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La gente se pellizcaba el brazo el pasado sábado en El Sardinero. «¿Estaré soñando? ¿Es cierto lo que ven mis ojos?», se podía leer en ... los rostros de los aficionados que esbozaba una sonrisa en la grada mientras presenciaban el Racing-Eibar que inauguró la Liga para los de José Alberto. Y tan cierto. Una verdad incontestable como que el agua moja y que un ángulo recto tiene 90 grados. El Racing se marcó un partido que va a perdurar en la memoria de los racinguistas por muchos años. Goleada. 4-0 y una victoria en el primer partido de la temporada en el fútbol profesional. Algo que las generaciones más jóvenes no habían tenido tiempo de vivir y que hasta el domingo era patrimonio de los más veteranos, porque no ocurría desde hace dos décadas.
4-1 El Racing logró otra goleada en la primera jornada de Liga en la temporada 1929-30ante el Espanyol.
7-1 El equipo cántabro batiósu propio récord en debutliguero unos años después,en la 1947-48 ante el Gerona.
4-0 Fue en la temporada 1966-67, en Segunda División y frente la Real Sociedad, que cayó ante los verdiblancos con cuatro tantos de Docal.
4-0 El pasado sábado el Racing se marcó un partido redondo frente al Eibar que terminó con cuatro tantos y la primera victoria de la temporada en Segunda División.
«Veinte años no es nada», cantaba Gardel, pero los racinguistas no paladeaban un arranque así desde 1992. Y el 'así', hace referencia únicamente a la victoria en la primera jornada, porque para encontrar un debut goleador en Liga de los cántabros con cuatro caracoles hay que remontarse mucho más atrás en el tiempo. 57 años en concreto. Fue en la temporada 1966-67, en Segunda División y ante la Real Sociedad, que cayó ante los verdiblancos con cuatro tantos de Docal. Lo que está claro es que el Racing que saltó el sábado al césped de El Sardinero entusiasma, gusta y apetece. Y sobre todo ilusiona. Crea ilusión en el buen sentido de la palabra, porque no es lo mismo vender ilusión que generarla. El primer caso es peligroso. Hace crecer expectativas irreales que pueden llevar a la decepción. Mientras que cuando se crea ilusión el resultado puede ser maravilloso. Se parte del trabajo, de la entrega y del esfuerzo, pero con los pies en la tierra, como se encargó de recordar el propio José Alberto en la rueda de prensa tras el partido. Por ahora, la vista está puesta en la permanencia, luego ya veremos. Un equipo unido, con identidad, que logra resultados, se siente cómodo y que se gusta cuando se mira al espejo puede lograr grandes metas. El reflejo es atractivo y un buen argumento a esgrimir para convencer a los posibles fichajes de venir a Santander.
El Racing ha dado con la fórmula y le toca mantenerla en su visita al Stage Front Stadium (este sábado, 19.00 horas), en Cornellà, para medirse al Espanyol. Precisamente ante los pericos el Racing logró otra goleada en la primera jornada de Liga en la temporada 1929-30. Una de las cuatro ocasiones –la primera– en que ha debutado con cuatro tantos en el primer partido liguero en el fútbol profesional. De aquellas ganó a los catalanes por 4-1 con doblete de Cladera y dos goles de Loredo y Larrínaga. A ver si este sábado se repite la historia. Aunque ningún aficionado va a poder verlo en el campo. El encuentro va a disputarse a puerta cerrada a causa de la sanción que el Comité de Competición impuso al Espanyol tras la invasión de campo de sus aficionados al finalizar el derbi contra el Barcelona de la temporada pasada.
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Y por si cuatro goles parecieran un resultado abultado para abrir un campeonato, el Racing batió su propio récord en debut liguero unos años después. En la 1947-48 pasó por encima al Gerona con un 7-1 de infarto. Pocos inicios así de fulgurantes en cuanto a goles se habrán visto en un campo de fútbol. Moro hizo un 'hat trick' y como le supo a poco todavía metió uno más. El doblete de Pin dibujaba unas distancias kilométricas en el marcador y Álvarez se encargó de poner la puntilla. El último debut con cuatro goles fue el de este sábado ante el Eibar. Íñigo Vicente, Aritz Aldasoro, Peque y Lago Junior recogieron el testigo de los Racing pretéritos.
La del sábado fue una jornada redonda. El equipo hasta durmió líder de Segunda División a falta de que se disputase el resto de partidos, como en la tercera jornada de la 92-93. Pero a pesar de que el inicio es brillante, todavía queda mucho camino por recorrer. El fútbol no tiene piedad de los adivinos. Los descuartiza. Y José Alberto lo sabe bien. «Estamos tres puntos más cerca del primer objetivo, que son los 50 puntos. Nos faltan 47», decía el entrenador después del partido. «Que el resultado no nos vuelva locos ni generemos expectativas que no corresponden», era otra de sus frases . Y no hay más que echar de nuevo la vista atrás para darle la razón. En los tres casos anteriores de inicio con victoria y goleada, la posición final del equipo al cierre de las correspondientes temporadas, en la zona media y baja de la tabla, poco tuvo que ver con el fulgurante inicio. Otra estadística que este Racing puede romper.
Los cuatro goles ante el Eibar corrieron a cargo de Íñigo Vicente, Aritz Aldasoro, Peque y Lago Junior. A los dos primeros les ha sentado bien la renovación y lo demostraron con creces sobre el campo. El de Derio abrió el marcador con un gol de falta directa desde la frontal y además se lució con un pase al costamarfileño que también acabó en gol despúes de una carrera del extremo, que se plantó solo ante Luca Zidane y no falló. Ese fue el cuarto tanto. Pero antes, Aldasoro, que ha firmado por tres años más con el Racing, se encargó de hacer el segundo. El que borró al Eibar del partido. Después llegó el turno de Peque, que se reivindicó marcando un penalti.
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