibilidades; la primera, que se puedan producir «duplicaciones de contrato» dado que un jugador que finaliza su relación con el club el 30 de junio puede haber firmado con otro a continuación. Además, puede que ese club sea extranjero. «Entonces chocaría con la legislación FIFA y habría que liberar y sería un impedimento más». Asensio señala que también «existen las cláusulas de renovación automática en función de objetivos, las de liberación... Que en el hipotético caso de ir más allá de junio quedan en el aire». La otra de las situaciones que el abogado incorpora es la de que exista una posible moratoria o tregua global para paliar el adulteramiento de la competición que se va a producir: «Se podría abrir un plazo de quince días para que los clubes organicen sus plantillas. Para que puedan fichar -se puede incorporar a jugadores libres en todo momento-. En el caso del Racing puede quedarse en cuadro».

No hay duda de que pase lo que pase, la competición no va a ser la misma. «La Liga está adulterada 'per se'», explica con contundencia Higuera. Para el que fuera presidente del Racing, «si se quiere finalizar la Liga sólo se pueden regular cuestiones legales, no morales». «Por eso -añade el letrado- se deben legislar muchos aspectos y el mayor de los problemas no será, ni mucho menos, el de prorrogar los contratos». La incertidubre es tal que es prácticamente imposible por muchas fechas de referencia que se establecan, situar un posible arranque de las competiciones. El mejor de los pronósticos habla del mes de mayo. «Eso obliga a jugar a puerta cerrada los partidos y a jugar jornadas cada dos días y a eso se van a negar los clubes y los propios jugadores. No es lo mismo jugar con 20.000 espectadores en El Sardinero o con 1.000 en Soria. A equipos veteranos los hunde jugar tan de seguido».

Por tanto, el prorrogar los contratos no es una traba irresoluble para que se produzca un final de Liga posterior a la fecha en la que en un principio estaba programada. Sin embargo, debe existir un consenso colectivo que a día de hoy no parece viable. Ahora bien, Asensio recuerda algo que puede ser fundamental para entender el futuro a corto plazo. «En el caso de una eventualidad, si no se produjera un acuerdo, el reglamento de la Federación habilita a la comisión en la que delegue la propia Federación a que tome la decision final y en último caso será el propio presidente, es decir Rubiales, el que tiene la última palabra de establecer cómo se acaba la temporada», sentencia el abogado.