Cuatro decisiones pendientes
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El futuro de los cedidos, Mirapeix y Cedric, tareas por hacer del nuevo Racing de José AlbertoCuando el Racing regrese en julio a la actividad lo hará con cuatro futbolistas sobre los que tendrá que tomar una decisión preferentemente antes de que el 12 de agosto arranque la Liga y en cualquier caso antes de que el 31 se cierre la ... ventana estival de inscripciones. Se trata de Diego Mirapeix, Juan Gutiérrez, Marco Camus y Cedric Omoigui. Todos ellos tienen contrato en vigor (un año en el caso de los centrales y dos en el de los atacantes) y esta temporada no han tenido sitio a las órdenes de José Alberto López. Sin embargo, son a todos los efectos futbolistas del primer equipo que, en el caso de los canteranos, ya no pueden -o no es aconsejable- jugar en el filial.
Durante el verano, el cuerpo técnico deberá decidir si les da una oportunidad de continuar en la primera plantilla o si, por el contrario, les busca una salida. Con Juan y Mirapeix, un préstamo sería el prólogo de su salida, y si no se decide que sigan a las órdenes de José Alberto se puede incluso negociar una rescisión.
En el caso de Camus y Cedric, que este año no han contado para el técnico asturiano, las dos temporadas que les restan de vinculación -y el proyecto de futuro que en su momento fueron para el club- dificultan una resolución del contrato, y la salida óptima si son de nuevo descartados es una cesión, presumiblemente a Primera RFEF. Pero en un momento en el que el mercado apenas se ha abierto y el Racing no sabe aún con qué efectivos contará de cara al próximo curso, no tiene previsto tomar decisiones a corto plazo.
El caso de Juan Gutiérrez es bastante atípico. El central comillano debutó en agosto de 2017 con el primer equipo en Copa, en concreto frente al Leioa. El entonces técnico verdiblanco, Ángel Viadero, le dio la alternativa ante la falta de centrales por sanciones y lesiones a los 17 años, cuando aún era juvenil. Después jugó cuatro partidos en la extinta Segunda División B y en diversas etapas ha entrenado con el primer equipo, pero sin consolidarse nunca.
Las dos temporadas siguientes las completó en el Rayo Cantabria y a los veinte años firmó un nuevo contrato que contemplaba que dos años después promocionara como futbolista del primer equipo. Ya renovado, se marchó cedido al Ebro de Segunda B, con el que disputó 22 partidos (21 como titular). A su regreso en 2021 volvió a la disciplina del Rayo Cantabria sin que Guillermo Fernández Romo le diera una oportunidad, y el curso recién finalizado, ya sin poder jugar en el filial, se marchó cedido al Ceuta.
Allí ha disputado 23 partidos, veinte de ellos como titular y participando en la eliminatoria de Copa que enfrentó al equipo ceutí con el Barcelona. Central de grandes condiciones físicas que tácticamente no consiguió convencer a los anteriores responsables del primer equipo, José Alberto no le conoce de primera mano. El pasado 28 de enero cumplió 23 años y tiene contrato hasta el 30 de junio de 2024, de modo que en pretemporada debe dejarse ver y tratar de convencer al técnico asturiano de que tiene un lugar en el equipo.
Fijo en el esquema de Ezequiel Loza en el Rayo, su situación es muy distinta en la primera plantilla: más de un lustro después de su debut como juvenil no ha vuelto a disputar un partido oficial, aunque sí entró en algunas convocatorias.
Diego Mirapeix (15 de mayo de 2000) es un futbolista de la misma edad y demarcación que Juan Gutiérrez. De hecho , ambos formaron pareja de centrales en el Rayo Cantabria. Y se encuentra en una situación similar. En este caso José Alberto López ha podido seguirle más de cerca, porque ha sido titular con Ezequiel Loza, pero este verano el Racing debe tomar una decisión.
