La cuesta de enero verdiblanca

Así, es difícil tener muchas esperanzas en el futuro racinguista. Que el parón le venga bien a los cántabros y mal al resto de rivales y hacer un pedido masivo de buena suerte a los Reyes Magos es lo que le queda a la afición de los Campos de Sport. La complejidad del asunto se explica perfectamente con datos. El Racing no ha conseguido ni un solo triunfo a domicilio en toda la primera vuelta. De hecho, no gana lejos de Santander desde el 17 de marzo. En Calahorra. Y ahora le vienen, en apenas un mes, tres choques a domicilio y solamente uno en su feudo. Ahí es nada.

Sin demasiado tiempo para el asueto, el próximo día 4 de enero, el equipo cántabro viaja a Miranda de Ebro, a Anduva, a enfrentarse con un hipotético rival directo por la permanencia. Hipotético porque el Mirandés hace tiempo que pasa de los de abajo. Porque se ha empeñado en hacer las cosas bien incluso con un margen salarial menor que el verdiblanco. En los Campos de Sport, el conjunto dirigido por Andoni Iraola se llevó un serio correctivo (4-0) en uno de los dos únicos días de lucidez que ha tenido el Racing en lo que va de temporada. Los burgaleses ocupan la décima plaza, con 31 puntos, y ya tienen más de media salvación en el bolsillo.

Para beneficio del Racing -y también de los demás, pero el equipo cántabro es, junto al Deportivo, el que más margen de mejora tiene. No puede ir a mucho peor-, el fin de semana del 11 y 12 de enero no habrá campeonato liguero por aquello de la disputa de la segunda ronda de la Copa del Rey. Esa en la que, por cierto, el equipo cántabro no estará por hacer las cosas mal. Al menos, ahí tendrá margen para poner a punto a alguno de los fichajes, si ya ha llegado, o para que Chuti Molina ejecute alguno de cara a la siguiente jornada.

Porque también trae curvas. En concreto, las que hay de Santander a La Coruña, donde el Racing se enfrentará, el jueves 16, con el actual colista. Imprevisto, pero colista al fin y al cabo. El Deportivo. En una semana en la que el club gallego tiene previsto celebrar una asamblea vital para arreglar el cisco institucional que tiene la entidad, que debería estar luchando por el ascenso y anda sumido en el pozo, pese a que cerró el año y la primera vuelta con un triunfo frente al Tenerife que le ha dejado con 15 puntos. A tres del Racing. Aunque a esa jornada, pase lo que pase, el equipo cántabro llegará por delante, ya que son 13 los goles a favor en el cómputo general de ventaja que tienen los de Cristóbal.

Estos dos primeros compromisos de enero son de esos envenenados. A domicilio, pero ante rivales a los que el Racing, a priori, podría echar mano. Sin embargo, viendo el rendimiento verdiblanco a lo largo de la primera vuelta, cualquier cosa se parece a subir a Peña Cabarga con una BH California.

A partir de ahí, la cuesta se empina, porque los siguientes rivales serán equipos de la parte alta de la clasificación. Visitará los Campos de Sport, el 19 de enero, la Unión Deportiva Las Palmas. El conjunto canario poco tiene que ver con el que se encontró el Racing en la primera vuelta. Los amarillos han engrasado la máquina y ya se encuentran séptimos, empatados con los puestos de play off de ascenso a Primera. Y el rendimiento verdiblanco en casa es algo mejor, pero no para tirar muchos cohetes, así que también será un reto.

Y el Racing cerrará el mes de enero contra el presente líder en el estadio Ramón de Carranza. El Cádiz de Álvaro Cervera, que si bien ha mostrado algunos síntomas de debilidad en estos últimos encuentros de 2019, sigue aupado con solvencia en la cabeza de la tabla, con siete puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, el Almería. Así se presenta un mes de enero para el Racing que puede servir para recuperar la esperanza o para aumentar el dramatismo entre la parroquia verdiblanca.

Lo que está claro, visto que el problema no era Iván Ania ni tampoco Cristóbal Parralo, es que Chuti Molina, por el que Alfredo Pérez y Pedro Ortiz siguen apostando, debe mostrar muchísimo más tino que el evidenciado con su trabajo durante el verano. Y tendrá que hacerlo con un menor margen de tiempo y, sobre todo, con mucho menos dinero. Unos 300.000 euros más lo que pueda rascar en los acuerdos de salida de futbolistas de la actual plantilla.