El cuento del Racing se toma descanso

Por eso, hoy el Racing juega un duelo ante el Andorra –por cierto, a una hora que tampoco entraba en los cálculos de nadie– que puede dejar al equipo lo más cerca de lo que fue en los últimos doce años. Ahí es nada. Y para ello, José Alberto tan solo tiene las dos bajas de Andrés Martín y Clément Grenier. Los dos primeros personajes son nuevos en el cuento porque llegaron antes de que se empezase a escribir la historia que se está gestando.

En cuanto a los que sí estarán hoy disponibles para acabar el capítulo de 2023 no hay muchas sorpresas tal y como se desarrolló el planteamiento del cuento;Jokin Ezkieta acaba el año siendo protagonista; Rubén Alves, Álvaro Mantilla y Germán siguen en primera línea y quizás Saúl es el que ha perdido peso en la trama. Íñigo Sainz-Maza y Aritz Aldasoro reivindican su papel prioritario pese a los vaivenes de la pizarra de su entrenador y los tres de arriba –Peque, Íñigo Vicente y Juan Carlos Arana– mantienen su estatus. De todos ellos, quien verdaderamente ha hecho méritos para que le llamen para otra entrega cinematográfica es Peque. El catalán ha pasado de ser un actor de reparto muy del montón e intrascendente a ser el Pichichi de Segunda División. Un verano de trabajo extra, un programa de musculación y fortalecimiento particular y un convencimiento pleno han deparado en un futbolista indiscutible en los esquemas del jefe.

Peque es ahora mismo fundamental en la pizarra de José Alberto. De Íñigo Vicente se esperaba una interpretación como la que ha hecho hasta el momento, con muchas luces y alguna sombra, mientras que Juan Carlos Arana, más allá de que sea mejor o peor, lo que ha conseguido es que por fin el aficionado racinguista pueda sentir que tiene un delantero, algo que no le pasaba desde hace más de cinco temporadas.

La banda derecha es la que se ha quedado sin peso en la escena, porque a Andrés Martín no se le ha encontrado sustituto. El sevillano hizo un cameo casi sin esperarle y se ha convertido en la revelación. Lago Junior, Yeray, Sangalli... El entrenador anda buscando alguien que tape su ausencia y no consigue dar con la tecla. Esto ocurre; cuando en una película o serie el actor dice que no sigue es un dilema para el director encontrar alguien que le haga olvidar. No es fácil.

Y así las cosas, el descanso navideño le llega al Racing superándose a sí mismo. Con dos derrotas en El Sardinero en lo que va de Liga el equipo puede hoy acabar entre los cinco mejores tan solo con hacer lo que se espera. Sin que José Alberto haga ningún cambio brusco de narrativa; con la misma versión, con el mismo atrevimiento con la pelota y el mismo convencimiento por ganar, los verdiblancos pueden dejar la película en el punto álgido y producir esa inigualable sensación para el aficionado de desear que no tarde mucho en llegar el próximo capítulo. Eso no se paga con dinero.

Con unos propietarios barajando la idea de que en invierno se podría dar un paso adelante; un director deportivo a quien le han ofrecido renovar y se lo está pensando; un entrenador a quien tampoco le importa esperar para desvelar su futuro; un puñado de jugadores que puede revalorizarse; una campaña de socios que suma y sigue por encima de los 13.000 amigos y un estadio con mejor cara que hace unos años pero que necesita que se preocupen de él un poco más se pone el punto y aparte al cuento 2023-2024. No está nada mal.

Y todo esto en un partido en el que el Racing juega ante el rival al que ganó en su último título conseguido:el Andorra. Fue en aquella final de Campeones de la Primera RFEF. Como siempre, el Racing pionero. Sea como fuere, los cántabros pasarán a la historia como los primeros campeones de esa nueva categoría. Pues nada, apuren aquellos que trabajen de tarde para llegar al campo y disfruten de una fiesta más en El Sardinero, la última de 2023 y añadan un poco más de expectación a ese desenlace que aún está por desvelar.