A sus 23 años y con un año más de contrato tras su renovación en 2022, ya no puede continuar en el filial, con lo que con el regreso al trabajo tras las vacaciones será, al menos formalmente, futbolista del primer equipo. Técnicamente sí que puede jugar con el Rayo, pero al no ser ya menor de 23 años no podría en ningún caso promocionar al primer equipo durante el curso ante cualquier eventualidad o, sencillamente, por decisión técnica. Dado el contrasentido de tener en una segunda plantilla de formación a un futbolista que no puede promocionar, esta alternativa está descartada, como sucede, de nuevo, con Juan Gutiérrez.
Debutó con el primer equipo en la temporada 18-19, en la que disputó un partido en Segunda B. Al año siguiente, con el club en la categoría de plata, jugó solo en el filial y tuvo otro partido con la primera plantilla en el curso 20-21. Aunque ha entrenado con el primer equipo cuando las circunstancias así lo han aconsejado, en los dos últimos años no ha vuelto a jugar -sí en el Rayo, donde ha sido un fijo-, de modo que lo tiene complicado en una plantilla que cuenta con Germán, Rubén Alves, el recién renovado Pol Moreno y el propio Juan, al margen de fichajes que se puedan llevar a cabo. Club y futbolista solo tienen tres alternativas: primer equipo, cesión o rescisión.
Marco Camus vio cambiar su situación con el relevo en el banquillo el pasado mes de enero. El santanderino tenía la confianza de Romo. Si bien no era titular habitual, el técnico madrileño contaba con él, le utilizaba como relevo en los segundos tiempos y entraba en las rotaciones para competir por un puesto en el once titular.
Sin embargo, no ha convencido a José Alberto López. El asturiano considera que debe madurar y crecer futbolísticamente y por eso impulsó su cesión a la vez que se incorporaba en el mercado de invierno a Marco Sangalli, un futbolista de su misma demarcación.
El caso es que técnico y futbolista no conectaron, como se dejó entrever en algunas declaraciones, y el extremo se marchó cedido al Córdoba de Primera RFEF, con el que ha disputado diez partidos, dos de ellos como titular. En una línea similar se manifestó, ya avanzada la sesión, su entrenador en Los Cármenes, Germán Crespo.
En consecuencia, el joven futbolista, que el 16 de noviembre cumplirá 22 años y termina contrato el 30 de junio de 2025, regresará al equipo como miembro de la primera plantilla que es, pero lo tiene complicado para convencer a José Alberto y hacerse un hueco entre los elegidos, máxime cuando el entrenador ha anunciado que no tiene intención, al menos en principio, de agotar las 25 fichas disponibles. Pero también es cierto que en julio tendrá una nueva ocasión de reivindicarse ante el cuerpo técnico.
El Racing no solo tiene que gestionar los dos regresos que se le avecinan, sino que también prepara una salida. Cedric pasó en unos meses del todo a la nada cuando a su lesión cervical se le unió el cambio de entrenador. Con contrato hasta el 30 de junio de 2025, debía ser uno de los futbolistas que formaran parte del proyecto a medio plazo del Racing. Con ese objetivo se le renovó con un sueldo, además, acorde al de un delantero de la clase media de Segunda División.
Sin embargo, este año apenas ha participado, su juego no se adapta al gusto de José Alberto y tener a un futbolista de sus características -y sueldo- como tercer o cuarto delantero es algo que el club no puede permitirse. De hecho, al margen de lo que suceda con Roko Baturina, la llegada de otro delantero más está condicionada a la salida del hispanonigeriano.
Tampoco el futbolista quiere estar otro año en blanco, pero la situación no es sencilla para ninguna de las partes. Una opción es negociar una rescisión, pero lo más factible, dados los dos años que le restan, es buscar una cesión. Las hipótesis con las que se trabaja, un equipo de la zona alta de Primera RFEF o un modesto de Segunda División. Sin embargo, la competición aún está en curso y en plena disputa de la fase de ascenso desde Primera RFEF todavía están por adjudicarse las dos últimas plazas en la categoría de plata.
Además, el mercado apenas se ha movido, por lo que será necesario esperar para conocer el futuro del delantero, que puede comenzar la pretemporada como verdiblanco. Ni siquiera se descarta completamente, si no se encuentra una solución satisfactoria, que deba seguir en Santander.
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