El Racing, de cabeza al hoyo

Y con toda la autodeterminación que ha podido, el que hoy pone el campo, el Dépor, el colista de la categoría, ha 'regalado' la entradas para el partido –las ha cobrado a dos euros y medio, para ser exactos– con el único deseo de aprovechar la crisis en la que él mismo y su rival han cohabitado sin agredirse el uno al otro hasta hoy desde hace más de cuatro meses. Pese a ser jueves y una hora casi para merendar, se esperan más de 25.000 espectadores en las gradas de Riazor. Miedo escénico. La expedición del Racing salió ayer de La Albericia entre periodistas, bolígrafo en ristre, apuntando quiénes se montaban en el autobús y quiénes no. A los habituales fuera de las listas Óscar Gil, David Barral y Nkaka se unieron Tresaco y Kitoko, lesionados, y los dos también habituales, pero por todo lo contrario, Olaortua y Moi. «Sí, sí. Cuento con él. No digo que vaya a jugar, digo que va convocado», admitió minutos antes Cristóbal sobre Manu Hernando, el central de 21 años procedente del Castilla que podría debutar hoy en Segunda División. Porque el míster 'lo dijo todo sin decir ni mú', parafraseando al cantautor de Úbeda, JoaquínSabina, y sin querer dejó escapar ayer una especie de tendencia al riesgo «dadas las circunstancias en la que nos encontramos» y el palentino podría sentar a Alexis, a quien últimamente no se le está viendo sobrado. Sería extraño, pero bien es cierto que tampoco es que el malagueño haya hecho excesivos méritos para seguir siendo intocable por lo que hoy podría arrebatarle el puesto un chaval trece años menor. Y salvo sorpresa... Ahí se queda el deseo irrefrenable de arriesgar del Racing. Una novedad y punto.

A pesar de la necesidad de cambio, Cristóbal sigue sin tener claro cómo cambiar con lo que tiene. Por eso, Luca Zidane hoy se volverá a parapetar tras Aitor Buñuel, Jordi Figueras y Abraham Minero, con Manu Hernando si finalmente se confirma. Lo mismo que el último día. No parece que salga fortalecido el sistema de cinco defensas que entrenó el míster estos días. «Lo hemos preparado porque el Dépor jugó así la última vez. Hemos querido entrenar cómo atacar ese sistema». Y es que para Cristóbal, los goles que encaja su equipo «no llegan por tener pocos defensas sino porque cometemos errores». Nada hace pensar que se modifique el centro del campo, donde Sergio Ruiz y Mario Ortiz son los dos elegidos por delante de Toribio. Como tampoco hay indicios de que en la famosa línea de tres cuartos aparezca el recién llegado Papu. «Está bien. Ha llegado en forma y puede participar», explicó el técnico, quien alejó de un plumazo todos los comentarios acerca de la supuesta cláusula del contrato del georgiano que le obligaría al míster a ponerlo un mínimo de partidos. «A mí no me ha dicho nada el club y no me condiciona. Jugará si se lo gana», sentenció. Papu juega –o al menos es donde lo ha hecho hasta ahora– en el mismo lugar que lo hacen Cejudo o Yoda. Es decir, junto a Luca los mejores del Racing, por lo que resultaría llamativo que llegase y besara el santo. Pero, en épocas de crisis está permitido arriesgar.

En principio el georgiano empezará el partido en el banquillo y según Cristóbal «sólo jugará si se lo merece». El otro efectivo que no cambiará en la línea de tres será Lombardo, que después de varias tardes estériles tampoco sería descartable que le llegase un descanso reparador.

Y finalmente, la delantera. Con David Barral y Tresaco en Santander, Jon Ander y David Rodríguez se debaten por el puesto. Lo del '9' es una moneda al aire. El primero ya fue titular ante el Mirandés –diez meses después– y el segundo aparece y desaparece sin que exista un patrón reconocible, al menos desde fuera del cuerpo técnico. Hoy cualquiera de los dos puede ser el elegido.

La decisión del Cristóbal sobre quién ha de jugar como delantero puede estar fundamentada en lo que espera del conjunto gallego. «Habrá ambiente muy favorable al Dépor, van a empujar y tenemos que saber jugar con esos momentos. Pasaremos dificultades». Toca ser fuerte, valiente y no rehuir el contacto. El míster reconoció que hay que frenar esa miniracha que ha cogido su rival. Se espera un equipo con optimismo y mejorando la dinámica. «Cogemos a un Dépor, como en su día el Lugo o el Mirandés... En un momento en el que han conseguido dos victorias y que son peligrosos a balón parado. Tiene gente buena, pero cuando te metes en una situación así es muy difícil salir». En La Coruña están haciendo de todo para evitar el descalabro del descenso;casi han fichado de una tacada a cuatro futbolistas esta semana, con Fernando Vázquez ya son tres los entrenadores que han pasado por Riazor... Todo es poco.

Cristóbal regresa a un lugar que conoce, puesto que dirigió a los blanquiazules. «Yo soy una persona agradecida. Me trataron fenomenal en La Coruña y me gustaría que los dos equipos salieran de la situación, pero soy del Racing». Por si acaso. Y con esa especie de ultimátum que impregna el duelo de esta tarde, el Racing está hoy en La Coruña dispuesto a hacer de su crisis un momento de prosperidad. Lo tiene fácil, únicamente necesita ganar porque si pierde ya no será un emprendedor si no un condenado.